MORENA: Una cultura realmente humana : Jesús Peraza Menéndez

MORENA: Una cultura realmente humana

Jesús Peraza Menéndez

Los estrategas de Enrique Peña Nieto preocupados por darle a su candidato una imagen popular, más de carne y hueso, acércalo al mexicano profundo, le metieron un chuj (tejido de lana para abrigar parecido a un jorongo) y un sombrero zinacanteco de ala plana con listoncitos de colores colgados en el perímetro. Pertenecen al grupo tzotzil de los Altos de Chiapas. Zinacantán se localiza un poco antes de llegar a San Cristóbal de las Casas, subiendo por Tuxtla Gutiérrez.
Había que romper con el encanto de la esfera mediática de la banalidad y frivolidad de Televisa y Televisión Azteca, televisoras que diseñan indios inventados, como si se tratara de una réplica de un cuadro decorativo del folklore comercial, con el ideal norteamericano de lo mexicano. Fuertes colores tradicionales en congelados ambientes sin vida en el tiempo y el espacio. Son artesanía para consumo superficial de turistas, que se llevan un pueblo, tal como ellos se lo quieren ver, simpáticos, dóciles en hábitos de labor, cargando jaulas de pájaros, cántaros, tejidos en medio de calles y caminos de empedrados, rodeados de pintorescas casitas de techos de tejas, expenden frutas y flores en tianguis interminables, vaya México de caricatura de Walt Disney.
No consiguieron ni de cerca, un contraste con las naturales reuniones de los desposeídos, los trabajadores despedidos, los pueblos que defienden sus territorios, los campesinos y productores rurales, las combativas mujeres de laa colonias populares, los obreros y obreras en defensa de sus derechos y empleos, los campesinos en la más larga y terrible sequía que se agudiza con el desprecio gubernamental, por su dependencia alimentaria de transgénicos caros e importados. No son los hombres, niñas, mujeres, jóvenes que se reúnen con MORENA y AMLO como su punto natural de enlace que supera toda imaginación-mediática-publicitaria-comercial: MORENA saca al México de los anónimos a luchar por sus derechos a existir a pesar de los medios electrónicos y del desprecio por las masas de la élite.

Claro que en la encuestología-mercadotécnica en su versión propagandística-inductora, Enrique Peña Nieto va a la alza. Pero en su encuestología para diagnosticar el estado de ánimo social que determina al final de cuentas la decisión de por quién votar va a la baja. Y esto en medio de la desproporcionada administración para el uso de los medios electrónicos, evidentemente cargados para promover a Enrique Peña Nieto. El síntoma es que no cuaja la campaña del candidato mediático. Han tenido que cambiar de estrategia, el candidato pierde la presencia que había ganado con los inforcomerciales y la promoción industrial de publicidad. Su encanto personal de actor de telenovela no ha sido suficiente para implantarlo en la voluntad popular. Hay resistencia que no logran remontar los medios ni sus estrategas. Con la amenaza de un golpe espectacular de FECAL, que desborde algún escándalo de los gobernadores, senadores, diputados y presidentes municipales priístas de sus ligas con el narcotráfico y su enriquecimiento con recursos de deuda pública y los impuestos de los mexicanos.
La vida escolar de Enrique Peña Nieto se desvanece en generalidades. Nos dicen sus estrategas estudió la primaria en Atlacomulco, claro, pero lo hizo en una escuela particular religiosa. La secundaria la fue a hacer en Estados Unidos en la Deris Hall School, la preparatoria ni la mencionan, porque estuvo con los Legionarios de Cristo, para luego ingresar a la Universidad Panamericana de la Ciudad de México del Opus Dei. Fue Formado y pertenece a la fuerza más reaccionaria y conservadora, la que actualmente controla el Vaticano con Ratzinger. Lo formaron para dirigir una empresa comercial no un país en profunda crisis de humanidad.
El Opus Dei en el estado de Morelos tenía un “trabajo popular”, formaba a las jóvenes morelenses campesinas para que fueran buenas católicas trabajadoras en las residencias de la cortesana burguesía y mediana burguesía de la Ciudad de México. Nunca les dio la oportunidad de formarse en la Universidad Panamericana cuya misión es: “Desde su inicio, la actividad de la Universidad Panamericana se rige por un espíritu de trabajo bien hecho, la búsqueda incesante de la verdad y el fomento de las virtudes humanas. Estas constantes las comparte con el Opus Dei, institución de la Iglesia Católica cuya misión específica es promover entre hombres y mujeres de todos los ámbitos sociales, un compromiso personal con seguimiento a Cristo y búsqueda de la santidad en la vida ordinaria. Como Ratzinger, Marcial Maciel, Onécimo, Norberto Rivera, Vicente Fox, Martha Sahagún, Felipe Calderón, entre otros santos.”
Enrique Peña Nieto, después hizo maestría en el Tec de Monterrey, lejos, muy lejos de la educación pública, de la cotidiana existencia y lucha del pueblo por la sobrevivencia en el neoliberalismo santificado por el Opus Dei. Igual que Josefina Vázquez Mota, y Gabriel Quadri son estos últimos de la Universidad Iberoamericana; ambos empleados-asesores de la COPARMEX. Los tres proponen entregar en su santo oficio de gobierno PEMEX y la energía eléctrica a los monopolios trasnacionales, son un monstruo de tres cabezas. Resulta que el único egresado de la UNAM es AMLO.
Es señalado AMLO, por un joven panista diputado por un día en la Asamblea legislativa del DF, como “mediocre”, pues tardó en titularse dos décadas (el que esto escribe también, snif, snif…, elegí militar en las luchas sociales), que no obtuvo altas calificaciones y que se formó en la vida pública. Es religioso, pero justo de esa otra posición que han conculcado la teología de la dominación, la que controla la jerarquía católica en México y el Vaticano, lejos de las necesidades del pueblo.
Vicente Fox se tituló también unos meses antes de convertirse en presidente de México. En la práctica, exitoso agente de ventas de la Coca cola, gerente de América Latina. México, el principal país consumidor de refrescos embotellados (de Coca Cola en particular), es también, el que tiene más diabéticos en el planeta y, los niños más desnutridos con Cocacola, sin considerar los daños colaterales de contaminación por desechos industriales. Para hablar de mediocres y de la necesidad de cambiar para hacer otra cultura realmente humana.