sábado, abril 07, 2012

Conjuros y confabulaciones: Conjuros y confabulaciones


Jorge Lara Rivera
Conjuros y confabulaciones


Corre la especie de que las palabras son sagradas. Violentarlas –traicionarlas– entraña riesgos impensados. Así se piensa al menos entre letrados. Y hay palabras que son demasiado grandes –grandiosas– para la pobre humanidad de alguna persona que sin otro mérito que su soberbia y astucia malintencionada se quiere pasar de lista usufructuándolas. Tal es el caso de Chepina y esa deleznable PANdilla a la cual pertenece.


Los contratiempos reiterados que la flamante candidata impuesta por “dedazo” desde Los Pinos siguiendo un “script” dizque “democrático” (que incluyó una pasarela de hampones, costeada con despilfarro de recursos públicos desviados facciosamente), así lo evidencian.



No importa que los spots del marketing político de la yunquista Josefina Vázquez Mota edulcoren su perversa pero lucrativa “trayectoria” al servicio de la oligarquía y los intereses ajenos a México: “Honradez”, “sencillez”, “respeto”… le quedan demasiado grandes. A juzgar por los más recientes incidentes que ha tenido que encarar resulta obvio en demasía que tales palabras la rebasan y repelen su ambición de poder, su mezquindad sin escrúpulo y oportunismo vil que afloran sin embargo de toda la parafernalia simuladora desde el poder puesta a su servicio para construirle una imagen “decente” no obstante su tan hipócrita conducta. No es casual que en Morelos, estado largo tiempo bajo férula panista y donde adictos al régimen han formado rápido fabulosas fortunas ligadas al narco con el amparo del PAN-Gobierno, la gente –incluso correligionarios– reclame airadamente en un restaurante a Chepina por todas las decepciones y fiascos padecidos con sucesivos gobiernos de Acción Nacional: el continuo aumento de impuestos, el alza de las gasolinas, del gas LP, la falta de empleo y el imparable deterioro del poder adquisitivo de los salarios. Tan intensas fueron las quejas que la jactanciosa candidata tuvo que salir huyendo del lugar. No puede atribuirse tampoco sólo a la mala fortuna el haber coincidido acompañada de sus esbirros para repartir propaganda en la carretera Cuernavaca-México con desempleados del SME, de esos 46 mil a quienes el gobierno de cuya camarilla forma parte despojó de su fuente de trabajo (la Compañía de Luz y Fuerza del Centro) arrebatándoles a sus familias el ingreso con un acto de autoritarismo metaconstitucional que rebasó las facultades del Ejecutivo Federal y convalidó, cobarde, la servil Suprema Corte de ¿Justicia? de la Nación y sus venales y apocados ministros. Era previsible la destemplanza –“¡Ni un voto al PAN!”– con que ambos grupos compitieron por la atención de la gente. Es el principio de esa tempestad, cosecha de su siembra de vendavales. Ni que a pesar de sus alardes de “democráticos”, la realidad desmienta todas esas simulaciones, tal sucede en Veracruz adonde había previsto trasladarse para una gira el domingo pero, dado lo caldeado de los ánimos al interior blanquiazul, se decidiera por cancelarla “hasta nuevo aviso”. De ahí se sigue que Roberto Gil Zuarth descubre que a punto de perder el poder y sin autoridad moral es difícil ordenar. Cómo puede Chepina hablar de “respeto” y pontificar sobre “ética y valores” si es incapaz siquiera por elemental congruencia de acatar las leyes federales. Su actuar en SEDESOL estuvo lleno de corruptelas y por facciosa y electorera violaciones a la ley; de contradicciones como la contenida en el spot de “pisos firmes” donde el niño en el suelo lleva pañales ¡desechables! Ya parece que la gente pobre tiene para comprarlos. Su conducta en la SEP dista mucho de lo que pretende hacer creer en los spots: ¿Quién confiaría en una ex funcionaria cuyo programa “Escuela de Calidad” con “valores y criterios empresariales” colocó a estudiantes de México en el último lugar entre los 65 países de la OCDE en la prueba internacional PISA y quien por razones inconfesables encubrió al narco Servando Gómez Martínez, “la Tuta”, permitiéndole cobrar una plaza sin concurso por “habilidades” no especificadas? Es típico del panismo vanagloriarse de “legalidad” (hay cretinos en los medios que repiten ese infundio) cuando les conviene, pero la infringen si estorba sus retorcidos fines. Abundante es la lista de ejemplos de esta doble moral… Su queja contra 6 gobernadores del tricolor ante sus aliados confabulados en el IFE y el TEPJF hiede a maniobra, a jugarreta sucia, se curan en salud para tender una cortina de humo y dejar impune el vergonzante incidente de la reunión proselitista de Chepina en una escuela, en flagrante violación a la Constitución y el COFIPE, tal documenta la denuncia del PRI ante ese IFE que suele desviar la mirada cuando está involucrado el gobierno y miembros de su partido oficial.

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