Presidente del empleo… ¡informal! : www.sinembargo.mx

Presidente del empleo… ¡informal!

Por: Redacción de www.sinembargo.mx
Casa de citas 



El 6 de marzo de 2006, ya en su campaña rumbo a la Presidencia de la República, el entonces candidato del PAN, Felipe Calderón Hinojosa, dijo: “Seré el Presidente de la propuesta, el Presidente del empleo y de la inversión”.

Tres días después, el 9 de marzo de 2006, FCH insistió en un mensaje que sería, además, uno de sus lemas más populares para llegar a Los Pinos: “Seré el Presidente de la inversión y el empleo” y, encima, prometió que crearía un millón de empleos por año.

Ya luego, el 2 de mayo de 2006, FCH dijo: “Mi gobierno buscará por todos los medios generar los empleos que van a demandar un millón de jóvenes cada año al ingresar al mercado laboral”.

Y así se fue hasta tomar posesión en la Presidencia de México. Sus dichos donde se asumía como “Presidente del empleo” se acabaron a partir de 2007. Aunque ya era el Jefe del Ejecutivo federal, Calderón Hinojosa se dio cuenta que no cumpliría la meta y por ello hizo silencio sobre el tema. El resto de su gobierno, donde la gran mayoría de sus discursos se han enfocado a la defensa de su guerra contra el narco, no han aludido al gravísimo problema del desempleo y del aumento de la informalidad laboral en el país.


Ayer, 19 de abril de 2012 –a siete meses de que el michoacano termine su sexenio– quedo expuesta una dolorosa realidad para el país:

De acuerdo con el documento “Desempleo y Empleo Informal en México 2006-2011”, elaborado por el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, la población ocupada total en el país sumó 47.8 millones en el último cuatrimestre de 2011; sin embargo, 65.% de esos empleos generados en los últimos cinco años se ubican en la informalidad.

La cifra de población ocupada los últimos meses del año pasado representó 11.8% más respecto a los 42.8 millones que estaban ocupados al último cuatrimestre de 2006; pero, de nuevo, en ese lapso la población empleada de manera informal en México pasó de 23.1 millones a 26.4 millones, explica el estudio realizado por los investigadores y economistas Luis Lozano Arredondo, Fructuoso Matías García y Antonio Vázquez.

Por si fuera poco, el subsector informal de los hogares aumentó 22.5%, al pasar de 11.4 millones en 2006 a 13.9 millones en 2011. Mientras que la cifra de quienes laboran en negocios no constituidos en sociedad creció de 11.7 millones a 12.4 millones de personas, 6.1% más.

Por si estas cifras no fueran suficientemente negativas, los investigadores de la UNAM reportaron que la población desempleada pasó de 6.5 millones a 8.7, en el periodo referido, lo que representó un aumento de 33.3 por ciento.

Efectivamente, Felipe Calderón no fue el “Presidente del empleo”, mucho menos para los jóvenes, tal y como prometió en 2006.

Para lo que sí le alcanzó fue para ser el “Presidente del desempleo”, el “Presidente del empleo informal” y, como consecuencia de este fracaso para generar trabajo y riqueza, también se convirtió en “el Padre de los ninis” en México, como ya lo nombran varios analistas económicos y políticos.


* * *
El controvertido empresario y político panista, Mauricio Fernández Garza, alcalde de San Pedro Garza García, Nuevo León, volvió a levantar polvareda con sus declaraciones contra su partido, contra Josefina Vázquez Mota, candidata presidencial del PAN, y por si fuera poco contra el gobierno federal y la mano negra de Los Pinos en el Comité Ejecutivo Nacional panista.


También se filtró parte de una entrevista del llamado “alcalde incómodo” donde afirma que la guerra contra el narco de Felipe Calderón Hinojosa no ha dejado 50 mil muertos en México, como señalan las cifras oficiales, sino 250 mil:

“Fácilmente andaremos en cuarto de millón entre los del crimen organizado que no te enteras y los del gobierno que no te enteras”, dijo en una entrevista que forma parte del documental El Alcalde, producido en 2011 por Bambú Films y dirigido por Carlos F. Rossini, Emiliano Altuna y Diego Enrique Osorno.


En esa entrevista, de acuerdo con una versión del diario Reforma, Fernández Garza detalla: “Me entero por alcaldes que me dicen que llegaron y entraron con helicópteros y mataron a todos. Un alcalde me dijo que le pidieron un bulldozer para enterrar cadáveres de un operativo del Gobierno federal”. Además destaca: “En el rancho de un amigo hubo un operativo donde entraron con helicópteros y básicamente mataron a todo mundo y no dejaron ni cadáveres ni casquillos”.

Luego, en entrevista con Joaquín López Dóriga en Grupo Radio Fórmula, Fernández afirmó que, pese a estar en contra de “las babosadas” que comete su partido al decidir la designación y no la elección de sus candidatos, seguirá apoyando al PAN y a Vázquez Mota.

Sin embargo, tal y como dijo el ex presidente Vicente Fox Quesada hace dos semanas, el alcalde de Garza García afirmo que es difícil que la candidata del PAN a la Presidencia gane la elección del próximo 1 de julio.


“Veo un año difícil para el PAN en todos los sentidos, a menos que se den procesos extraordinarios, porque hemos perdido por una barbaridad de métodos extraordinarios que nos ha dado por las designaciones lo que hizo el PRI por tantos años y que tanto criticamos… Como está el cuento en México las cosas no están funcionando, el modelo está caduco en muchos sentidos”.


Fernández Garza, quien también ha sido criticado por los excesos que ha cometido en su ayuntamiento en busca de seguridad y que incluyen denuncias por violaciones de los derechos humanos, sostuvo que es una “necedad” que su partido tome todas las decisiones desde el CEN y, más aún, que la mayoría de ellas sean órdenes de Calderón: “Antes era el Presidente y ahora es el Presidente de un partido y para el mismo efecto no es tanta la diferencia, veo muy preocupante lo del PAN, no siento que estemos avanzando estamos retrocediendo con estas babosadas de estar decidiendo desde una oficina central”.

Así que la rebelión en la granja sigue… y cada día son más los alcaldes y dirigentes panistas que deciden no callarse ante la evidente inconformidad que reina en ese instituto político.