miércoles, abril 04, 2012

Contradicción esencial : Jorge Lara Rivera



Contradicción esencial
Jorge Lara Rivera
La injuriosa estridencia del autoritario discurso panista en boca de su abanderada alcanza, por falaz, niveles inaceptables hasta para la crispación lexicológica propia de la contienda electoral. Una cosa es que, maleducada y jactanciosa como es, Chepina pretenda hacerse a la mojigata para embaucar a incautos y decir lo que quiere oír el sector más retrógrada y acedo de la sociedad y otra, muy distinta, que venga a calumniar y descalificar a otros partidos con falacias, exhibiendo sus propias ignorancia y contradicción esenciales. Decir en alusión a la oposición más consistente que “no debe permitirse el regreso del autoritarismo”, un rasgo que pinta de cuerpo entero al régimen al que sirve y de que ha sido cómplice, puede revertírsele en su contra, lo mismo que presumir de “demócrata” cuando está más que claro el “dedazo” desde Los Pinos del que emanó su unción como candidata. Eso aparte, claro, de que para haber sido titular de la SEP y legisladora (diputada con licencia) y Coordinadora de la bancada panista en San Lázaro, su conocimiento de nuestra Constitución deja mucho que desear en lo correspondiente a la Libertad de Tránsito de los mexicanos por el territorio nacional que ella consagra, incluyendo Guanajuato, bastión panista, de cuyo acceso quiere hacerse “cadenera” para restringir, algo típico en una fascista, quién puede y quién no tener acceso a él y emplearlo como telón de fondo en spots propagandísticos.
Y eso es decir lo menos, porque respecto a sus promocionales los embustes son demasiado evidentes. Por ejemplo, sale a decir que durante su faccioso paso por SEDESOL en el foxiato construyó “3 millones de pisos firmes”, lo que desde luego calla es el modo sesgado como en ese lapso se adquirieron los materiales, tal cuestionó la Auditoría Superior de la Federación a la cuenta pública de ese período; y peor, el uso politiquero que dio a la entrega de tales fondos públicos federales aportados por la Nación para apoyar a los que menos tienen, primero asignándolos a sus correligionarios y simpatizantes, y luego partidistamente para inducir y coaccionar el voto en campañas subsiguientes. Algo también tuvo que ver su ineficacia con el recurrente y criminal subejercicio de esos recursos que derivó en el surgimiento de 7 nuevos millones de pobres muy pobres, y en el ensanchamiento de la brecha de desigualdad que signan la ya casi docena de años de panismo padecido por México.

Pero es al arrogarse supuestos logros en materia de calidad educativa donde sus alardes se tornan ridículos por desproporcionados e increíbles. Basta revisar el lucrativo negociazo que resultó la Enciclomedia y la falacia de su realización operada desde SEDESOL cuando ella la dirigía. Pero no sale mejor librada de su nefasto paso por SEP ya que su proyecto de la “Escuela de calidad” con “valores” y “criterios empresariales” redundó en notorio fracaso que Alonso Lujambio Irazábal, su sucesor (quien superó la corrupción imperante allí con el despilfarro del Bicentenario-Centenario y la Estela de Luz), en vano intentó minimizar ante lo apabullante de los pobres resultados obtenidos por estudiantes en PISA, prueba trienal de los 65 países de la OCDE donde México quedó en último puesto.
En cuanto a su pregunta de si “¿confiarías la educación de tus hijos a un profesor que heredó o compró su plaza?”, apenas es necesario decir la desconfianza que tal interrogante despierta cuando –está documentado– Chepina misma mantuvo en nómina como profesor al narco Servando Gómez Martínez, “La Tuta”, permitiéndole cobrar sueldo de docente durante su gestión en SEP.
Y cuidado Chepina: dar beoda o dopada una entrevista es arriesgado, pero lo es más ser traicionada por el inconsciente en público para afirmar “aumentaré ¡el lavado de dinero!” y que se buscará “cadena perpetua” contra los funcionarios corruptos, algo como hacerse el harakiri en el PAN-Gobierno, en especial el gabinete de hampones hoy a cargo. A propósito, el IFAI ha dispuesto que Los Pinos haga público el gasto en bebidas alcohólicas que se consumieron en el sexenio. No vaya a ser la de malas.
Por cierto, eso de que no hay mal que por bien no venga podría ser verdad: a la bajeza e impunidad del cardenal yunquista Juan Sandoval Íñiguez con sus llamamientos a votar contra el candidato del PRI debemos la oportunidad de entender a cabalidad qué tan retardatario y peligroso para la libertad, conquistada con sangre por el pueblo en largas y dolorosas luchas históricas, significa permitir al avorazado clero participar –¡¿más?!– en política, poseer medios de comunicación y hacer proselitismo en las escuelas públicas con pretexto de una “verdadera” libertad religiosa.



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