Ricardo Monreal Avila
Una propuesta progresista para los jóvenes
(I)
A 80 días de la elección presidencial, el grupo de electores indecisos
crece. Según el reporte de diversas encuestas, oscila entre 25 y 33%, de
una cuarta a una tercera parte. Hasta el momento, las campañas en curso
no los han impactado y esto es una mala noticia para todos los
partidos, sobre todo si nos percatamos de que el grueso de este
electorado está constituido por jóvenes.
El sector juvenil cobra vital importancia ante los próximos procesos
electorales si consideramos que, con base en datos del IFE, este año
estarán en posibilidades de votar 23.5 millones de jóvenes de menos de
30 años. En una encuesta realizada en diversas universidades sólo un
19.3 por ciento considera que el voto es obligatorio, frente al 80 por
ciento que opina lo contrario. Y en un reportaje publicado en el
periódico Milenio (15 de enero de 2012) se incluyen los siguientes
datos: en México habitan 36.2 millones de jóvenes entre 12 y 29 años, de
los cuales el 77 por ciento está de acuerdo en votar en las siguientes
elecciones.
Pero, más allá de especulaciones, lo que es un hecho es que el sector
juvenil ha quedado relegado de las promesas de campaña, y quizá los
jóvenes, junto con la cultura, son los rubros olvidados de los planes de
gobierno de los candidatos presidenciales del PRI y del PAN, pero no de
Andrés Manuel López Obrador ni de la coalición de izquierdas denominada
Movimiento Progresista.
En un programa de 19 propuestas puntuales ha quedado incorporado el
compromiso de AMLO con los jóvenes del país, donde se contemplan
aspectos educativos, de empleo, de salud, de cultura y deporte, así como
de participación política. A continuación desglosamos estos
compromisos.
Educación: Uno de los pilares fundamentales para el desarrollo del país
es la educación, y ante el abandono y deterioro de la misma, declaramos y
proponemos que:
1.- Asignar el 3% del PIB a las universidades públicas del país.
Al no ser la educación superior una prioridad dentro del modelo
económico neoliberal, a las universidades públicas se les ha ahogado
presupuestalmente desde hace por lo menos veinte años. Esta situación se
traduce en aulas e instalaciones sin mantenimiento, bibliotecas con
libros no actualizados, laboratorios deficientes y una planta docente
mal remunerada y mal capacitada.
Por tal motivo, se propone la asignación fija del 3% del PIB a las
Universidades Públicas del país. Este porcentaje sería independiente del
que se le asigne a la investigación científica, el cual se propone sea
del 2%.
2.- Incrementar la matrícula de la educación superior como mecanismo
para frenar la exclusión educativa de los jóvenes mexicanos, a través de
la creación de cinco universidades regionales.
Cada año, miles y miles de jóvenes mexicanos que realizan examen para
ingresar a una institución de educación superior pública son rechazados
por falta de espacios.
En ese sentido, proponemos el incremento de la matrícula a través de la
creación de por lo menos cinco universidades regionales, para que en su
primera generación absorban a por lo menos 100 mil estudiantes, y
disminuyan las desigualdades educativas entre las regiones geográficas,
ya que no responderían a necesidades estatales, sino regionales. A la
par consideramos necesario el fortalecimiento de las instituciones
educativas ya existentes, a través de incrementos presupuestales reales,
como lo son las universidades estatales, la UNAM, el IPN, la UAM, etc.
3.- Garantizar constitucionalmente la responsabilidad del Estado en materia de educación media superior y superior.
El Estado debe garantizar constitucionalmente la educación pública y
gratuita en todos sus niveles, por lo que se propone se modifique el
artículo 3º Constitucional y se señale de manera explícita que el Estado
impartirá educación preescolar, primaria, secundaria, media superior,
superior y postgrado.
4.- Supervisión de la calidad educativa impartida por escuelas privadas y
demanda de mayor porcentaje de becas en universidades privadas.
Debido al problema de la ausencia de oportunidades en universidades
públicas, se han generado una serie de servicios educativos de mala
calidad, las llamadas “universidades patito”. Asimismo, el incremento de
las universidades privadas ha acentuado la exclusión social al
proporcionarle el servicio exclusivamente a aquellos con capacidad
económica.
Por tal motivo, se propone una evaluación rigurosa a las nuevas
instituciones de educación superior. Asimismo, se debe demandar a las
universidades privadas cumplan con las tres funciones de toda
universidad: la generación de profesionistas, la investigación
científica y la difusión y extensión de la cultura.
Empleo: El problema del desempleo es estructural y está directamente
determinado por el actual modelo económico neoliberal vigente. De
acuerdo con el INEGI, en los últimos 20 años se ha acumulado un déficit
de 9.8 millones de plazas laborales. Los principales afectados de esta
situación son los jóvenes, quienes al llegar a la mayoría de edad no
encuentran ingreso al mercado laboral formal, engrosando las filas del
subempleo y desempleo abierto. De tal forma que resolver el problema del
desempleo depende de una transformación estructural del modelo
económico; sin perder esta perspectiva se propone lo siguiente:
5.- Garantizar empleo a los egresados de las universidades.
El problema del desempleo en los jóvenes profesionistas es
particularmente grave. Es moneda corriente el empleo de profesionistas
en ramas no afines en su especialidad, el subempleo de los mismos y la
dificultas de ingresar al mercado laboral por ausencia de experiencia.
Por ende, se propone que las prácticas profesionales sean efectivamente
suficientes para adquirir experiencia y se anule de una vez por todas el
falso argumento de la falta de experiencia para contratar gente nueva.
Asimismo, se demanda de manera contundente el fin a la discriminación
practicada por la iniciativa privada hacia los egresados de
universidades públicas. Finalmente, que el nuevo modelo de desarrollo
que conllevaría necesariamente un nuevo proyecto alternativo de nación,
contemple de manera seria la inserción de los nuevos cuadros
profesionistas al mercado laboral.
6. Derechos y garantías laborales para los jóvenes que tienen empleo.
Ante la falta de oportunidades en la educación y la dura situación
económica que atraviesa el país, los jóvenes se emplean sin prestaciones
sociales y con niveles bajísimos de salario.
Por lo tanto, demandamos el justo ejercicio de sus derechos laborales, y
nos manifestamos contra la reforma laboral que pretenden imponer PRI y
PAN, que intenta terminar con la libre asociación para formar sindicatos
y el derecho de negociar contratos colectivos; finalmente, nos oponemos
a los contratos de prueba, y demandamos igualdad de oportunidades de
ingreso y salario para las mujeres (continuará).
ricardo_monreal_avila@yahoo.com.mx
Twitter: @ricardomonreala
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