El Despertar
Traiciones, desafíos y televisión
José Agustín Ortiz Pinchetti
Lo que Vicente quiso decir. Fox pidió a los
panistas aceptar anticipadamente su derrota y votar por Peña Nieto, del PRI. El
PAN repudió la traición de don Vicente, que dos días después se descaró
diciendo que su verdadero objetivo era impedir que AMLO viniera a descomponer
la fiesta. Una fiesta en la que él es uno de los pocos participantes. El 99 por
ciento de la población no fue requerida. La devastación provocada por tres
administraciones priístas y dos panistas está inscrita en las vidas de casi
todos los mexicanos. Todos sospechamos que Fox quiere ampararse en un
compromiso de impunidad que no le puede otorgar el PAN y no puede negociar con
AMLO. Si existieran traidores profesionales, Fox podría optar por el cargo.
Traicionó a sus compañeros de campaña y al PAN, con el que nunca se identifico;
a la democracia, de la que fue enemigo activo, y a México: él se ha creído un
muchacho norteamericano exitoso: como reveló a una televisora estadunidense.
La prueba del ácido. Durante cinco años hemos
trabajado en Puebla de modo silencioso, perseverante y transparente. Sólo en la
región metropolitana se han incorporado a Morena cerca de 70 mil promotores y
unos 9 mil defensores del voto. Pero convertir a todos estos adherentes en una
verdadera organización es difícil, porque no existe en México una cultura de
organización política popular. Entre nosotros existe gran tensión: debemos
demostrar que una estructura fundamentada en los ciudadanos, no en políticos
profesionales, puede funcionar, promover el voto y defenderlo. Esta es una
verdadera prueba del écido. En todo el país Morena enfrentará este desafío.
Nadando entre tiburones. AMLO nadó en aguas
peligrosas la noche del miércoles. Fue atacado con verdadera ferocidad por
algunos de los comunicadores de Televisa. Se defendió muy bien en terreno
enemigo. Acosado, pudo, frente a una audiencia de 10 millones, burlar los
peores ataques, adueñarse del espacio televisivo y hablar de supasmosa utopía.
Al día siguiente, el periódico británico The Guardian reveló que
Televisa vendió cobertura mediática para favorecer a ¡Vicente Fox! y
a Enrique Peña Nieto, y desprestigiar a López Obrador desde 2005.
La revelación está sustentada
documentalmente, según el diario. El sólo arranque de Peña le costó al estado
de México 345 millones de pesos. Televisa y el PRI negaron lo que todos sabemos
desde hace mucho tiempo y lo que explica la virulencia del ataque de los
comentaristas contra AMLO. No sólo los de Tercer grado, sino durante años
enteros. El cerco mediático ya no es lo que era antes y pronto las redes informales
y el impulso de una sociedad más exigente se encargarán de continuar el
resquebrajamiento.
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