domingo, junio 03, 2012

Avanza AMLO, arrecian campañas negras : Julio Pimentel Ramírez



Avanza AMLO, arrecian campañas negras
Julio Pimentel Ramírez

Si bien se puede señalar que en la actual campaña electoral es fundamental el aspecto mediático, la mayoría de las veces pretendiendo eludir la razón de los ciudadanos para llegar a sus emociones y manipulación de los deseos, muchos de ellos generados por la cultura del consumo y egoísmo predominantes, no debe eludirse la importancia de la irrupción de factores novedosos, como lo es la movilización estudiantil aglutinada en el “YoSoy132, así como el efecto multiplicador de las actividades a “ras de tierra” que realiza Andrés Manuel López Obrador, quien entra en contacto personal con el mexicano “promedio” (trabajadores, campesinos, empresarios, jóvenes, mujeres, etc.) algo que no hacen sus adversarios.
En los últimos días como en cascada se precipitan acontecimientos que muestran que mientras la campaña del candidato del Movimiento Progresista va en ascenso, marcando una tendencia difícil de revertir, la de Enrique Peña Nieto retrocede -su equipo parece entrar en pánico y arremete contra AMLO-, la de Josefina Vázquez se empantana y se hunde en la mediocridad e intrascendencia.

 Son varios los indicios que avalan las anteriores consideraciones. Mucho se ha escrito en estos días sobre la irrupción de jóvenes estudiantes de instituciones de educación privada y pública en la contienda electoral. Aunque su presente se construye a marchas forzadas y su futuro es incierto, lo que no puede ignorarse es que significa no solamente una bocanada de oxígeno a una sociedad adormilada sino que su natural protesta en contra del autoritarismo y la crisis que los afecta ha encontrado en Enrique Peña Nieto al personaje que lo encarna, al menos hasta el primero de julio.
La mayor parte de la vertiente anti Peña Nieto encuentra su opción no en Josefina Vázquez Mota, en quien los jóvenes ven la continuidad de un gobierno panista conservador que inundó de sangre y muerte a la República, sino en Andrés Manuel López Obrador quien con tesón y en los hechos ha demostrado que no es “un peligro para México” y cuya congruencia resiste los embates de quienes desean que las cosas sigan igual.
Los ensayos electorales realizados en universidades, en la Ciudad de México y en Guanajuato, en las que Andrés Manuel ganó con amplio margen son un avance del sentido que le dará a su sufragio un alto porcentaje de los jóvenes, muchos de los cuales votarán por primera vez.
Las encuestas son en principio herramientas estadísticas que bien elaboradas reflejan, con cierto grado de certeza, la parte de la realidad sobre la que se desea incidir; sin embargo no puede ignorarse que en el mundo capitalista son utilizadas como parte del “marketing” para introducir, promover y, finalmente vender, determinados productos en un mercado altamente competido.
En el caso particular de nuestro país, en la actual coyuntura electoral, la mayoría de las encuestas -que proliferan como hongos en temporada de lluvia- son utilizadas para inducir entre los potenciales votantes la percepción de que el triunfo del PRI y su telegénico candidato son inevitables.
Precisamente por eso sacudió a la opinión pública y alertó a los “cuartos de guerra” de los candidatos, en especial al que coordina el priísta Luis Videgaray, la última encuesta del diario Reforma que sitúa a López Obrador a solamente cuatro puntos de Peña Nieto.
Subrayemos que la mencionada encuesta es solamente una referencia, en un momento determinado. Para más o menos entender la compleja realidad que vivimos en estos días hay diversos medios. Uno de ellos es la respuesta positiva que reciben los mensajes de AMLO de todos los estratos sociales; las masivas concentraciones en las que sus simpatizantes permanecen a pie firme bajo sol y lluvia (a Vázquez Mota y Peña Nieto se les salen en pleno discurso) al lado de su candidato, quien igual que ellos hace frente a las inclemencias del clima.
Ante este crecimiento de AMLO la reacción no se hace esperar y arrecian ataques y descalificaciones del PRI (antes, cuando se consideraban inalcanzables, la cúpula del tricolor veía a sus adversarios de soslayo, con menosprecio) y del PAN. Por eso el escándalo del “pase de charola” del que acusan a personas cercanas al candidato de la izquierda.
Como siempre López Obrador toma el “toro por los cuernos” y hace públicos sus gastos de campaña: ha gastado 184 millones 893 mil 600 pesos, recursos todos que provienen de las aportaciones de los tres partidos que impulsan su candidatura.
Recalcó que no hay un solo centavo de los empresarios ni de ningún otro particular, y advirtió que la campaña que impulsan algunos medios masivos de comunicación, entre ellos Televisa, sobre el supuesto pase de charola a integrantes de la iniciativa privada, es parte de la estrategia de quienes quieren a toda costa que el priísta Enrique Peña Nieto se siente en la silla presidencial.
Hizo notar que en esta cena en la que supuestamente pidieron dinero a su nombre a varios empresarios, Luis Mandoki no tuvo nada que ver. Además, preguntó por qué el periódico que aludió a esa cena no dio a conocer la grabación total, sino una versión manipulada.
En cuanto al costo de su campaña, detalló que ha sido austera y que lo erogado hasta el 31 de mayo representa apenas entre el 56 y 58 por ciento del tope impuesto por la ley.

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