jueves, septiembre 29, 2011

Se hacen bolas los ministros : María Teresa Jardí



Se hacen bolas los ministros
Por María Teresa Jardí



Es muy fácil. No está a discusión si la vida empieza en el momento de la concepción o no. Y la inclusión en la Constitución de Baja California es lo que disfraza, además de los problemas jurídicos que trae aparejados, el convertir el aborto en homicidio y toda clase de problemas civiles como el del derecho a la herencia sin ya tener la necesidad de demostrar la viabilidad del que hereda.
En el fondo, aun pensando que sí empieza en el momento de la concepción la vida de todo ser humano, eso de todas maneras no tendría que oponerse, como no se opone la legítima defensa incluso cuando se causa el homicidio del otro para salvar la vida propia, al derecho de la mujer a decidir sobre el espaciamiento de sus hijos tomando la decisión extrema de suspender el embarazo.
El derecho de la mujer a decidir sobre si tiene o no un hijo es un derecho ganado a pulso, con grandes dosis de dolor, y no se vale mentirosamente y menos aún electoreramente, con el llamado de un usurpador, pretender mantener a la mujer en situación de no derechos plenos, haciendo aún más bolas a lo ministros, cuando además lo que se juega en realidad es la continuidad o no del Estado laico.


Las mujeres, relegadas desde siempre --y conste que no soy de las que piensan que las mujeres deben ser convertidas en cuotas--, hemos tenido que luchar por cada derecho que hemos logrado ganar. El voto y el derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo son apenas dos de esos derechos que se ha ido sumando al de no ser obligadas a casarnos al gusto o conveniencia de la familia o incluso vendidas por el padre al mejor postor. Aunque sigan dándose casos de arrinconamiento de las mujeres, en el más amplio sentido de la palabra, en nuestro país.
Antes de la sesión normal de la Corte, por el canal del Poder Judicial pasó la sesión extraordinaria con la que se daba la bienvenida a nuevos magistrados y jueces de distrito recién nombrados. ¿Ni una sola mujer se presentó optando por la obtención del ascenso? Yo conozco a más de una que se habría ganado a pulso el puesto.
La avanzada reforma que en el Distrito Federal se hiciera con relación al derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo de la manera más amplia, es el ejemplo de cambio legislativo que se tendría que estar --en un país que caminara hacia delante-- discutiendo en la Corte.
Y más aún, lo que se esperaría de una Corte realmente al servicio del pueblo mexicano, lo que estarían discutiendo los ministros es el no derecho que, por la vía de facto, se ha dado el desgobierno que usurpa, a asesinar a los sí nacidos.
El derecho pleno a decidir por cada mujer sobre su propio cuerpo no es un derecho cualquiera. La interrupción del embarazo mediante el aborto es, sin duda, una de las más difíciles decisiones que se toman en la vida. Aborto que, por otro lado, no es lo que se legaliza ni lo que se discute, como mentirosamente se está haciendo de manera disfrazada en la Corte por los ministros conservadores, la mayoría, con la doble moral de la derecha.
Un usurpador haciendo un llamado al Senado a reformar para ordenar a los ministros lo que electoreramente supone que le conviene a la derecha para continuar en el poder, mientras cubre de sangre el país con una guerra mentirosa de exterminio con la que paramilitares a modo llevan a cabo una limpia de pobres.

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