martes, octubre 11, 2011

¿En que están pensando los políticos “de la izquierda moderna” con un gobierno de coalición? : Jesús Peraza Menéndez



¿En que están pensando los políticos “de la izquierda moderna” con un gobierno de coalición?
Jesús Peraza Menéndez



En resumen, el gobierno mediático asume el aparente deseo público de “no cambiar”, convertido en la orden pública para reprimir a los agitadores-desestabilizadores de esta criminal realidad-real. Orden que se adjudica a la audiencia teledirigida como órgano supremo del poder fáctico, es la orden pública para seguir con esta situación en ese estado de angustia social creciente que hace la inestabilidad psicológica por los ingresos económicos insuficientes, por la usura crediticia, por la violencia y la incomunicación mediática, que aísla a los seres sociales y los hace postrarse en la soledad del monólogo de su televisor.
En la realidad real existe un malestar generalizado, la descomposición de la cultura como saber-poder-hacer la vida la incomunicación, con síntomas que menoscaban las relaciones humanas-espontáneas con la pérdida de las capacidades de transformarse y transformar, con la comunión de las necesidades para resolverlas en beneficio de uno y todos. Hay terror paranoico (psicosis) a que las cosas empeoren, que no sólo no haya trabajo sino que los que trabajan pierdan el empleo, en una de esas decisiones severas de choque dicen los neoliberales, como la que elimina la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, la que cierra Mexicana de Aviación con la pérdida de miles de empleos en medio de fraudes fabulosos protegidos por la ley como los de FOBAPROA.


El miedo es por los cientos de medianas y pequeñas empresas industriales, artesanales, comerciales, que sucumben a cuenta de la concentración de la propiedad y expansión de negocios monopolios, por las cargas de impuestos, en cambio condonados a los monopolios en medio de una desproporcionada competencia entre los grandes empresarios contra los medianos y pequeños. La violencia institucionalizada en la guerra sin fin norteamericana a la que se subordinó FECAL y Vicente Fox, la policía asociada indisolublemente a las empresas de tráfico de drogas, lavado de dinero y a todas las formas de violencia impune: extorsión, secuestro, tortura, despojo de los bienes naturales y culturales públicos, la trata con seres humanos en condiciones de esclavitud y explotación sexual y el desarrollo de una franja social de millones que en la desocupación, subempleo, coloca a los ciudadanos en la economía informal ilegal, como el comercio ambulante y la industria pirata.
Otra dimensión es el fraude que se comete contra un millón ochocientos maestros y maestras, cuyas cuotas sindicales controla la maestra Elba Esther Gordillo, las que se adjudica como presidenta vitalicia (cargo legalmente inexistente), con otro poder fáctico altamente apreciado por las élites económica-política, el de la operación de fraudes electorales “legales” legalidad que asignan los tribunales de justicia apéndices de los poderes fácticos) como los que impusieron a FECAL en el 2006 y a Carlos Salinas de Gortari en 1988. El poder del narcotráfico incrementado por el Estado mexicano y sus consumidores de drogas, proveedores de armas y entrenadores norteamericanos. A los que FECAL en nombre de la élite quiere poner bases militares en territorio mexicano para cerrar el cuadro de violencia.
El mexicano promedio cumple con los deseos de la industria-publicitaria-comercial-religiosa, lo hace pero no sabe porqué lo hace, diría Carlos Marx. El problema, es que esto de no saber, ahora sin el estado de bienestar, es decir, sin educación pública gratuita, sin servicios de salud integrales, sin medios de comunicación electrónicos, el poder público se revierte contra su vida porque sus conductas son destructivas (en el mercado irracional del consumismo con ganancia a toda costa, que se convierten en autodestructivas por la neurosis que produce este deseo siempre insatisfecho y la capacidad destructiva de los productos industriales que comemos, vestimos y habitamos).
Ciertamente, la realidad-real se confronta cotidianamente con la realidad virtual, significa que es cada vez más clara la conciencia individual sobre lo que realmente sucede en nuestro país y el mundo, de ahí el incremento acelerado de la violencia para que el pánico contenga las iniciativas de cambio de un sistema económico-político con una cultura agotada, en descomposición y terriblemente inhumana, que se propone la muerte, el dolor y el sufrimiento como sacrificios por el porvenir de una ilusión inalcanzable, no hay que olvidar que más del 50% de los recursos económicos en el planeta se invierten en guerra, en violencia (Ver Ernest Mandel, “El poder y el Dinero”, Siglo XXI Editores).

MORENA contra la coalición neoliberal

Vivimos una lucha de resistencias, la que no obstante su fragmentación, dispersión, contradicciones, y desgastes intestinos, han hecho frente de diversas maneras y con diferentes procesos a la élite política-empresarial, a sus empleados de la clase política y buena parte de la academia. No hay ámbito de la vida donde no se enfrenten brotes de resistencia, en la vida intelectual, dentro y desde fuera de las universidades intelectuales responsables hacen a diario crítica sustentada en argumentos con rigor y vigor de sus indagaciones, algunos de ellos abiertamente se han sumado a MORENA el movimiento con Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y otros trabajan con las Juntas de Buen Gobierno del EZLN. En los sindicatos la resistencia se da con las fracciones y corrientes democráticas que impactan a las burocracias sindicales desahuciadas por el sistema, en el campo la agricultura de subsistencia realmente existente ignorada en la estadísticas de producción comercial mantiene a comunidades que defienden tierra agrícola, áreas naturales y reservas ecológicas, en muchos casos son sociedades ancestrales-indias que han construido resistencia biculturales-bilingües. La lucha de género se localiza en cada hogar, centro de trabajo y las calles. Hay resistencia político-militar de organizaciones revolucionarias que eligen el camino de las armas con el quehacer político.
Un gobierno de coalición como proponen los Chuchos de Nueva Izquierda dueños del aparto de partido del PRD, Manuel Camacho (Salinista resentido), FECAL (PAN oficial), Manlio Fabio Bretones (PRI), es exactamente la otra parte de la fórmula que propone la simulación de cambio por la vía electoral la coalición de la otra fracción neoliberal, la que encabeza Carlos Salinas de Gortari con Enrique Peña Nieto de candidato. Es la continuidad de la barbarie neoliberal del negocio del pánico con muerte, con la lenta agonía de iniciativa social-pública. Los de MORENA han tomado la iniciativa para la próxima coyuntura electoral, enfrentando su capacidad de construcción social a la maquinaria mediática.

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