EDITORIAL DEL DIARIO LA JORNADA DE ORIENTE
DEFENSA DEL ESTADO LAICO
Centenas de ciudadanos, afiliados a organizaciones y no, marcharon ayer por el Centro Histórico de Puebla en una réplica de manifestaciones que se hicieron en otras partes del país, para exigir que el Senado de la República eche abajo las reformas al artículo 24 Constitucional, aprobadas por los diputados al final del año pasado, las cuales suponen atentados contra el Estado laico.
No puede pasar desapercibido que en la movilización no primaron asociaciones de corte jacobino sino, sobre todo, creyentes laicos, que están conscientes que las enmiendas trascienden el ámbito de las libertades religiosas que toda persona tiene derecho a disfrutar y se coloca como un verdadero aliciente a los privilegios que goza la iglesia católica, cuyos jerarcas son genuinos representantes del pensamiento absolutista que plantea a su culto como el único válido.
La discusión sobre este tema ha vuelto a exponer el contubernio de los liderazgos católicos con el poder político, pues es claro que estas reformas han sido producto de las presiones que esos jerarcas han aplicado a la clase política y particularmente al PRI, en vísperas de la visita a México del Papa Benedicto XVI.
El desmantelamiento del Estado laico ha tenido avances paulatinos desde las reformas que hizo el presidente neoliberal Carlos Salinas de Gortari y la voracidad de los jerarcas católicos no parece tener fin ni contento.
Debe quedar claro que en un Estado democrático los derechos de todos deben ser equilibrados por la igualdad y que la supremacía de un culto pone en riesgo las libertades de todos, sean creyentes o no.
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