martes, diciembre 08, 2009

María Teresa Jardí : Cero amor a la patria = gobiernos criminales


Cero amor a la patria = gobiernos criminales
2009-12-08

Por María Teresa Jardí

Y a la inversa: amor a la patria = gobernantes con el apoyo del pueblo. Bien por Evo Morales. Enhorabuena por el pueblo boliviano. Varios siglos después al fin parece que camina, el pueblo boliviano, hacia la verdadera independencia de todo colonialismo. Aunque también es claro que el amor a la patria no es suficiente y se parece bastante al desamor cuando la valentía no es compañera de vida. Dos gobernantes acosados por el imperio gringo.


Evo eligiendo salir de la tutela del padre, al que, por el amor de Dios, Mel Zelaya le pidiera su reinstalación. Dos resultados que eran crónicas anunciadas. El destino de un pueblo en un caso en manos de un hombre valiente. En el otro en manos de un ferviente creyente en que Santa Claus todo lo puede. Ganador es el pueblo boliviano. Perdedor el pueblo hondureño.
Con Zedillo se convirtió en regla lo de las “fiscalías especiales”. Fiscalías, como la CNDH, destinadas a dejar impunes los crímenes, que impunes le interesan que queden a los que nos imponen el sistema neoliberal a la mexicana. En paralelo, repito, con el desarme de la estructura ética de todas las instituciones. Y con el asalto de la corrupción para dar forma a la estructura de las mismas instituciones a las que antes era la ética la que las sostenía. Corrupción que en todas las instituciones mexicanas se ha ido arraigado como la humedad hasta el más recóndito de los rincones.
Lo que no quiere decir que, ni siquiera a los que trabajan en esas instituciones, ni aunque estén de acuerdo con “los beneficios” que la corrupción les produce, ni aunque sientan esa envidiosa admiración a los que por arriba de ellos se encuentran, no les afecte la corrupción a todos los que en las instituciones trabajan, es decir, la corrupción también afecta a los burócratas. Aunque hay que decir también que no todos los burócratas están de acuerdo en lo que ocurre hoy en México y, al contrario, también en ese sector el desagrado empieza a ser inmenso y no sólo porque se ven retratados en los más de 44 mil trabajadores del SME desempleados de la noche a la mañana por Luz y Fuerza del Centro. Ni tampoco porque también empiezan a sufrir las consecuencias de la corrupción de la que disfrutan, repito, pero la que también les afecta. Están hartos, como muchos millones de mexicanos, de que las cosas vayan por los derroteros sin valores ni principios que nos han impuesto. Bolivia es el ejemplo. Un pueblo que construye la identidad, que a los mexicanos nos falta aprobar como la asignatura, pendiente, que nos permitirá regresar al pueblo generoso, solidario, valiente…
La corrupción, una vez que lo ha destruido todo a su paso, sólo favorece a los altos mandos. Sólo hay un grupo beneficiado con la nueva estructura corrupta de las instituciones: el de los altos funcionarios, el de los altos políticos y el de los altos empresarios, con una derrama para sus compinches, que se van reduciendo conforme se va bajando en la escalera, una vez que la corrupción se ha logrado convertir en regla de aplicación del sistema. Luego todos nos convertimos en esclavos.
Vean ustedes. No sé si en todas las instituciones capitalinas y quizá federales ocurra lo mismo. Pero al menos a los trabajadores de la PGJDF les ha llegado una circular en la que se les informa, a los ministerios públicos, que una ayuda que recibían en diciembre cada año como compensación a su bajísimo aguinaldo, que es de alrededor de 2,000 pesos, que reciben en dos pagos, les será entregada este año de la siguiente manera. Recibirán un cinco por ciento en diciembre y el resto se les entregará en pagos de cinco por ciento mensuales, a lo largo de 10 meses, a partir de febrero de 2010.
Si alguien recibía 8 mil pesos, digamos, a los que de entrada se les quitan cada año mil, que bien a bien quién sabe a qué bolsillo van a dar o para qué se usan. Si a alguien le correspondían 8 y le quedaban 7 mil pesos para regalos navideños, la ropa de los hijos y el gasto de la cena de Nochebuena, la comida de Navidad, la cena de Fin de Año y la comida del que inicia, este año tendrán que ser cubiertos esos gastos con alrededor de 325 pesos. El descontento, justificado, salta a la vista.

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