jueves, agosto 05, 2010

Jaime Ornelas Delgado : ¿Combatir la delincuencia organizada o criminalizar la migración?

TENDAJÓN MIXTO
¿Combatir la delincuencia organizada o criminalizar la migración?
Jaime Ornelas Delgado


A la par de la agudización de la violencia y el caos en México (tan sólo el lunes pasado hubo 45 asesinatos en siete entidades del país), se acentúan las acechanzas de Washington sobre el país. En efecto, el domingo 1 de agosto se inició en la frontera con México un nuevo despliegue de mil 200 elementos de la Guardia Nacional estadounidense.

El hecho responde a la estrategia seguida por Washington orientada a incrementar la presencia militar estadounidense en América Latina, no sólo para combatir el narcotráfico, sino también para evitar el ascenso de los movimientos populares anticapitalistas, y en el caso de nuestro país todo eso más la criminalización de la migración y los migrantes.


Con el estallido de un “coche–bomba” en Ciudad Juárez se comenzó a hablar de “narcoterrorismo”, argumento suficiente para estrechar la creciente vinculación del Comando Norte con las fuerzas de seguridad de nuestro país y el entrenamiento de militares mexicanos en contrainsurgencia, con tácticas utilizadas en Afganistán e Irak. Eso, ni más ni menos, significa avanzar en los planes de la señora Clinton de integración militar de nuestro país a los intereses yanquis en aras de la “seguridad de Norteamérica”.


México no puede convertirse en lo que lastimosamente es hoy Colombia, en cuyo territorio se asientan siete bases militares a disposición de Estados Unidos para amenazar a Venezuela, situación que ha incrementado las tensiones en el Cono Sur. Actualmente, la República Bolivariana está acosada por 13 bases de militares de Estados Unidos, pues a las existentes en Colombia se agregan las establecidas en El Salvador, Honduras, Costa Rica, Guantánamo, Puerto Rico, Aruba, Curazao, Perú y Paraguay; asimismo, en Panamá sigue funcionando la siniestra “Escuela de las Américas”, ahora oculta con el mustio nombre de “Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica”, donde se forman quienes serán los futuros represores de los pueblos de América Latina. Todo ello sin contar la ocupación “humanitaria” de Haití, desde el terremoto que asoló a la isla en enero y el reciente ingreso a territorio de Costa Rica de 46 buques de guerra, 200 helicópteros, 10 aviones Harrier de combate, dos portaviones, más de mil oficiales y casi 13 mil soldados estadounidenses, con la autorización y complacencia del Congreso y el gobierno costarricenses.


Con la militarización de la frontera con México, poco o nada logran los Estados Unidos en su lucha contra el terrorismo, pero si aumentan las tensiones en la línea. Los incidentes se incrementarán, sin duda, la irritación crecerá, las persecuciones y los asesinatos de migrantes y lugareños aumentarán. Ya ha ocurrido, la Border Patrol asesinó a Anastacio Hernández y a Sergio Adrián Hernández en México y en medio del clima antimigrante, racista y xenófobo creado la derecha ultraconservadora, no es difícil que la persecución y la cacería de migrantes se acentúen. En una situación así, se recrean las condiciones para vulnerar la soberanía nacional, que si bien no preocupa mucho al gobierno de Felipe Calderón, sigue siendo una elevada prioridad para el pueblo de México.


¿Cuál recuperación?


Los juglares del gobierno federal hablan con mucha seguridad de la recuperación económica. Sin embargo, en el país aún prevalece el grave problema de desempleo, situación que se agudiza por la nueva desaceleración de la economía estadounidense, de la que tanto depende la nuestra. Los indicadores en Estados Unidos van a la baja, lo que seguramente afectará a la actividad económica en México. Se trata, es cierto, de una pequeña recesión pero así comienzan las grandes crisis. En todo caso, las condiciones del país no están como para que los funcionarios de este gobierno fallido “canten victoria”, sobre todo ante la amenaza de una nueva caída de la economía que ya les debería estar preocupando. En cambio, las cifras elaboradas y difundidas de manera interesada, permiten a los funcionarios calderonistas afirmar que se inició la recuperación, aunque sólo falta que los mexicanos la perciban en sus bolsillos, lo que no se ve pueda ocurrir a corto plazo.

No hay comentarios.: