miércoles, julio 11, 2012

Virginia González Melgarejo : El IFE y el lavado de votos


El IFE y el lavado de votos
Por: Virginia González Melgarejo

Como un gran “karma” mexicano electoral, las elecciones presidenciales han sido fraudulentas; desde que somos una república no ha habido unas elecciones presidenciales limpias y democráticas, “haiga sido como haiga sido” pareciera ser el sello de la casa.
Ahora nos encontramos con una elección en la cual se reunieron las practicas del viejo PRI: acarreo de votantes, compra de votos, robo de urnas, boletas previamente marcadas y todas aquellas linduras que según el consejero presidente Leonardo Valdés eran un mito; pues el mito, le informamos al consejero, se hizo realidad el 1 de julio. 
Pero además, el oneroso IFE se ha convertido en  un “perfecto lavador de votos”; sí, igual que el lavado de dinero. Vea usted. El dinero “sucio”, como se le conoce al dinero proveniente de actividades ilícitas, es depositado en cuentas de “empresas fantasmas” que sirven sólo para ingresar ese dinero al sistema financiero formal, es decir, a los bancos; acto seguido, ese dinero entra en circulación de manera formal y como recién nacido “sin pecado original”,  y este acto de blanquear o lavar el dinero constituye un delito.

Con un presupuesto de 15 mil 992 millones de pesos para 2012, el IFE se ha convertido en el aparato electoral más costoso del mundo. Su finalidad es dar a los mexicanos certeza, legitimidad, confianza y legalidad en los procesos electorales que organiza. Tristemente, lo vemos hoy convertido en “lavador” de votos fraudulentos, que por el solo hecho de haber sido contados saldrán de las urnas como votos legales y legítimos, aunque mucha gente sabe hoy que fueron comprados, que son votos del hambre, la ignorancia y la manipulación,  provenientes de una campaña mediática y de encuestas “copeteadas” hechas a la medida del cliente, así como de un dispendio de recursos que rebasan por mucho los topes de campaña, votos cuya fuente es el financiamiento ilegal, como el hecho a través de las tarjetas Monex.
Las evidencias de las que ha hecho acopio el Movimiento Progresista serán presentadas mañana, pero son ya del conocimiento de millones a través de las redes sociales que han jugado un papel muy importante en estas elecciones.
El IFE omiso, ya hizo trabajo de lavadero; lo que sigue será legalizar, que no legitimar, el cochinero a través del Tribunal Electoral que ya ha declaró desde hace mucho que nada hará cambiar los resultados. Brazo de la oligarquía, nuevamente el Trife asestará a los mexicanos con su autismo y ceguera otro golpe que llevará al país a la involución en el terreno de la política y la democracia.
En el terreno de lo social, las cosas son diferentes. El sábado pasado marcharon miles en su mayoría jóvenes, en más de 30 ciudades de la República y en diferentes capitales del mundo en contra de la imposición y del fraude electoral. La convocatoria, hecha a través de las redes sociales, no por partidos políticos ni por dirigente alguno, resultó de la indignación y el malestar en una sociedad que está despertando y ha quedado a la espera de nuevas acciones colectivas que veremos en próximos días exigiendo al Trife cumplir con su deber y anular la que pudiera ser la elección más sucia de que se tenga memoria… Vivimos tiempos de canallas y hoy México llora lastimado.

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