El fuero militar (Segunda parte): María Teresa Jardí

María Teresa Jardí
El fuero militar

II
He dado seguimiento a casi todas las sesiones de la Corte en las que los ministros diligentemente van revisando un cúmulo de amparos relacionados en el fondo, todos, con el fuero militar. El cumplimiento de la sentencia en el caso Radilla los obliga a hacerlo. Y en condiciones normales en un país donde no se legalizan los fraudes y no llegan como espurios los gobernantes; en un Estado de Derecho, donde no atreve, quien llega usurpando para legitimarse a organizarse una guerra que se convierte en limpia de pobres, para exterminio de algunos de los muchos que sobran, en aras de la corrupción que se aplica como regla del sistema impuesto a rajatabla, a pesar que para millones lo anterior no ha traído más que la desgracia y de que a México, con ello, se ha convertido en el país paraíso para los narcotraficantes, los tratantes de blancas, los pederastas, los secuestradores y para los mafiosos que apoderados del todo de la cabeza del gobierno federal se encuentran.
En un país donde se respeta la democracia y se tienen instituciones comprometidas con el Estado de Derecho la revisión de los amparos de la Corte no pasarían de ser un interesante debate jurídico incluso para los que los seguimos a través del canal de la Corte. Mañana les comentaré el caso que han revisado esta semana de lo más interesante. Pero es claro que no se trata solamente de eso.
Existe un claro golpeteo contra el Ejército al que se han sumado la mayoría de los ministros. Algunos quizá de buena fe en aras del respeto a los derechos humanos de civiles y no civiles como tendría siempre que haber sido y como tendría que ser siempre. Otro simplemente cumpliendo con el mandato —y no precisamente por indicaciones de la Corte Interamericana sino sumados a la dictadura que saben que han legalizado otros miembros de un Poder Judicial tocado de la cabeza a los pies— que en el fondo tiene que ver con la cancelación del fuero militar. Sin respetar el hecho de que ese fuero va ligado a la función constitucional asignada al Ejército Nacional como garante del pueblo mexicano frente a cualquier intervención extranjera y amenaza grave a la paz y a la tranquilidad.

Le tienen miedo al Ejército Nacional porque piensan que algunos de sus miembros todavía están del lado del pueblo. Y de ahí el descrédito en el que lo ha sumido el canalla usurpador porque, además, al no ser tan entreguista como la Marina y el ejército de paramilitares paralelo que García Luna comanda, entrenado también, como los marinos, como ejércitos kaibiles, por los mismos que fueron atacados en un claro ajuste de cuentas entre narcos en Tres Marías y de ahí la huida rauda de los de la CIA al país responsable, en parte, de muchas de nuestras desgracias.
El fuero militar no es un capricho del Constituyente. Se estableció así en función del buen desempeño del Ejército ante amenazas graves venidas del extranjero.
El problema de fondo es el haber sacado a la calle al Ejército sin reglas ni modo claro de funcionamiento. Y a esto no han querido entrar los ministros como una de las asignaturas pendientes para que pueda empezar a transitar el país por otros lares.
Acabar con el fuero militar es otro error que se va a sumar a la cadena de errores cometidos por los tres poderes responsables en México de la cancelación de la República, debido, justamente, al desarme ético de todas las instituciones. Mañana III y última parte, espero, por ahora.
El Cinito del Centro de Investigación Escénica de el Teatrito propone para los jueves del mes patrio, hacer una ligera, aunque no menos profunda, reflexión, a partir de los muchos imaginarios cinematográficos de que podríamos llamar: “Nuestra Tragicomedia Nacional”. Empezando hoy, a las 20 horas como siempre, con la exhibición de la película de ese ciclo titulada: Panchito Rex “El dictador demócrata”. “…El atentado contra Panchito, un popular cantante convertido en el candidato favorito para ganar las elecciones presidenciales de un imaginario país latinoamericano es el punto de partida de varias historias, entre ellas: la del supuesto asesino, la de un policía encargado de investigar la desaparición del cuerpo del asesinado y la de un arquitecto contratado para diseñar el mausoleo a la memoria del posible dictador...”. Director Fabián Hofman. Duración 84 minutos. Calle 25 N° 91 Int. Esquina con 14. Chuburná de Hidalgo (a dos cuadras de la 60) Mérida, Yucatán. Tel. (999) 289 01 29/ cel: 044 (999) 1780796. www.elteatrito.com/ info@elteatrito.com Entrada libre y gratuita