Carlos Fernández-Vega
México SA
Calderón: fábulas laborales
Empleo: cuentos de éxito
Informales: no los contamos
De tanto repetirlo el inquilino de Los Pinos ha sido el
primero en creerse su propia propaganda, es decir, que el calderonato ha sido
la octava maravilla en eso de generar empleo formal, que cumplió con
el compromiso que en tal sentido hizo durante su campaña electoral, que ha
hecho bien las cosas para generar mejores condiciones de vida
para nuestra gente, que a los pobres les cumplió, y autoelogios similares, todo
para presumir 2.2 millones de nuevos puestos formales netos según sus
cuentas (mal hechas, por cierto), o lo que es lo mismo, que apenas una tercera
parte de la demanda sexenal real fue satisfecha (léase sólo uno de cada tres
mexicanos logró emplearse en el sector formal de la economía; el resto a la
informalidad, el desempleo, la emigración o el crimen organizado).
Es costumbre que todos los residentes temporales de la ex
hacienda de La Hormiga intentan cubrir sus fracasos con muchos discursos y que
concluyan su sexenio entre autoelogios y chistoretes de ínfima calidad, pero al
actual inquilino de Los Pinos de plano se le ha pasado la mano. Y cuidado, que
como él mismo amenaza, aún le restan alrededor de cien días en la residencia
oficial para seguir contando cuentos y chascarrillos.
El susodicho lo resumió así: “¿está generando empleo
México?, es la primera pregunta. La respuesta es sí. La segunda es: ¿cuántos
empleos está generando México? Empleos formales, es decir, no los informales,
esos, incluso, todavía ni los contamos. Empleos formales, pagada la cuota
obrero-patronal en el Seguro Social, registrados en el Seguro Social y
descontadas las bajas, las renuncias y las liquidaciones; es decir, empleos
netos, nuevos, adicionales. En el mes de julio, generamos más de 50 mil empleos
nuevos en todo el país. Y si consideramos sólo los de este año 2012 se han
generado, registrados en el Seguro Social, empleos nuevos, netos, formales, más
de medio millón: 554 mil nuevos empleos netos.
“Total, que lo que va de mi gobierno, si sumamos los
datos, por ejemplo, de 2007 a la fecha, de enero de 2007 a la fecha, son más de
2 millones 200 mil nuevos empleos netos formales que se han generado en el
país… ¡Qué bueno, amigas y amigos! Es el segundo periodo más alto en la
historia de México de generación de empleo formal. Esto, amigas y amigos, es
parte del esfuerzo que estamos haciendo y que hemos hecho para generar mejores
condiciones de vida para nuestra gente. Yo sé que falta mucho por hacer. Yo sé
que ha sido un periodo complicado, difícil por los temas que ustedes conocen,
la propia crisis económica mundial, los temas de seguridad, etcétera, pero no
les quepa duda que en todos los frentes, en todos, hemos trabajado ardua y
decididamente por impulsar el desarrollo y el crecimiento de México”. Y se
quedó tan fresco.
Pues bien, de entrada y con cifras oficiales en la mano
(Inegi y Coneval), su arrasador paso por Los Pinos, entre tantos otros logros,
deja a 14.2 millones de mexicanos sobreviviendo en la informalidad (esos
empleos que, dice, todavía no contamos, aunque representan el 30 por
ciento de la población económicamente activa) y 12 millones adicionales en el
de por sí abultado inventario nacional de pobres, lo que da puntual cuenta del esfuerzo
que estamos haciendo y que hemos hecho para generar mejores condiciones de vida
para nuestra gente.
Calderón y sus cuentas mal hechas presumen 2.2 millones
de empleos formales a lo largo de su estancia en Los Pinos (cifras hasta julio
de 2012), pero en realidad ese monto se reduce a 1.86 millones (eventuales 30
por ciento de ellos), de acuerdo con la estadística del IMSS, que cuenta con el
aval de la Secretaría del Trabajo. En el comparativo, en el sexenio foxista se
generaron 1.16 millones de plazas (23 por ciento eventuales) y en el zedillista
2.62 millones (5.5 por ciento eventuales). Lo anterior da cuenta de lo bien que
han hecho las cosas: 5.64 millones de puestos de trabajo (eventuales alrededor
de 500 mil de ellos) en el sector formal de la economía generados en esos tres
sexenios equivalen a la demanda real de un solo sexenio, de tal suerte que el
déficit en este renglón es abominable (cerca de 12 millones de plazas entre
finales de 1994 y 2012).
Nadie con un milímetro de frente puede vender como éxito
una derrota apabullante. En el caso concreto del calderonato, 1.86 millones de
mexicanos (30 por ciento de ellos de manera eventual) lograron colarse –en
condiciones verdaderamente lamentables– al mercado laboral formal, lo que
implica que más de 4 millones quedaron rotundamente fuera de la jugada durante
la administración del presidente del empleo, quien ni siquiera tiene
tiempo de contar el número de mexicanos en la informalidad, porque está muy
ocupado contando chistes.
Algo que ni de lejos aparece registrado en el discurso
calderonista es el siguiente balance, documentado por el Centro de
Investigación en Economía y Negocios: solamente 17 millones de mexicanos
cuentan con una fuente laboral que les proporciona acceso a la seguridad
social, por lo que la mayoría (más de 31 millones) no cuenta con una prestación
básica para su familia. Además, 15 millones de personas no tienen un contrato
legal que los vincule con sus patrones, por lo que mantienen una relación
laboral altamente volátil. El marco de ocupación precaria lo cierran tanto la
economía informal como el universo que comprenden los micronegocios.
En el primero de los casos citados se tiene a 14.2
millones de mexicanos, aquellos que no han tenido una oportunidad de trabajo en
el mercado formal y que para salir adelante han debido buscar una fuente de
ingresos en la informalidad. En el segundo, casi 20 millones de trabajadores,
donde cerca de 11 millones laboran en micro negocios sin establecimiento. En el
último aspecto se tiene a gente que trabaja en la calle, y que fundamentalmente
carece de prestaciones sociales. Todavía más delicado es el hecho de que las
remuneraciones también se encuentren a la baja. El número de personas que
percibe más de tres salarios mínimos se redujo en más de medio millón durante
el último año, al mismo tiempo de que se elevó el total de quienes, en el mejor
de los casos, perciben un salario mínimo.
De ese tamaño es el éxito presumido por
Calderón.
Las rebanadas del pastel
¿Dónde quedó la supuesta investigación sobre los sobornos
de Wal-Mart México a autoridades gubernamentales? Que se apuren, porque se
junta la chamba, pues a la trasnacional ahora la acusan de evasión y lavado de
dinero, y contando.
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