¿A quién sirve la LXII legislatura federal?
Por: Virginia González Melgarejo
La manera como ha empezado su trabajo la LXII Legislatura
federal, que entró en funciones el pasado 1 de septiembre, nos da un panorama
desolador de lo que padecerá el país en los próximos años. Con sensibilidad
cero hacia los reclamos de la sociedad por la cual fueron electos, como primer
encargo la Cámara de Diputados aprobó la llamada reforma laboral, en una sesión
en la que no se pudo detener la votación, y en la cual una aplastante mayoría
de 351 votos a favor (y 130 en contra y más 10 abstenciones) se abrió la puerta
a la precarización del trabajo; en realidad, la consigna estaba dada con gran
cinismo y sin el mayor disimulo atestaron la puntilla a la clase trabajadora,
tan golpeada en este sexenio que irónicamente encabezó quien se hiciera llamar
el “presidente del empleo”.
Embusteros 19 diputados federales poblanos votaron a
favor de lo que seguramente traerá al estado mayor desigualdad, desempleo y
pauperización del trabajador. Las cuentas les saldrán como siempre muy alegres,
miles de nuevos empleos se otorgarán, subirán las estadísticas sin duda, pero
la realidad del trabajador será otra: trabajo mal pagado, precariedad en
prestaciones sociales, sin vacaciones o aguinaldo y una profunda inestabilidad
laboral, pues pueden ser despedidos en cualquier momento sin importar la
antigüedad, si es que llegaran a acumularla trabajando cuatro o cinco horas o
por contratos de tres y seis meses y sin responsabilidad para el patrón.
El golpe está dado, pero lo más oprobioso de este asunto
es que ya dejaron ver como actuarán en lo sucesivo, los panistas y priistas,
ambos se han apoderado de la presidencia de manera vil, unos robándola en
2006 y los otros comprándola en 2012, en ambos casos han sido
tapaderas unos de otros y han caminado de acuerdo para seguir protegiendo sus
cotos de poder y servir a quienes verdaderamente mandan en el país, la
oligarquía. Quien diga lo contrario no quiere reconocer esta reforma canalla
como un traje hecho a la medida de los poderosos. Su burdo proceder continuará,
con la reforma hacendaria seguramente generalizando el IVA, medidas dolorosas,
pero necesarias, dirán, y lo mismo sucederá cuando quieran “modernizar” a Pemex
entregando a la iniciativa privada lo que como buitres han rondado, el petróleo
de todos los mexicanos, la entrega del patrimonio nacional será total, para
muestra la conformación de las comisiones en el Senado, en Comunicaciones y
Transportes el pillo de Javier Lozano Alarcón quien en conjunto con la tele bancada
acabaran de empoderar a Televisa, sus verdaderos amos, y en el colmo del
cinismo encontramos a Carlos Romero Deschamps, líder del sindicato petrolero,
maquinador del Pemexgate, ahora ubicado en la comisión de energía. Con
todo esto me viene a la cabeza la frase pronunciada por Benito Juárez:
“Malditos aquellos que con sus palabras defienden al pueblo y con sus hechos lo
traicionan”.
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