Carlos Fernández-Vega
México SA
España y su rescateproa
Doloroso, pero necesario
El Fobaproa de Rajoydillo
Rescate a España, titula la prensa de aquel
país, y sanseacabó: asunto resuelto, sin humillaciones y sin
condiciones. Cien mil millones de euros para zanjar el asunto, para
que los barones financieros sigan hinchando sus alforjas, que para eso está la
prole. Esa es la feliz versión del gobierno derechista de Mariano Rajoy, quien
tan preocupado está por el sufrimiento adicional que para los españoles implica
este nuevo atraco, que se fue a Polonia a ver el partido España-Italia (1-1),
donde compartió ánimo y porras con el príncipe Felipe y Letizia, también
atentos al resultado (del futbol, claro está).
Pues bien, en realidad el tan celebrado rescate es
al capital financiero, porque España (léase los españoles) pagará con hambre y
sangre la multimillonaria inyección de recursos al sistema bancario, cuyos
dueños e intereses permanecen intactos. En cambio, los de a pie pagarán con
creces la voluminosa factura. Para los mexicanos no es sorpresa este tipo de
atracos, pues acumulan 17 años (y les falta otro tanto, cuando menos) pagando
puntualmente, quiéranlo o no, los 120 mil millones de dólares del Fobaproa que rescató a
la banca mexicana, que hoy es mayoritariamente trasnacional y ordeñadora.
Tal y como hizo Ernesto Zedillo en 1995,
ahora el despreocupado presidente español Mariano Rajoy, no sólo presume el logro obtenido
(“es un paso en buena dirección), sino que se pavonea: los socios europeos
no han presionado (a su gobierno) para conseguir este acuerdo, que no implica
condiciones sobre la política macroeconómica, es decir, sin ajustes, recortes
sociales o subidas de impuestos; el que he presionado he sido yo. Palabras más
o menos, es la redición de lo dicho por Zedillo 17 años atrás, cuando aseguró
que el paquete de ayuda otorgado por Estados Unidos y el Fondo
Monetario Internacional era incondicional y libre de cualquier
compromiso. Poco después se conocieron los detalles, entre ellos la factura
petrolera como parte de las garantías ofrecidas por el gobierno mexicano.
Ahora Rajoy dice lo mismo: los 100 mil
millones de euros de rescate se han otorgado sin condiciones
sobre la política macroeconómica, sin ajustes, sin recortes sociales sin
subidas de impuestos, es decir, sin todo lo que el gobierno español ya hizo
para que el dinero fluyera. Me voy a la Eurocopa tras haberse resuelto la
situación, y se quedó tan fresco. De todo se liberó España, dice el tal
Mariano, y sólo habrá que seguir algunas recomendaciones de los
socios del eurogrupo (con la batuta de los alemanes, desde luego). Nada
sorprendente en esta época: gobiernos descaradamente cínicos y mentirosos (sólo
hay que revisar las promesas de campaña hechas por este personaje, que más
tardó en pronunciar que en incumplir, llegado a La Moncloa) que negocian
alegremente en lo oscurito y le pasan la abultadísima factura a sus supuestos
gobernados.
Es el viejo truco neoliberal de las medidas
dolorosas, pero necesarias que íntegramente paga la población, mientras
los voraces cuan intocados barones financieros continúan amasando fortunas, el
gobierno entregado a los intereses de aquellos y saqueando a los de a pie. Como
México, España cuenta con unaautoridad reguladora y supervisora del sano
funcionamiento del sistema financiero, y en ambos casos falló estrepitosamente
(aunque en realidad siempre ha sido cómplice de los bancos). Ambas autoridades conocían
la verdadera situación bancaria, la voracidad y los excesos de los barones del
dinero (en el caso mexicano y en el español), pero ninguna metió la mano ni
contuvo la rapiña). Ahora los que nada tienen que ver con la quiebra de la
banca de nueva cuenta son los que deben pagar las consecuencias del festín.
El ministro español de Economía, Luis de
Guindos (quien entre sus gracias cuenta haber sido consejero asesor para Europa
del estadunidense Lehman Brothers, institución financiera que con su quiebra
derramó el vaso en el crac bancario de 2007-2008) fue el encargado de informar públicamente
sobre el rescate, al que se negó calificar como tal: es un préstamo,
y para obtenerlo no se ha cedido soberanía, según dijo. Y lo mejor: los
dineros se utilizarán para tener unas entidades financieras más solventes,
en disposición de dar crédito a las familias y las pequeñas y medianas empresas
españolas, lo mismo que dijo el gobierno mexicano 17 años atrás.
La crónica del corresponsal de La
Jornada en España, Armando G. Tejeda, es espléndida: “España está
oficialmente rescatada. La Unión Europea, a través de los ministros de
Finanzas, aprobó un ‘préstamo’ de 100 mil millones de euros para amparar la
quiebra del sistema bancario, plagado de ‘productos tóxicos’ fruto de la
burbuja inmobiliaria y el modelo económico neoliberal que asumió el país
durante tres décadas. El crédito pasará a formar parte de la ‘deuda del
Estado’, es decir, de todos los contribuyentes y ciudadanos españoles. El
presidente del gobierno, el conservador Mariano Rajoy, no compareció ante los
medios para dar la mala noticia, y mantiene su agenda intacta, que pasa por
viajar este domingo a Polonia para ver jugar a la selección española de futbol.
Finalmente se cumplieron los vaticinios, filtraciones y rumores que el gobierno
español negó por sistema, a pesar de las evidencias que advertían de la
inminencia del rescate”.
La banca rescatada, mientras la tasa de
desempleo supera el 24 por ciento de la PEA (5.6 millones de españoles), la
economía en recesión desde el primer trimestre del año y los índices de pobreza
en aumento, mientras el Estado, con durísimos recortes y ajustes
presupuestarios, es cada vez más débil y atiende menos a los más
desfavorecidos, apunta Tejeda. España, pues, rescatada y Rajoy en el
futbol (remember Calderón en Sudáfrica).
Las rebanadas del pastel
Deja un tiradero atroz, pero al inquilino de
Los Pinos se le cuecen las habas por dejar la mesa servida y cumplir con sus
verdaderos compromisos: Pemex presentó el viernes pasado la versión final del contrato
modelo para que el capital privado (trasnacional fundamentalmente) le
clave el diente al negocio petrolero, constitucionalmente reservado al Estado.
Tal contrato será por 30 años y la paraestatal asumirá todos los riesgos en que
incurra el contratista particular, incluso el daño ambiental. Y por mera
casualidad la española Repsol y la francesa Dowell Schlumberger son las
dos principales contendientes, entre un total de 17 consorcios, para ganar la
licitación por los seis bloques de campos maduros en la región norte, para la
exploración, desarrollo y producción de crudo (La Jornada, Israel
Rodríguez). México, pues, rescatado.
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