miércoles, abril 25, 2012

Rogelio Ramírez de la O : España: próximo rescate


Rogelio Ramírez de la O
España: próximo rescate

Hasta hace poco España ocultó con habilidad su precaria situación. Hoy
se nos muestra como un caso que más temprano que tarde provocará un
rescate mucho más costoso que el de Grecia y políticamente más difícil.

Su situación se percibía erróneamente como problemática, pero con
solución en los términos de la Comisión Europea. Esto porque su deuda
pública era tan sólo 60% del PIB y tanto el gobierno anterior como el
actual, del presidente del gobierno español Mariano Rajoy, habían
adoptado medidas de austeridad. Pero la deuda pública subió a 80% en
menos de dos años. Su problema es la deuda privada en manos de los
bancos españoles. Juntas, la pública y la privada suman más de 150% del
PIB español.

A fines de diciembre el bono de 10 años de Italia estaba en un alarmante
7.2%, cuando el de España era de 6%, indicando una situación más holgada
para el servicio de su deuda. Pero hoy el rendimiento del bono español
ya rebasó al del bono italiano, quedando cerca de 6%, aun después de
ayuda masiva de liquidez por el Banco Central Europeo. De esta ayuda los
bancos españoles absorbieron 60%.


No sólo los bancos españoles han quedado expuestos en su precaria
situación por carteras de préstamos que se deterioran por la recesión.
También ha quedado claro que los únicos compradores de bonos españoles
son sus propios bancos. Los extranjeros han aprovechado la liquidez del
BCE para deshacerse de bonos españoles. El peso de una deuda impagable
se está concentrando en el país.

Por ahora la única fuente de financiamiento se reduce al BCE, el cual,
para evitar una mayor caída en el precio de los bonos de ese país, tiene
que seguir inyectando dinero. Hasta ahora el Banco ha disfrazado el
rescate de España con el financiamiento a sus bancos, sabiendo que éstos
usan el dinero para comprar los bonos del gobierno. Con ello lo único
que logra es ligar más a los bancos y al gobierno al mismo destino.

De ahí que la alarma haya surgido hace dos semanas, cuando se informó
que en marzo la ayuda del BCE a los bancos españoles saltó 50% sobre la
de febrero.

La alarma se justifica por tres problemas. Uno es que la austeridad la
ha sumido en una recesión con 25% de desempleo y 50% para la gente
joven. El segundo es que su economía no es competitiva; casi no tiene
industria y la construcción, en donde es fuerte, va a estar dormida
quizás por una década.

El tercer problema es que su deuda es demasiado grande para que sus
socios europeos comprometan sus propias haciendas públicas en recatarla.
España tendría que pedir de uno a 1.5 billones de euros comparados con
los 370 mil millones que recibió Grecia. Un monto tan grande (150% del
PIB español) le impediría crecer, teniendo que pasar una década pagando
deudas.

Por eso el rescate es muy mala noticia, pues es casi seguro que se
obligaría a los tenedores de bonos a tomar pérdidas, lo que le impediría
acceder al mercado en un largo periodo.

Y de paso contagiaría a Italia. Mariano Rajoy perdió la oportunidad de
su elección para negociar una salida de este problema con suficiente
apoyo de la Unión Europea. Hoy, cuando ya se comprometió con metas
fiscales que no puede cumplir y cuando la recesión le resta apoyo
político, es demasiado tarde. Cada vez su situación se parece más a la
de Fernando de la Rúa, quien pensó que podría mantener la
convertibilidad argentina con el dólar en medio de una recesión parecida.

El rescate causará zozobra en todo el mundo y México, al igual que otros
países latinoamericanos con fuerte presencia de empresas españolas,
tendrá repercusiones.

rograo@gmail.com
Economista


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