Jorge Carrillo Olea
“Rayito” se convirtió en relámpago
Andrés Manuel no es nada
enigmático
De los cuatro candidatos en campaña por la Presidencia de la República surgen
personalidades de grandes contrastes: la primera, demasiado estrepitosa y
vacía; otro, atractivo físicamente, ha demostrado en poco tiempo que no posee
ningún carisma y tiene pocas ideas, le falta mundo; el otro, un tipo cerebral
sin dones políticos pero con un decir y saber decir que resulta novedoso en
este ambiente tan pobre. Lo liquida su pecado original. El último, un viejo
lobo que trata de superar la imagen de limitado y violento de su pasado.En algún momento las artes mediáticas de Calderón lo tildaron de “peligroso”.
No creo que tenga esa dimensión pero sí, con Andrés Manuel López Obrador en la
oposición, a Enrique Peña le espera una cama con pulgas. Sostiene Santiago
Ramírez, psiquiatra, que “origen es destino” y que éste es inmutable como forma
de transitar por la vida. Recordemos que Andrés Manuel reaccionó con gran
violencia al perder la candidatura para la presidencia municipal de su pueblo
Macuspana, Tabasco. Su carácter violento y fogoso se disparó. Incendió pozos
petroleros, secuestró turnos de trabajadores de Pemex por días, cerró la única
carretera que comunicaba con el Sureste y… como origen es destino, hoy no puede
ser distinto.
Su falaz invento de la república amorosa de hace unos meses ya pasó a retiro.
Aquellas mieles con que trató de ocultar su temperamento se han diluido, ha
vuelto a mostrarse el auténtico carácter crudo. Ha inventado el término
“candidato chatarra” para Peña, ha declarado su repugnancia por algunos medios
de comunicación como las televisoras y su discurso tan envejecido: vuelve a la
carga con sarcasmos, amenazas veladas, descalificaciones y ninguna idea que
pueda advertir en él al presidente que México necesita: su “nos robaron la
elección”, “Salinas está tras Peña”, “pacto con Elba Esther”, su “los que
mandan”, “todo está negociado”. Ninguna autocrítica.
Con esto muestra que ha elegido el papel de víctima para justificar sus odios.
Es víctima de todos y en todo. Cree poder así llamar a la conmiseración con
engaños. Científicamente la víctima es en la realidad sólo un ser tan
desamparado como se siente. En él no son reales esos sentimientos que
simplemente emplea en su usufructo. Con frecuencia ser víctima es un papel trágico
que ciertas personas asumen en busca de retribución ante los demás. Esas son
las elementales bases de la falsa personalidad del Rayito de Esperanza.
Abusa del poder en toda su extensión. Recordar el primer faul a Vicente Fox
cuando se negó a que la ciudad se ajustara a la hora de verano que se decretó
para todo el país y el mundo occidental. Fue el abuso del poder para crear una
situación de falsa independencia con el uso de un elemento tan baladí como el
cambio de horario. Eso demuestra que sus impulsos no se nutren con ideas y sí
son capaces de adoptar cualquier motivo para sus actos esquizoides.
Sin tener ninguna formación intelectual opina sobre asuntos internacionales,
económicos, culturales. Critica a los gobiernos de Fox y Calderón, habla de
todo, ilumina a todos con su sibilina sonrisa. Debemos recordar que, a
diferencia de Cárdenas en 1988, actitud que mucho enalteció a éste, Andrés
Manuel al ser derrotado en el 2006 reaccionó con gran rudeza manteniendo
bloqueados el Zócalo y avenida Juárez por semanas causando indescriptibles
perjuicios. Ahora justifica dicha ocupación diciendo que fue un acto heroico.
El supo controlar a las masas para evitar la violencia callejera. Miente,
engaña a cada paso. Aquélla fue sólo su brutal decisión.
El 26 de julio de 2006, semanas después de su derrota, con el Zócalo abarrotado
dijo: “Todo el andamiaje que se fue creando para sostener el poder está en
crisis, en ruina, no sirve para nada, ya no nos importa lo que hagan, no
tenemos ningún respeto por sus instituciones… vamos a crear las nuestras”.
Este es en breves trazos el proyecto de presidente que supone el elegirlo, lo
que no sucederá. Ese Rayito de Esperanza como él se denominó es más bien la
amenaza de un relámpago vil. Montado en un doble discurso siempre es ambiguo,
fácilmente encolerizable, inconstante, frágil emocionalmente y por eso es
inelegible. Esperemos gracias a él un poselectoral violento.
* * *
…Suspensivos. Enrique Peña se confesó conservador. Así lo expresó y con clara
satisfacción durante la entrevista que le hicieron en Tercer Grado, el programa
de Televisa. La pregunta de López Dóriga fue directa: “¿Eres conservador?” La
respuesta fue un rotundo: “Sí, soy conservador”.
hienca@prodigy.net.mx
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario