lunes, abril 02, 2012

No mira al pueblo, se mira en el espejo : Jesús Peraza Menéndez



No mira al pueblo, se mira en el espejo
Jesús Peraza Menéndez

Josefina Vázquez Mota recorre sus pasos, obsesivamente se mirar al espejo: ¿Quién es ella?, se pregunta. “A ella nadie le ha regalado nada”, se resigna y confirma, “todo lo que tiene se lo ha ganado con su propio esfuerzo.” ¿De qué nos habla?
Su meteórica carrera-política arranca siendo empleada-asesora de la CONCANACO, más tarde de la COPARMEX, donde elabora política económica empresarial sin rasgos de misericordia. Es una estratega del salvaje modo de acumulación de riquezas a costa de la vida de los que trabajan y producen. Los fraudes bancarios y de la Bolsa de Valores, el saqueo de los bienes públicos con las reformas salinistas y la depauperación de la población, que alcanza a las clases medias de la que ella misma proviene, son resultado de esta política económica en la que se esfuerza, con el narcotráfico y la guerra, todos son negocios desde el poder y contra el pueblo.
De esta plataforma empresarial, su base, como aseguraba George Bush, es la élite. Sin trabajo alguno, accede a puestos políticos. Cámara de Diputados en la LVIII Legislatura por la vía plurinominal, donde ocupó el cargo de Subcoordinadora de Política Económica. Luego Vicente Fox -sin concluir su encargo-, la nombró Secretaria de Desarrollo Social.
Renuncia para incorporarse a la campaña de Felipe Calderón Hinojosa, candidato del PAN a la presidencia. Le compensan nombrándola secretaria de Educación. Choca con su entonces aliada estratégica Elba Esther Gordillo, la que consumo el fraude en la práctica. La vuelven a mandar a la Cámara de Diputados, esta vez en la LXI Legislatura. Es designada Coordinadora de la fracción parlamentaria del Partido Acción Nacional (PAN).

Ha sido, eso sí, intelectual-difusora del discurso de la fracción más reaccionaría-conservadora-empresarial-monárquica-católica, siempre empleada del sector privado, incluso en la vida pública. Esta élite empresarial está convencida de que se merecen todo, con ese dejo de herencia divina y consanguínea que les concede todo,. Incluso el sacrificio de las vidas de los trabajadores, productores, pequeños y medianos empresarios y la naturaleza.
Por eso es la candidata del PAN y, de una parte importante de la administración norteamericana, la que tiene como principal actividad económica la industria de la guerra. De la ultraderecha de América Latina, como el escritor Mario Vargas Llosa y de los del Partido Popular y del Socialista Obrero Español de tendencia neomonárquica-neocolonial-neoliberal que han instaurado servicios coloniales en México, en la banca usurera y lavadora de dinero del tráfico de drogas, en la extracción de petróleo, la apropiación de ecosistemas para explotación turística, en la minería salvaje en territorios indios, con helio-energía, en el Istmo de Tehuantepec y en la construcción de infraestructura y desarrollo residenciales.
Representa la más inhumana y pragmática coalición de mercaderes insaciables y violentos. Pese a esto, Vázquez Mota muestra síntomas de baja autoestima y de inseguridad. Su padre, un pequeño empresario dedicado a la venta de pinturas, la sostuvo para que estudiara en la Universidad Iberoamericana, pero descubrió tarde que está universidad ya no era la que formaba a los “juniors” gerenciales-políticos, sino el ITAM.
Realizó un diplomado sobre Ideas e Instituciones, en este campus, del que egresaron personajes como Pedro Aspe Armella, aquel que decía que el desempleo creciente, producto del modelo neoliberal, “era sólo un mito genial”, cuando millones quedaban en la calle en la pobreza, sin esperanza de futuro. O como Agustín Carstens Carstens, actual gobernador del Banco de México, al que la crisis galopante con sus drásticas expresiones en la desnutrición infantil, el deterioro de la salud pública, el desempleo, el prematuro desahucio del campo mexicano, la violencia ligada al tráfico de drogas, seres humanos, armas, el terror sistémico contra las mujeres, eran síntomas de “sólo un catarrito”. La economía, según estos prominentes gerentes, teóricos de la máxima ganancia, aparece como una actividad desligada de la existencia humana y social. También de ahí viene otro estratega genial: Francisco Gil Díaz, el que gestionó el incremento del IVA al 15% y luego apoyó ilegalmente la venta de Banamex de Roberto Hernández a City Group, condonándoles los impuestos. Son solemnemente implacables contra el pueblo, absolutamente condescendientes hasta la demencia con los empresarios depredadores-criminales.
Bien, todos estos teóricos, ideólogos, líderes gerenciales empresariales-cortesanos repudian la creación, el conocimiento, la formación de estudiantes en la Universidad Nacional Autónoma de México, consideran un “gasto” el presupuesto (de todas las universidades públicas).
Federico Doring, esbirro-operador de baja monta de los monopolios mediáticos y de la ultraderecha, soltó un rumor en la Internet: proponía cerrar la UNAM y rematar los terrenos del pedregal a algún monopolio empresarial. Lo negó, pero Josefina Vázquez Mota lo puso por escrito en su tesis “Informalidad, un problema de legalidad”, de licenciatura. Dejó de ser rumor entonces.
A Vázquez Mota, la soberbia se le mezcla con la aflicción. Su figura ansiosa lograda con abnegación arribista, no luce el estereotipo de la telenovela (tampoco FECAL, pero fue el último recurso de los desesperados monopolios para hacer el fraude contra AMLO en 2006). Los frunces confundidos con la diseñada sonrisa, expresan la necesidad de ser aceptada en el reino de la hija de Enrique Peña Nieto, el de los que no sufren nada y en el que no cabe la prole-de-pendejos del pueblo, ni sus necesidades, aspiraciones, sueños, ni sus universidades, ni sus libertades, que no son una graciosa concesión de los empresarios reaccionarios-conservadores-inhumanos.
Hay que votar contra el neoliberalismo, cualquiera que sea la fracción que lo proponga.

No hay comentarios.: