II debate: definiciones cruciales
John Saxe-Fernández
Ninguno de los temas abordados en el segundo
debate por la Presidencia de México pudo desahogarse en los tiempos asignados,
ni esa fue la intención. Menos uno tan complejo como el de las relaciones
exteriores y sus vínculos con la dinámica interna. Aunque menos acartonado, el
diseño fue manejado con precisión profesional por Javier Solórzano y puso a
prueba la capacidad de síntesis de los aspirantes. Se privilegiaron imagen y
lenguage corporal, para enviar telegramas de no más de 2 y medio
minutos, con los dos punteros, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Enrique
Peña Nieto (EPN) cuidando sus posiciones, el primero creciendo y el segundo
desgranándose ante el efecto desmitificador y multiplicador del Soy132, cuyo
acierto al rechazar al autoritarismo priísta y al duopolio televisivo recibe
creciente endoso nacional y el respaldo implícito del exterior, como el del
rotativo londinense The Guardian.
Aunque hasta hoy se conocerán los resultados
de otras encuestas, en una de ellas apareció AMLO conectándose de manera más
efectiva con los televidentes mientras EPN, libre de toda referencia a su
escandaloso contubernio político-electoral de seis años con Televisa, envió sin
sobresalto su mensaje repleto de guiños a Estados Unidos en torno a dar
continuidad a la política económica y de seguridad del atroz régimen que
agoniza.
Aunque varían las interpretaciones del
silencio de AMLO en torno a un tema tan central como las tretas sucias de
EPN-Televisa en su contra, documentadas por el diario británico, cuya veracidad
luego reforzó con cables de Wikileaks, fue clara su intención de aprovechar
cada segundo para esbozar asuntos tan complejos y delicados como las conexiones
entre la política económico-social, el fenómeno de la violencia y su impacto en
las relaciones exteriores y de seguridad con el mundo, América Latina y de
manera especial, con Estados Unidos. Se pronunció por la colaboración en
materia de empleo, migración, bienestar sobre la de orden militar. Consciente
de la enorme audiencia televisiva puesta a disposición de los candidatos, no
por concesión graciosa del duopolio televisivo, sino por la enorme movilización
de miles de jóvenes que han tomado las calles y las plazas de la nación con una
exigencia democratizadora irrebatible de medios y sociedad, fue el único
candidato que tuvo el acierto de poner las cartas sobre la mesa presentando al
gabinete que le acompaña, compuesto por hombres y mujeres de alto calibre
humano, ético-profesional y reconocida capacidad: de Poniatowska y De la
Fuente, a Druker Colín: consolidó así la confianza sobre la conducción de la
educación y la cultura, las relaciones exteriores, el desarrollo social, las
comunicaciones y transportes; la ciencia y tecnología, etcétera.
Además de los retos para la reconstrucción
nacional por los graves daños humanos y distorsiones a la economía luego de
tres décadas de acatar la condicionalidad atada a todas las líneas de crédito
del exterior, será necesario identificar y vencer los amarres y encadenamientos
afanosamente elaborados para dar continuidad a los horrores de laguerra
irregular que desangra a México y a lineamientos económicos y de política
exterior, como el alud de empréstitos y compromisos con la banca internacional
o el contratismo desenfrenado y anti-nacional en Pemex y Comisión Federal de
Electricidad bajo un esquema foxista-calderonista diseñado por la extinta y
corrupta Enron.
Se requiere detener la entrega de la vasta
reserva minera a firmas extranjeras, por despojo, destrucción y contaminación
ambiental, en medio de procesos de criminalización/paramilitarización,
gestándose lo que en Colombia se conoce comominería criminal. Así la calificó
un jefe de policía de Bogotá, al describir cómo entes criminales se
interesan en el sector porque ya el precio del gramo de oro superó el de
la cocaína.
La integración profunda que Estados
Unidos auspicia en América del Norte e insiste en proyectar de
polo a polo, pese al rechazo latinoamericano al ALCA y a la debacle del TIAR,
por darle la espalda a Argentina en Las Malvinas, es otro rubro en que se pretende
dejar alineado al próximo gobierno, bajo las pautas y requerimientos
económicos y militares de Estados Unidos hacia el hemisferio y el Pacífico.
La Alianza del Pacífico, oficialmente
descrita como una iniciativa de integración profunda para potenciar
el comercio con la región Asia Pacífico, coloca a Estados Unidos como
articulador supremo de la relación estratégica de Chile, Perú, Colombia y
México con esa región. Si desde China se percibe una inusitada agresividad
aero-naval de Estados Unidos, desde Brasilia a esa Alianza se la
califica como un atajo hacia el ALCA, inducido desde TLC con cada
integrante de la Alianza, ahora con unbilateralismo intensivo que incluye
la intromisión profunda de Estados Unidos en materia militar y de seguridad
interna por la vía del Plan Colombia y la Iniciativa Mérida.
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