martes, febrero 21, 2012

Lolo hace el loco o Delirios de grandeza : Jorge Lara Rivera



Lolo hace el loco o Delirios de grandeza
Por Jorge Lara Rivera


A querer y no pero trivializando las más de 50 mil muertes, la depauperación de 80 millones de los 112.5 que somos, entre aceptar errores y excesos el jefe del Ejecutivo federal pretende encubrir su ineptitud y el fracaso de sus políticas de seguridad interna, económica y deficiente administración pública, haciéndose el incomprendido por su época y su sociedad, pasar por el héroe solitario que se enfrascó en una batalla quijotesca. Ebrio de poder lo ha dicho con todas sus letras: está “loco”, quiere “cambiar al mundo” por dólares y que los demás queden locos para secundarlo en su delirio permitiéndoselo con “reformas estructurales” involutivas.
Por paradójico que parezca, en eso de la locura le asiste razón. Y de que tiene experiencia en la materia, la tiene. Lleva casi 6 años interpretando el papel con vehemencia. Es más, ha logrado un autismo convincente: No escucha más que a sí mismo y a los aduladores a quienes coloca en carteras estratégicas del gabinete sin importar estropicios ni tropelías contra México, mientras juega demencial a “los juanes y las adelitas”.


Así, nunca contestó la pregunta de Andrés M. López O. sobre qué rol tuvo en la opaca adjudicación a Diego Hildebrando Zavala Gómez del Campo del contrato oficial por 2 mil millones de pesos en el foxiato; ni aclaró –jamás– por qué un hombre que alardeaba tener “las manos limpias” desvió recursos como director de Banobras autorizándose un autopréstamo para comprar casa, fin del todo ajeno a esa institución. Ya en Los Pinos tampoco escuchó las protestas de los productores del campo plantados en el D.F., ni las demandas de transportistas, ni el clamor popular contra las alzas a las gasolinas, ni a los 43 mil desempleados electricistas de Luz y Fuerza del Centro en las “mesas de diálogo” (de sordos) que instaló para sacarlos del Zócalo, los 20 mil trabajos perdidos en Mexicana (harto de mentiras el sindicato de pilotos y sobrecargos exige ahora la destitución del inútil subsecretario de SCT), las decenas de mineros muertos en Coahuila para beneficiar a las transnacionales. No le importaron los llantos de madres de muchachos masacrados, ni las lágrimas viriles de padres de universitarios baleados, simple “daño colateral” en su absurda guerra fracasada; ni los llamamientos, consejos ni protestas de activistas por múltiples atropellos a los derechos humanos de las víctimas de la violencia por funcionarios de su gobierno; a todos los ignoró haciéndose el loco. Simplemente se encerró en sí mismo y la contemplación de una autoimagen egolátrica, negándose a ver las más de mil bajas (muertos, heridos, incapacitados) en el Ejército y la Marina Armada, los 200 mil desplazados, las 11 mil desapariciones forzadas, los 2 mil huérfanos, los cientos de periodistas asesinados. Pero a los disidentes con los que una vez sí platicó en Chapultepec les fue peor: ya están muertos, sufrieron levantones, partieron al exilio, viven como asilados en otro país o subsisten bajo amenaza. Tampoco ha escuchado quejas ni denuncias de abusos y corrupción, solicitudes, ruegos, llamados de alarma, consejo ni crítica; ni ha hecho caso a las pruebas, privilegiando con impunidad a hampones de la calaña de Juan Molinar Horcasitas (IMSS, SCT) y Cecilia Romero (INM y Sría. Gral. panista).
Basta recordar que violó la ley al nombrar a Juan Camilo Mouriño titular de Gobernación cuando aquél se ostentó súbdito español, que no le importaron los señalamientos en el escándalo de 200 millones de dólares en efectivo contra Javier Lozano Alarcón, ni los antecedentes criminales de Genaro García Luna (SSPF), los de Facundo Rosas (ex Comisionado Nal. de la PFP, hoy ascendido a Subprocurador de ), ni los de Luis Cárdenas Palomino (). Del mismo modo que nombró Procurador a Arturo Chávez Chávez, a Marisela Morales Ibáñez. y en la FEPADE a Imelda Calvillo Tello, de dudosa confiabilidad y a tantos otros pasando por encima de la ley.
Eso de hacerse el loco parece un despropósito pero más bien esconde un ardid, un barato truco que puede entrañar hasta una excusa legal por insania al genocidio. Mejor pensar mal porque de veras que esta gente “decente” no tiene escrúpulos. Recién lo demostró Chepina Vázquez Mota. Además de manejarse en la ilegalidad en SEDESOL, SEP, la Coordinación de la bancada panista en la Cámara de Diputados y como aspirante a la candidatura de su partido durante la precampaña, en su sed de poder la muy moralina no dudó en excluir a una de sus hijas de la foto familiar para portada de una revista capitalina afín a su partido, para evitar que por su sobrepeso le manchara la imagen mediática de pulcritud que sus asesores le han construido para embaucar al electorado.
Y no obstante, la verdad va abriéndose paso. Así, ante la evidencia y empezando (dada la tibia actitud de la cancillería en el problema que enfrenta acusado de genocidio por los tristes sucesos ocurridos en Acteal, Chiapas, durante su gestión) a sentirse abandonado por la PANdilla a la que ayudó a entronizar en el poder, Ernesto Zedillo ha dicho que la gravedad de “la violencia que vive México sólo se explica como producto de décadas de fracaso de la guerra contra el narcotráfico en Estados Unidos”; lo que equivale a equiparar como un fracaso también la estrategia oficial seguida en México que, pese a decir que ella “romperá moldes”, la yunquista Chepina ha ofrecido continuar. De locura, ¿no?

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