Casa de citas
Por: Redacción de Sinembargo
http://www.sinembargo.mx/opinion/20-10-2012/10239
Ivonne Ortega Pacheco se ha convertido en un personaje incómodo para el equipo de Enrique Peña Nieto. Claramente es amiga del Presidente electo. Se dijo, durante meses, que sería integrada en el próximo gabinete federal. Pero los señalamientos en su contra crecen y su posición no es más cómoda que la que tuvo Humberto Moreira cuando llegó a la presidencia del PRI. El tema de la deuda que dejó como Gobernadora de Yucatán –que sigue en la oscuridad: algunos dicen que podría alcanzar los 20 mil millones de pesos–, las dudas sobre el crecimiento de su fortuna y la de su familia, así como el reparto de posiciones políticas entre sus parientes e incondicionales, sigue fuera de alguna parte de la prensa. Nada nuevo: Así sucedió con Moreira. Y también como en el caso Moreira, la bola de nieve sigue creciendo hasta que un día será imparable. Hay datos inocultables. El primero, quizás el más delicado por su impacto de corto plazo, es el del crecimiento de la deuda en su gestión. El segundo es el de su fortuna personal y la de su familia, que según allegados y la prensa local ha crecido de manera sospechosa durante un periodo récord hasta ser inocultable.
El tercero es el reparto de posiciones de poder: su hermana, sus primas y primos, su cuñado, sus amigos cercanos han alcanzado posiciones sin que medie el mérito propio. Como en el caso Moreira. Apenas la semana pasada, la revista Proceso dijo en un reportaje: “En una maniobra poco clara, Ortega Pacheco adquirió desde junio de 2008, 11 meses después de tomar el poder, el 75% de las mil 706 hectáreas pertenecientes al municipio de Dzemul, [Yucatán], a precios irrisorios y por encima de la decisión de los 953 ejidatarios. Mil 279 hectáreas de esa zona se las compró por 412 mil pesos a sus tíos Galo Juan Pío, Honorio Gaspar e Inocente Melchor Ortega Coronado. El resto forma parte del rancho El Paraíso, que según el Registro Público de la Propiedad, Ivonne Ortega recibió en donación de su madre, Ligia Pacheco Graniel. La apropiación de estos terrenos de alta plusvalía en la costa yucateca será resuelta finalmente por otro pariente de Ivonne Ortega: el recién electo alcalde de Dzemul, Domingo Ortega Graniel, primo de la exgobernadora e hijo de Inocente Melchor Ortega”. Diario de Yucatán, por su parte, ha documentado un sexenio de excesos. Tanto el tema del enriquecimiento de su familia como los abusos de poder: entregar, sin merecerlo, posiciones políticas a sus parientes cercanos. Y además está el tema de la entrega de concesiones a notables priistas. Es el caso del Gran Museo del Mundo Maya de Mérida. Proceso cita: “La obra faraónica, al estilo de la espectacularidad de la política priista que clonó a Enrique Peña Nieto en el sureste, tiene poco o nada qué ver con los mayas vivientes, los de ahora, los que padecen índices de desnutrición alarmantes; sino con un gran negocio entregado a Carlos Hank González, el nieto de dos grandes ejemplos de políticos para quienes vivir fuera del presupuesto es vivir en el error: Carlos Hank González, El Profesor, y el recién fallecido Roberto González Barrera, Don Maseco”. La gran pregunta es: ¿qué hará Enrique Peña Nieto con ella? ¿De verdad estará dispuesto a traerla a su gabinete presidencial y asumir el costo de su mala fama? Está por verse.
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