Carlos
Fernández-Vega
México SA
Banca: que 22 años no es nada
CSG: democratizar el capital
México: concentración financiera
Allá por mayo de 1990, cuando Carlos Salinas de
Gortari, entonces inquilino de Los Pinos, anunció la reprivatización de la
banca mexicana, uno de los pretextos más utilizados fue aquel que juraba y
perjuraba que con tal disposición se democratizará el capital financiero
en el país, al tiempo que se estructurará un sistema financiero más
eficiente y competitivo; se garantizará una participación diversificada y
plural en el capital, con lo que se impedirán fenómenos indeseables de
concentración, y se vinculará la aptitud y calidad moral de la administración
de los bancos con un adecuado nivel de capitalización.
Pues bien, 22 años después de tan pomposo
anuncio, lo único que en los hechos logró –no sin la decidida ayuda de Zedillo,
Fox y Calderón– fue la extranjerización del sistema financiero que opera en
México y el saqueo de los mexicanos por las dos vías: la bancaria (por medio de
altísimas tasas de interés e inagotables comisiones que esas trasnacionales no
osan aplicar en sus respectivos países) y la gubernamental (factura total a los
habitantes de este país por el Fobaproa, y connivencia con el capital
financiero-especulativo que no aporta nada al crecimiento del país).
Por lo demás, el extranjerizado sistema
financiero que opera en México registra plena concentración, inexistente democratización del
capital”, y –tal vez lo más notorio– absoluta carencia de calidad moral en la
administración de los bancos. Eso sí, se registra un adecuado nivel de
capitalización a costillas de los mexicanos, sin que ello se traduzca en un
estímulo para el crecimiento y el desarrollo nacionales. Por el contrario, sólo
sirve al capital financiero-especulativo para incrementar sus caudales y al
gobierno federal para presumir lo bien que van las cosas en este
país.
¿Qué fue de aquella tesis salinista
(democratización del capital bancario y evitar la concentración)? Hoy
tiene el siguiente perfil: controlan seis bancos el mercado en México; se
reparten entre 75 y 85 por ciento de la actividad financiera y se mueven como
oligopolio; la mayoría de instituciones extranjeras prefiere no cotizar en la
bolsa; para las autoridades sería una forma de regularlos y transparentar sus
actividades; las filiales de Banco Bilbao Vizcaya Argentaria y Santander, las
de mayor rentabilidad operativa en 2011 (La Jornada, Roberto
González Amador). Y lo más llamativo es que lo anterior ha sido denunciado por
uno de los integrantes de ese oligopolio (la trasnacional Citi, dueña de
Banamex).
Antes de que, en 1982, José López Portillo
estatizara la banca comercial, resultaba más que obvia la concentración
existente en ella; en los hechos, la llamadanacionalización bancaria de
JLP sólo duró tres meses, los últimos de su mandato, porque más tardó Miguel de
la Madrid en instalarse en Los Pinos, que en decretar ladevolución (junto
con las decenas de empresas productivas y de servicios ligadas a las
instituciones financieras) de 34 por ciento de la banca a sus dueños
anteriores. Durante su campaña electoral, Salinas de Gortari negoció con el
gran capital la reprivatización total del sistema financiero, y lo concretó
entre 1991 y 1992. Se la vendió (es un decir) a sus amigos, quienes la
reventaron de forma brutal, y sacaron enorme raja de todo eso; llegó el
brillante Zedillo, y consideró que la mejor forma de salir de la bronca era
cargarle la mano a los mexicanos (que paguen el Fobaproa) y entregar las
instituciones y el sistema financiero al capital extranjero. Fox aceleró el
proceso, y Calderón es el hombre más feliz de la tierra y repite que repite
aquello de que México tiene una banca sólida. Y nadie pagó un centavo de
impuestos por esedemocratizador traspaso.
La Jornada (Roberto González Amador) nos ilustra: cinco
de los siete bancos más grandes de México tienen compañías matrices
extranjeras, característica que diferencia al sistema bancario mexicano frente
al de otros mercados emergentes o en desarrollo. En el contexto de grupo, de
los bancos propiedad extranjera la rentabilidad en México sólo es relevante en
el caso de BBVA, respecto de las utilidades que aporta al grupo. (En 2011 la
filial mexicana aportó alrededor de 35 por ciento de las ganancias del grupo).
En general, las utilidades latinoamericanas representarán 60 por ciento de la
rentabilidad en 2012, tanto para BBVA como para Santander.
Y agrega: “BBVA Bancomer es el banco más
grande del país en prácticamente todas las mediciones, con una quinta parte del
total de activos, y mayor participación en cuanto a depósitos y créditos.
Banamex es el segundo en tamaño. En un segundo grupo de bancos se encuentran Santander
México y Banorte (el único de capital nacional), los cuales están cerca de
Banamex en términos de créditos, y HSBC México, con un volumen similar de
depósitos, pero con una cartera de créditos mucho más pequeña. Inbursa y
Scotiabank, agrega, se ubican en un tercer grupo de bancos, con la mitad del
tamaño de los bancos del segundo grupo… El alto nivel de propiedad extranjera
ha desatado un debate en México, especialmente en círculos políticos y en la
ejecución de las políticas aplicables, sobre si una mayor participación de los
bancos puramente mexicanos impulsará el crecimiento económico y el crédito
interno”.
En 22 años la banca en México ha
transitado de la reprivatización al rescate, y de allí al saneamiento para
ser mayoritariamente extranjerizada. Muchos, muchísimos discursos
gubernamentales a favor de la democratización y todas las sandeces
que les ocurre, para terminar en el mismo sitio (léase para no moverse del
mismo sitio): dos décadas y pico después, la concentración financiera es la
misma, con las mismas instituciones, pero ahora propiedad del capital foráneo.
Es obvio, pues, que ni el gobierno ni los barones del dinero tienen la menor
intención de alterar el estado de cosas. No sería negocio para ellos.
Las rebanadas del pastel
Para la memoria: en 2006, poco antes de que Felipe
Calderón se instalara en Los Pinos, el Banco Mundial (La trampa de la
desigualdad y su vínculo con el bajo crecimiento en México) advertía
que el sistema bancario (en México) ha demostrado un historial de alta
concentración en unos cuantos bancos con el otorgamiento de créditos canalizado
a unas pocas empresas grandes, a menudo relacionadas con los dueños de los
bancos y en términos preferenciales. Las reformas realizadas luego de la crisis
de 1994 aunque limpiaron el sistema, lo llevaron a concentrarse aún más. La
proporción de activos en manos de los cinco principales bancos del sistema
financiero mexicano pasó de 74 por ciento en 1994 a 88 por ciento en 2001,
convirtiéndolo en uno de los sistemas bancarios más concentrados del mundo… Hoy
le ponemos la velita número 11 a México SA. ¡Salud!
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