martes, octubre 23, 2012

Gatopardismo en el PAN : ÁLVARO DELGADO


Gatopardismo en el PAN


No habrá refundación del Partido Acción Nacional (PAN), como clamaba de dientes para afuera Felipe Calderón, ni reestructuración, como alega con análoga hipocresía Gustavo Madero, menos aún identificación y castigo de los responsables del mayor desastre electoral, político y ético de su historia.
Nada.
En el “Borrador sobre contenido y alcance de la reforma estatutaria”, elaborado por la Comisión de Evaluación y Mejora –que publica Proceso de la edición de esta semana–, no se advierte ni siquiera el boceto de un rumbo nuevo para el PAN en lo inmediato y para el futuro remoto.
En el mejor de los casos se atisba en el PAN el gatopardismo de cambiar para que todo siga igual.
En esta conducta se inscribe el comunicado que Madero mandó emitir ayer domingo, una vez publicado el borrador en el semanario, para reiterar que los procesos de reflexión y reestructuración del PAN irán “hasta las últimas consecuencias” y que esta semana se entregarán los resultados de las consultas que se han realizado esa comisión.
Pura simulación.

Y es lógico: Los responsables fundamentales de la derrota –Calderón y Madero, tanto o más que Josefina Vázquez Mota– no podían ir en contra de sí mismos, a riesgo de que ser respetables al menos por el acto de gallardía de reconocer que han sido un fiasco.
Las 15 cuartillas del “borrador” –elaborado por los 20 panistas de todas las facciones para explicar las causas de la debacle del 1 de julio– son en realidad un informe burocrático, en el que son más relevantes las omisiones que lo que consigna.
Es más, la comisión minimizó y prácticamente eliminó los documentos fuente del “problemario” que elaboró, como el entregado por Fernando Canales Clariond a nombre de otros 31 militates, el de los diputados federales, el de los 19 presidentes estatales, el de los expresidentes nacionales y aun el discurso de Calderón, que fue muy crítico –por lo menos verbalmente– de la condición del PAN.
Con base en este “problemario” se elaboró un cuestionario que respondieron 30 mil personas y, tras consultar a especialistas, se concluyó que en el PAN “no hay una crisis de tipo doctrinal”, sino de congruencia y que, por ello, se deben hacer unos nuevos estatutos para que eso se resuelva. Y ya.
Este es el párrafo más crítico sobre la condición del PAN: “La parte más importante de los problemas que vive son (sic) de naturaleza ética, y esto se manifiesta en una pérdida de congruencia en su acción partidista y de gobierno a través de hechos percibidos como corrupción”.
Luego una obviedad: “Los resultados electorales recientemente vividos no fueron un suceso inesperado, son parte de un largo devenir desde la exitosa campaña de 2000. Durante este lapso hubo señales no atendidas a pesar de que cada proceso electoral nos arrojó un deterioro mayor que su precedente”.
Y tras enunciar que el PAN debe “volver a ser escuela de ciudadanos”, “no encerrarse en sí mismo”, evitar que “la afiliación se manipule indebidamente”, disminuir la conflictividad en sus procesos, aplicar sanciones para prevenir faltas y que los conflictos no lleguen a instancias jurisdiccionales, emite un tronante pronunciamiento:
“Con este listado de temas que deben atenderse, esta comisión afirma que una reforma estatutaria ayuda pero es insuficiente, que el trabajo no será fácil, pues deberemos avanzar en una reforma contra nuestros propios intereses creados y que debemos actuar de manera inmediata y sostenida para recuperar el proyecto ético y político que dio origen a Acción Nacional y que nos permitirá ser nuevamente competitivos”.
Está bien que el PAN piense en elaborar un nuevo estatuto, pero la comisión omite las razones por las que ese partido se colapsó en la elección del 1 de julio y el papel que jugó, en ese desastre, Calderón y su gobierno, que llegó a la elección –no se olvide– con apenas 37% de aprobación.
Habrá que ver si el “borrador” se convierte en el documento definitivo y si éste deja de ser un informe burocrático y timorato, como quien preside el PAN, pero por ahora lo que se perfila es –como lo sabíamos– el gatopardismo.
En el contexto de este informe cobra relevancia la entrevista con Juan José Rodríguez Prats, publicada en el mismo reportaje: “El tema fundamental del PAN es la corrupción”.
Apuntes
En este transe que vive el PAN murió, ayer domingo, Efraín González Morfín, candidato presidencial en 1970 y presidente de ese partido, al que renunció en 1978, debido a su desdibujamiento y a las condiciones semejantes a las de ahora: “El anticomunismo promovido con métodos comunistas de odio, calumnia y engaño, el conservadurismo fascista y demagógico, la manipulación de la religión, el materialismo de los que acuden al espíritu para defender el dinero son, dentro de Acción Nacional, frutos naturales del abandono de la educación política, que fue causa sincera de la existencia del PAN original”. Que en paz descanse…
Comentarios: delgado@proceso.com.mx y Twitter: @alvaro_delgado

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