jueves, agosto 05, 2010

Guillermo Fabela Quiñones : Sólo se busca distraer

Sólo se busca distraer
Apuntes
Guillermo Fabela Quiñones



Aun cuando hay lectores a quienes les disgusta enormemente que se critique al “gobierno” de Felipe Calderón, porque consideran que así no se contribuye a la solución de los problemas, es preciso puntualizar que sin la crítica bien fundamentada menos sería posible superar los terribles problemas que nos aquejan, cada día con más gravedad y dramatismo. Si haciendo denuncias puntuales no pasa nada, menos pasará solapando acciones contrarias a los intereses del país y de la sociedad mayoritaria. Esto es así porque al inquilino de Los Pinos no le interesa la crítica, porque no tiene una mínima voluntad política de corregir sus decisiones erróneas, como lo demuestra su terquedad en continuar su “guerra” contra el crimen organizado y su antidemocrática política contra las organizaciones de trabajadores.

Ha quedado más que demostrado que la estrategia seguida para combatir a los cárteles del narcotráfico es absolutamente ineficaz. Luego de sumar 28 mil muertos, según el director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), el problema se ha complicado en vez de reducir su impacto. De nada ha servido que hayan sido aprehendidos 20 mil integrantes del cártel Golfo-Zetas; 18 mil del Pacífico; 12 mil del de Juárez y 9 mil del de Beltrán Leyva. ¿Alguien podría argumentar que el flagelo se está reduciendo cuando en los hechos se confirma lo contrario? Lo que más llama la atención es que paralelamente a esta lucha desaforada de las Fuerzas Armadas contra las organizaciones delictivas, no se hagan esfuerzos similares para enfrentar problemas de fondo, como la terrible ruptura del tejido social en la mayor parte del país.
Al contrario, como lo demuestra la actuación del titular de la Secretaría del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, quien parece tener un odio patológico hacia la clase obrera, actitud que ha tenido resultados muy lamentables, como lo demuestra el absurdo conflicto con los trabajadores del SME, que pudo haberse evitado con una razonable política de negociaciones respetuosas entre ambas partes. Si en la actualidad prevalece un distanciamiento que a nada conduce, es culpa del titular del Trabajo, quien en vez de contribuir a generar condiciones positivas, se ha esmerado en golpear a los sindicatos, con el único fin de quedar bien con la oligarquía y ganar así la candidatura del PAN para el 2012. Lo más grave de esta situación es que Calderón no le pone un freno, sino que con su actitud condescendiente lo estimula para seguir actuando como porro.
Ni qué decir tiene que el foro Diálogo por la Seguridad, al que convocó Calderón para analizar este agudo problema, no servirá de nada, más que para distraer a la opinión pública y hacerla creer que se está atendiendo el flagelo de la inseguridad. Sin embargo, ha quedado de manifiesto que la ciudadanía tiene plena conciencia de que la estrategia calderonista es absolutamente inútil, como así lo han dicho dirigentes de organizaciones civiles y especialistas en la materia, preocupados por el rumbo del país. Y desde luego, no es un asunto de mala percepción, o de que no ha sabido el Ejecutivo comunicar eficazmente a la sociedad la estrategia anticrimen, la realidad que estamos viviendo, sino de que no se ha hecho nada para recomponer el tejido social.
Decirlo así no es criticar sin ton ni son, como dicen algunos lectores a quienes les disgusta que se hable con la verdad, sino que no hay otra forma de referirse a una realidad atosigante que está carcomiendo los cimientos de la estructura social de una nación con 105 millones de habitantes, cuyas dos terceras partes sobreviven en condiciones críticas que habrán de tener graves consecuencias en el futuro inmediato. Así como vamos, México será pronto una nación africanizada, es decir con niveles de desarrollo social similares a los de países del continente negro. Esto que parece una exageración hecha con mala fe, no es otra cosa que un hecho cada vez más real como lo demuestran cifras y datos concretos sobre variables económicas y de competitividad productiva.
Tan grave es la situación actualmente, que aliados antes incondicionales del PAN, como el alto clero, se muestren cada vez más preocupados por los resultados de un “gobierno” sin pies ni cabeza. Buen ejemplo de esto lo tenemos en un escrito del prelado Abelardo Alvarado, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, donde puntualiza que Calderón “no ha encontrado el camino y el rumbo para conducir al país”, y concluye que “los panistas no saben gobernar”. Agrega que “su inexperiencia, ineptitud y arrogancia los han llevado a cometer muchos errores”. Así lo puntualiza en “La columna del obispo” que publicó en la página de Internet del Centro Católico Multimedial (CCM). Lo más grave de esta situación es que aún faltan dos años y cinco meses para que concluya este sexenio. No se necesita mucha imaginación para vislumbrar cómo estará el país de continuar así como vamos.

(gmofavela2010@hotmail.com)

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