El cobarde ataque de
Calderón a la Vázquez Mota
Conjeturas
Alvaro Cepeda Neri
Los calderonistas en torno al inquilino de Los Pinos, cada vez más con un pie
fuera de esa mansión, donde la ha gozado de lo lindo mientras sus decisiones
han destrozado al país, víctima por su mal gobierno ultraderechista, quieren
apoderarse del PAN para dos cosas inmediatas: imponer al frente a su grupo, con
Ernesto Cordero y controlarlo a mediano plazo, pues para las elecciones
presidenciales de 2018, Calderón quiere que su esposa sea la candidata.
Mientras tanto, en la encerrona de Calderón con los nuevos diputados y
senadores del PAN este 6 de agosto lanzó, por la espalda y en ausencia, ataques
cobardes a la ex candidata presidencial (Reforma: Claudia Herrera, Itxaro
Arteta y Fernando Paniagua, y La Jornada: Georgina Saldierna y Víctor
Ballinas).
Le echó en cara haber presentado su candidatura como “diferente” y que debió
decir que era la continuidad. Josefina propuso “algo diferente al presidente y
al gobierno actual”. Pero la panista no tenía otra manera de decir a los
electores que sería diferente a Calderón quien representa el mal gobierno y
pésima administración pública. Calderón está encabronado contra la Vázquez
Mota, porque le cerró el paso a Ernesto Cordero, y logró ser la candidata con
el apoyo y aprobación de la mayoría de los consejeros del PAN, mismos que
quieren impedir que Calderón se apropie del partido para sus fines aviesos.
Durante esa reunión para exhibir a los nuevos legisladores que acaten su
autoritarismo, se burló de Josefina a quien odia, porque debió sujetarse “al
eje de la continuidad”. Pero pasa por que si ésta lo hubiera hecho, el PAN
hubiera quedado en cuarto lugar y estaría en riesgo de perder el registro. No
sabía cómo escupirle su venganza a la panista y no halla cómo imponer a su
hermana “Cocoa” u otro incondicional en la presidencia del PAN, para seguir
mangoneándolo desde el exilio, aún después de perder “el gobierno y el partido”
por sus abusos y contribuir en un 90 por ciento a la derrota del PAN.
Calderón atacó cobardemente a quien hizo lo mejor que pudo y, políticamente lo
correcto, al mostrarse “diferente”. Y en su soberbia, no le perdona ese tercer
lugar que logró en las urnas; aunque eso les permitió sobrevivir como partido
de regreso a la oposición. Pusilánime, se le fue encima a la ex candidata en
ausencia. No la criticó, sino que, machista, quiso dar lecciones de política,
pero sólo mostró sus limitaciones y odio porque los panistas lo marginaron y no
están dispuestos a que regrese para servicio de sus intereses mezquinos. Si la
Vázquez Mota no hubiera presentado su candidatura como diferente a lo que
representa Calderón, de plano el PAN ya no existiría. Pues si ofrecía
continuidad, sería de los desaciertos, fracasos, errores y abusos de Calderón.
Y si los panistas no rompen con él y los calderonistas y plantean sus
diferencias, el PAN se disolverá y enfrentarán su refundación. O hasta la
creación de uno diferente a la ultraderecha empresarial y autoritaria que representa
Calderón y su artero ataque cobarde a la ex candidata.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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