viernes, enero 29, 2010

Susana Rappo : Congruencia

Congruencia
Susana Rappo

Según la conferencia de prensa de Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, la recuperación de de la economía mexicana es vigorosa, pronosticando un crecimiento del producto interno bruto para 2010 en un rango que va de 3.2 a 4.2 por ciento, aunque de acuerdo con las últimas cifras del Banco Mundial, la caída en 2010 fue de 7.1 por ciento en términos reales. Lo anterior ubica a la economía mexicana como la de mayor caída en América Latina y cuestiona el proceso de integración a la región del norte, sintetizados en los procesos de liberalización y apertura comercial que volvieron a la economía mexicana mucho más dependiente y vulnerable.
En el más reciente discurso oficial se pone énfasis en la necesidad de fortalecer el mercado interno, buscando generar fuentes internas de crecimiento, lo que a todas luces necesita de políticas públicas coherentes que apuntalen a sectores productivos estratégicos, que además apunten a la recuperación de los salarios reales. La capacidad de compra de la población está directamente relacionada con los que recibe, y en este país de tan grandes contrastes y desigualdades sociales, la brecha para generar un mayor dinamismo económico es grande, siempre y cuando se cambie la apuesta que en los últimos años ha prevalecido.
Generar condiciones que tiendan a fortalecer el mercado interno, con base en el crecimiento de la base productiva nacional, supone el diseño y la aplicación de una política industrial, comercial y de servicios congruente con ese objetivo.
En la actualidad los apoyos brindados a las pequeñas y medianas empresas frente a los estímulos y los privilegios que se han brindado a las grandes empresas trasnacionales que acaparan diversos segmentos de mercado son migajas que poco ayudan a cambiar las condiciones de operación.
Las políticas de empleo promovidas se vuelven inoperantes, y la pobreza extrema tiende a crecer; el saldo de la crisis hasta el último trimestre de 2009 arrojaba un saldo negativo preocupante, ya que 6 millones de mexicanos se encontraban en esa situación, regresando el país a los niveles de 2005, mientras que un 18.2 por ciento se ubica en lo que se denomina pobreza alimentaria.
Este año amaneció con una mayor carga tributaria para los trabajadores y las empresas, al mismo tiempo que la inflación contraía el poder adquisitivo de los ingresos, lo que supone una reducción del consumo. Inflación propiciada por el gobierno al incrementar el precio de bienes y servicios claves para la determinación de costos de la mayor parte de los procesos y que además fija el gobierno.
Fortalecer el mercado interno, más allá de garantizar el abasto, implica generar y apuntalar procesos productivos que garanticen un mayor poder adquisitivo de los salarios, es decir un crecimiento de los mismos en términos reales.
Implica un proceso de redistribución de la riqueza generada, lo que al mismo tiempo supone transparentar y reducir el gasto institucional con que diversas instancias de gobierno operan y que hoy resultan insultantes para un sector muy grande de la población.

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