O América Latina se pone las pilas o...: María Teresa Jardí

O América Latina se pone las pilas o...

Por María Teresa Jardí

Mientras Hillary Clinton celebra en Colombia. Mientras se divierte en un “cabaré” donde es evidente que corre la droga. Los escoltas de Obama se van de putas. Drogados los guardianes, también, es de suponer. No se entiende de otra manera la exhibición de cinismo, ya sin cortapisas, del que hacen gala los que han prostituido al mundo con los redituables negocios con los que hace tiempo que mantienen sus guerras, destacando entre ellos el narcotráfico y la trata de blancas.
Mientras los cobardes, que somos la inmensa mayoría, le permitimos al imperio asesino convertirse en el “Gran Hermano” que pretende intervenir en nuestros asuntos más íntimos.
Mientras los sirvientes que ha logrado imponer el imperio yanqui —a modo de los dueños de los grandes capitales que dominan al mundo— en casi todos los lugares de la Tierra como desgobernantes, para poder celebrar, drogados, la condena contra millones de desahuciados por su único “gran” dios, que es el dinero, los guaruras de Barack Obama se divierten con “putas”, que también deben ser parte del gran negocio que la trata de blancas les deja a las mafias.
Los ciudadanos no pintamos ya nada de nada. Y lo de la democracia a final de cuentas ya queda claro que es como la “guerra contra el narcotráfico”, otra farsa con la que amén de acabar con la estructura ética de las instituciones se asesina y asesina a algunos de los muchos pobres que en América Latina sobran para los fines del imperio sobre América Latina.

O los muchos cambiamos y empezamos a buscar la forma de cambiar de fondo el sistema impuesto, o nos resignamos a nos ser nada más que esclavos que usurpadores de derecha como Calderón desaparecen, por cientos de miles, sin que nada acontezca.
Es claro que luego de la “Cumbre”, que a final de cuentas es simplemente una más de las muchas “cumbres” fracasadas, no se ha tratado nunca de que sean otra cosa. Simplemente en ésta se les filtró a lo que van los que asisten a esas cumbres: a celebrar la condena que al mundo imponen en “discotecas” de moda y a irse de putas, que también son esclavas, propiciadas por los amigos del imperio tratantes de blancas. Otro de los negocios con los que se mantiene el sistema financiero del imperio y de otros muchos lugares.
“Cumbres” fracasadas desde siempre, esas falsas cumbres, incluso porque en las mismas nunca han estado todos y de las que se van retirando los menos abyectos. El fracaso de las cumbres iberoamericanas destapa también a un rey de pacotilla cazando elefantes, mientras el yerno es destapado como otro delincuente y el nieto se pega un tiro por jugar con armas en medio de la crisis española con los cinco millones que ya no tienen empleo. Para que empiecen a suicidarse como los griegos. A fin de cuentas el suicidio también es una forma de limpia de las muchas que promueven los amos del imperio.
Es claro que en yanquilandia se van a despenalizar las drogas. O más bien allí están despenalizadas y ya hasta tienen tiendas de auto-consumo especializadas en la venta de la mota. A final de cuentas ya han logrado imponer por ahora el que hasta el encendido de una motocicleta se pueda convertir, para pobres a modo, en un delito del terrorismo que comete el imperio en el mundo pero achaca a otros que si tardan mucho en convertirse en luchadores unidos en contra del imperio van a acabar en las fosas clandestinas de los países, como México, convertidos en enormes cementerios.