Astillero
Julio Hernández López
Conforme al guión
Triángulo electoral
Imposición anunciada
De la Madrid; Carpizo
Crónica de una telenovela anunciada. Chico guapo se
pasea por el país luciendo dentadura, copete y buen porte, vendiendo promesas
firmadas ante notarios públicos y derrochando recursos en propaganda, utilería
y relaciones públicas / políticas / electorales. Señora de la casa, con
especialidad en declamar rutinas de superación personal, se esfuerza en
producir cotidianamente pifias como la más reciente, la pronunciada en Puebla
al anunciar que fortalecerá el lavado de dinero. Amoroso reincidente lucha por
sobrellevar adversidades que le son impuestas por la dupla priánica, pragmática
y poderosa, mientras en su entorno hay sospechas de traiciones sabidas y
oportunismos en espera. Un último personaje, llegado de última hora al Panal
que es propiedad de una profesora, busca por su parte los efectismos más
adecuados para hacerse sentir en una pelea cuadrangular que en realidad es
triangular.
Santa semana de arranque de las campañas
electorales que ha mostrado en tres pinceladas el mural por todos tan sabido.
Peña Nieto está gastando ríos de dinero, sin supervisión alguna, en una
estrategia múltiple de consolidación de una imagen, no de un proyecto ni un
liderazgo. Entre menos hable sin apuntador mejor será para el mexiquense, que
ha pedido refugio político en la poderosa república del espot. Batalla aérea
con las grandes televisoras como aliados definitorios mientras a ras de tierra
se mueven las tropas de depredación electoral cuyas malas artes aún no son
advertidas de manera masiva porque las grandes mayorías siguen manteniendo la
vista puesta en la pantalla controladora.
Josefina sufre porque, a fin de cuentas,
pareciera que no ha podido consolidar, o no se lo han permitido, un auténtico
equipo de trabajo. Cuando no es ella la que se equivoca son los miembros de su
variopinto entorno o, como ha sucedido con trabajadores de Mexicana de Aviación,
es la herencia de enconos que le deja su correligionario Calderón la que se le
aparece y entromete para echarle a perder sus planes de activismo electoral
hasta ahora más que accidentados. Vázquez Mota no parece haberse montado de
verdad en el tren de su propia candidatura, como si hubiera espíritus
contrariados que en su propia casa se asomaran para provocar enredos y sostener
una precariedad inquietante. Por el bien de ella, primero debería arreglar su
equipo de trabajo la candidata panista, antes de que un mal día de estos la
vuelvan a meter en problemas no necesariamente involuntarios.
López Obrador sostiene que perdona pero no
olvida, y aun cuando en las plazas públicas sigue teniendo buenos resultados en
cuanto a asistencia y adhesiones, comienza a advertir el cuadro de desigualdad
institucionalizada en el que se mueve. Dado que no puede contradecir de golpe
la amorosidad tras la que se ha parapetado en esta coyuntura electoral, el
tabasqueño va dejando constancia de los términos inaceptables en que se va
desarrollando la contienda presidencial, frente a un aparato peñanietista que
cuenta con recursos económicos y materiales de toda índole y un josefinismo que
pronto recibirá apoyo abierto del aparato gubernamental federal para que el
jefe pinolero tenga las opciones de continuar peleando por la posibilidad de la
continuidad o para que negocie en mejores condiciones la rendición de la plaza
femenina para mejor servicio del interés de la familia Calderón-Zavala.
Imposición es la palabra, aunque el romanticismo
tardío del pejismo 2012 apenas va pronunciándola en términos exploratorios.
Imposición a través de los medios televisivos que diariamente fabrican el menú
nacional para el consumidor cautivo que así va forjando su percepción de la
realidad conforme a los intereses, los vetos y las promociones que convienen a
los concesionarios de esas señales públicas. Es muy temprano, ciertamente, para
escribir con tinta fuerte ciertas palabras, pero desde ahora conviene tomar en
cuenta los indicios y las evidencias de la gran maquinación en curso. Ya
veremos.
La muerte de dos personajes marcadamente
relacionados con el salinismo permite reflexionar no solamente sobre lo que
significaron Miguel de la Madrid y Jorge Carpizo, sino además, en la
circunstancia electoral que vive el país, sobre el modelo priísta que hoy esa
misma corriente impulsa con Enrique Peña Nieto como candidato presidencial.
Miguel de la Madrid representó en su
momento el encumbramiento de la tendencia tecnocrática y neoliberal, no tanto
porque ése fuera su proyecto personal, pero sí porque a partir de su
postulación como virtual presidente de la República (cuando el arribo a Los
Pinos estaba garantizado a partir de la simple adquisición de la postulación
por el hegemónico PRI) permitió el desarrollo político del grupo encabezado por
Carlos Salinas de Gortari. De la Madrid ejerció una presidencia que tuvo sus
momentos más criticados en 1985, con el sismo ante el cual la grisura
burocrática no pudo colocarse al frente de la movilización social que el drama
requería, y en 1988, con la instalación como sucesor de Carlos Salinas de
Gortari frente a una irrupción electoral en favor de Cuauhtémoc Cárdenas. Hoy,
luego del choque personal de CSG con su sucesor, Ernesto Zedillo, y de los 12
años perdidos de panismo en el gobierno, el salinismo cree llegada la hora de
la revancha plena, convertido el ex presidente en uno de los principales
factores de apoyo y asesoría al manipulable Peña Nieto.
El jurista Carpizo, por su parte, deja en
el claroscuro de su trayectoria profesional el testimonio de la lucha por
acomodar la técnica jurídica al servicio de ciertos proyectos políticos. Así
sucedió cuando fue funcionario público, en particular como secretario de
Gobernación, y también como creador de instituciones de mediatización de la
irritación social, como la Comisión Nacional de Derechos Humanos, aparato
consumidor de enormes cantidades de dinero público para hacer como que se
atienden las denuncias ciudadanas y como que se busca cierta dosis de justicia
que nunca llega. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
No hay comentarios.:
Publicar un comentario