A falta de argumentos, la mentira como regla : María Teresa Jardí

A falta de argumentos, la mentira como regla

María Teresa Jardí

Puede que los sueldos base sean mucho menores que los trescientos mil millones de pesos de los que habla AMLO que como ahorro la nación mexicana puede lograr cuando tome posesión del puesto —que por decisión mayoritaria y expresada en las urnas por los ciudadanos— y se siente en la silla del Ejecutivo federal. Aunque sólo fuera por eso es que ha sido, desde ya, elegido por la sociedad mexicana de manera mayoritaria como cabeza de un gobierno de austeridad republicana.
Puede que sean solamente doscientos y pico de mil millones los sueldos, pero como a falta de argumentos la mentira se convierte en regla, salta a la vista que el ahorro será muchísimo mayor incluso cuando se cancelen los mentirosos, con relación a los salarios, sobresueldos. Y cuando se dé fin, poniendo el ejemplo desde la cabeza, a las inmorales prebendas de que gozan los magistrados y los ministros de un Poder Judicial que lo mismo se ve obligado a dejar libre a la maestra de una escuela que le propiciaba los infantes a su pederasta marido protegido por la clase política, que a no dejar salir de la cárcel a la Cassez a pesar de estar claro el montaje que como show televisivo armado a modo de poder acusar a una francesa, para “llenarse de gloria” se dio el gustazo de hacerse pagando con el dinero del erario el favorito de quien usurpa, que encabeza en México nada menos que la creación de grupos paramilitares que son los que entre otras cosas sí garantizan el secuestro como una entrada más de dinero amén de como otra forma de implantar el miedo. 
El ahorro quizá hasta sea mayor de lo que ofrece Andrés Manuel. Lo que se dará en México cuando se rescate la cultura ética que ha sido también enterrada en los cementerios de migrantes, por el filtro, al servicio de los yanquis, en que se encuentra convertida la derecha mexicana adueñada del poder “haiga sido como haiga sido”, como la mafia que en el fondo siempre es de corazón la derecha, tan corrupta y tan infame como el otro la que embozada en El Yunque se encuentra, al punto de que los ríos de sangre derramada impunemente para ella no cuentan. Los que se corrompen, como se han corrompido aquí los dueños de los grandes capitales y los propiciadores de esas inmorales fortunas a cambio de la limosna que les tiran esa suerte de personajes, capos del narcotráfico incluidos, no consideran seres humanos a los pobres. De ahí el descaro con el que la Vázquez Mota, una mujer tan siniestra como su amiga la Gordillo, apela a la obtención del voto de las mujeres con mentiras. En lugar de pedir perdón a las madres de los cientos de miles de asesinados a los que se suman los desaparecidos forzadamente y los torturados y los inocentes encarcelados por ser pobres. Y claro, los a modo de manera rauda saliendo a hacer el trabajo sucio en favor de esa mujer imitadora de la cultura que el PRI le dejó a los mexicanos como condena a la pena capital que parecía no alcanzar apelación ninguna hasta la aparición del movimiento estudiantil #Yosoy132.