La única esperanza es
AMLO y el pueblo lo sabe...
María Teresa Jardí
Una ofensa al Ejército nacional es la de “guardar” a altos mandos militares en
una de las muchas casas usadas al alimón, estoy segura, me dejaría cortar la
cabeza y no la perdería, lo mismo para secuestrar a cambio de dinero que para
secuestrar llamando arraigo al secuestro. De ese tamaño es el desastre del
servicio público convertido en negocio de magnates incluso evidenciado en el
lenguaje que pretende tapar la desaparición forzada llamando levantones a los
secuestros que ya se sabe que va a acabar en impunes ejecuciones. Voy a votar
por AMLO porque es claro que es el único que entiende que el país merece un
cambio de fondo si no de sistema —que estoy convencida de que es lo que debe
cambiar en el mundo— al menos a un lugar donde la austeridad republicana de los
servidores públicos sea la punta de lanza de la lucha contra la corrupción,
aceptada e incluso admirada en vastos sectores sociales debidamente deseducados
por la telebasura, tan terriblemente nociva que se apresta ya a dar el salto
del todo. Que no se haga ilusiones Slim, otro impresentable que conspira, para
tener aún más de lo que de suyo ya tiene como el hombre más rico del mundo,
para que se acabe de rematar, ya del todo, lo poco que le queda a la nación
como bienes capaces de impulsar el cambio de la miseria a una vida digna para
todos.
Y no es que esté de acuerdo con todos los planteamientos del Peje. A estas
alturas me parece que lo que hay que buscar son otras alternativas al uso del
contaminante petróleo en lugar de hacer refinerías. Como se ha hecho en otros
lugares del mundo.
No comparto esa vocación tan mexicana de asumir que no nos queda más que
conformarnos con seguir siendo tercer mundo cuando podríamos dar el salto a
realmente lograr impulsar la calidad de vida que se tiene en algunos lugares
del llamado primer mundo.
Regresar a los tendejones y cancelar las cadenas de venta de la comida y otros
productos chatarra, que ya en esos otros lugares donde se ha priorizado la vida
realmente digna no se aceptan, es más mi visión de cambio profundo.
Pero igual lo único bueno que le puede pasar al país es que dejen llegar a AMLO
de manera tranquila los enemigos de la nación mexicana que como candidatos del
PAN y del PRI se presentan y el IFE, el TRIFE, la telebasura, los empresarios y
la corruptísima, en general, jerarquía de la clase política que a la mexicana
no quiere renunciar a los privilegios que tiene aunque se siga jodiendo al
pueblo.
Pero no es mala idea la de traer a asesorar en la difícil tarea de dar marcha
atrás a la barbarie convertida en regla que Calderón al país le deja, a un
general que, como Óscar Naranjo, ha venido declarando, al parecer entiende que
la solución para México no está en la continuación de guerra de exterminio de
pobres. Aunque sea colombiano y aunque sólo venga a cobrar aquí como
millonario. Ya se sabe que aquí a los extranjeros se les trata mejor que a los
mexicanos.
No importa quién asesore si se logra revertir el error garrafal que significa
declarar una guerra al narcotráfico y la necesidad de atender los rubros de la
prevención y educación, que son con los que se combate el delito en los lugares
donde las sociedades imponen reglas a los que eligen como sus servidores
públicos. Lo tiene claro AMLO, quien, sin duda, buscará como Secretario de la
Defensa al mejor que se pueda y entre los generales mexicanos efectivamente
deben quedar algunos que no sean ni entreguistas ni corruptos. Pero igual no
estaría nada mal incluso por parte de AMLO escuchar lo que le declaró el
general colombiano a Carmen Aristegui, que supongo que es de donde vino la idea
a los priístas desesperados para detener la estrepitosa caída de Peña, de
ofrecerle el cargo a sabiendas de que no puede ocuparlo por razones de
nacionalidad.
Peña ya fue. Y nunca tuvo ni la menor de las posibilidades de ser la Vázquez Mota.
El bueno es AMLO y el voto ciudadano mayoritario está decidido para él como
próximo Presidente. La única esperanza es AMLO y el pueblo lo sabe, sabios que
son siempre los pueblos. Sabios que son incluso los pueblos deseducados por la
telebasura.
Y otra vez queda para mañana lo de los generales Gutiérrez Rebollo y Tomás
Ángeles con relación a la fabricación de culpables, crimen atroz inaceptable
igual que la ejecución y la desaparición de personas.
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