Falacia macroeconomista : Jorge Lara Rivera

Falacia macroeconomista

Jorge Lara Rivera

Hasta Cartagena de Indias, Colombia, ha ido el jefe del Ejecutivo federal a propalar embustes, no obstante que los saldos económicos de su gestión sobreabundan en fracasos. Eso sin mencionar la sanguinaria violencia que desató (60 mil muertes al menos, aunque Estados Unidos estima que son 150 mil). Alardeando de los invisibles “logros” de un régimen fallido, ignominiosamente servil con los dictados e intereses de la Casa Blanca, el “cachorro del imperio” (presidente Hugo Chávez, dixit) ha querido pontificar a los países reunidos en la Cumbre de las Américas y a los empresarios de la Cumbre Empresarial 2012, sobre las “bondades” de la globalización y el comercio sujeto a los tratados “libres” que promueve Estados Unidos, negando posibilidad a cualquier otra opción de desarrollo y crecimiento en Latinoamérica.

Inflación, infraestructura y competitividad fueron sus premisas para jactarse ante el público de la idílica y edulcorada imagen que dio de México merced a un supuesto “control inflacionario” que la realidad desmiente con la terrible pérdida del poder adquisitivo del salario mínimo y la inocultable depauperación de 80 millones de los 112.5 que somos los mexicanos, pero sobre todo el monstruoso endeudamiento público –4.5 billones de pesos– sin que se note para qué sirvió, y asimismo una “infraestructura” de simulacro por lo reciclada, con cifras engañosas de miles de kilómetros de “carreteras nuevas construidas” que en realidad sólo recibieron mantenimiento, inauguración de refinerías cuyas obras de reconversión en Poza Rica, Veracruz, sólo empezarán a beneficiar al país hasta el 2015 o la mega construida en Hidalgo, lista hasta 2016, mientras los reportes internacionales de la OCDE y la OMC registran que la “competitividad nacional” bajó en los últimos 10 años; lo cual ejemplifica la vergonzante dependencia del país de las remesas de divisas enviadas por los braceros, superior al turismo e inmediata a la renta petrolera; la capitulación al entregar el petróleo del Golfo a intereses estadounidenses y el retroceso automotriz ante Brasil. El reiterado raquítico crecimiento económico (4,3, 3.5, etc.) durante el panismo, cuando hasta antes de 2000 se crecía a niveles superiores al 7%, es suficiente para desacreditar sus embustes.
Si no fuera bastante, respecto a sus involutivas recetas de ¿progreso?: desregulación entreguista, reformas estructurales propatronales, y transas voraces documentadas (en CFE, PEMEX, IMSS, ISSSTE, SCT, SAGARPA) de la alta burocracia federal –que en su sexenio creció como plaga para pagar favores políticos a quienes lo ayudaron a hacerse con el poder “haiga sido como haiga sido”–, pero igual la ilegal (aunque cobarde y venal la Suprema Corte lo avale) desaparición de la Cía. de Luz y Fuerza del Centro, la quiebra de Mexicana de Aviación , el cierre de cerca de 250 mil empresas en los últimos 4 años y los cerca de 14 millones de mexicanos desempleados, amén de los millones de braceros que nos colocan como el 3er. país expulsor de trabajadores (tras China e India que superan varias veces nuestra población), son elocuentes de su “efectividad”.
A propósito, pese a ese gris trasfondo, el Senado aprobó elevar la cuota al FMI sin importarle que la OMC advierte que el comercio mundial crecerá sólo 3.5% en lugar de 5% como en 2011, o sea: NO crecerá, se reducirá. Lo que puede desbordar y agravar la ya amenazante expansión de la pobreza en el país.
Al respecto, en spots y mítines Chepina, la que quiere “fortalecer a todas las instancias que favorecen el lavado de dinero”, continúa mintiendo con descaro, arrogándose la autoría del programa Oportunidades que en realidad es un logro salinista, consolidado por Ernesto Zedillo. Considerado por la ONU como uno de los más exitosos programas de combate a la pobreza, su origen fue priísta bajo el nombre de PRONASOL y el oportunismo panista lo rebautizaría luego en el foxiato, que es lo que omite la desinformadora propaganda blanquiazul.
Y hablando de oportunismo: a la lista de los inconfesables planes panistas si conserva el poder, su palero del PANal, el junior oportunista Gabriel Quadri de la Torre, añadió la vileza de querer retomar el proyecto para el Aeropuerto de Texcoco (muy lucrativo para intereses particulares) pasando sobre los derechos de los comuneros de San Salvador Atenco, mediante el mismo recurso autoritarista seguido contra el SME en el caso de la Cía. de Luz y Fuerza del Centro, bajo pretexto de “los intereses generales de la sociedad”.