Menos copete de Peña y con tablas en sus comerciales : Alvaro Cepeda Neri

Conjeturas
Por Alvaro Cepeda Neri
Menos copete de Peña y con tablas en sus comerciales

Los candidatos a la Presidencia de un Estado cuya Constitución ve limado el filo de sus más radicales fines de liberalismo político, ampliando los espacios de la élite católica y acotando el laicismo, ya no aguantaban la mordaza y en cuanto tuvieron facultad para dar rienda suelta a su lengua, de libre tránsito público (en lo privado se movieron a sus anchas), inundaron radio y televisión con su propaganda.
La señora Vázquez Mota metiendo la pata, al hacer blanco de su admiración al Tecnológico de Monterrey; y de sus calificativos negativos a la UNAM y a la Universidad Iberoamericana en donde estudió. Y después para desfacer entuertos se hizo más bolas de las que acostumbra. Despeinada, pálida y flaca (por la dieta que mantiene), fue exhibida por un espionaje telefónico, donde le dijo “… pinche Sota” a la vocera de Calderón y acusó al consentido de Calderón, García Luna, de “ponerle pájaros en los alambres”.

López Obrador casi con alas de angelito, en su papel del bueno de la película: derrama amor, va a misa papal para que lo vean temeroso de Dios y practica el perdón a sus enemigos: Calderón, Salinas y a todos los que le echaron montón, asesorados por el gachupín Antonio Solá que escupió la frase: “AMLO, un peligro para México”. También lo pescaron confesando a un perredista que “ya estaba harto de su peregrinaje” y que en cuanto terminara este proceso (donde supone que le va a ir de la patada) se retiraría para siempre de la lucha política. Se le nota cansado y de tanto insistir en su actuación de “ya no soy el que fui”, no parece sincero y crea confusión entre sus seguidores y más desconfianza entre sus adversarios y enemigos.
En cambio a Peña, sus asesores de imagen le bajaron altura a su copete y, siendo la televisión su partido mediático, con su capacidad para moverse en los escenarios se le ve suelto. En los spots grabados en varios estados (donde se reunió con gobernadores del PRI para acordar los votos que le darán), aparece sin corbata, de paisano y como también guarda la línea (no así su jefe de prensa: David López, abotagado, gordísimo, jefe de una mafia de directores de comunicación que tiene como su segundo de a bordo a Carlos Olmos que no se pudo ir a Educación con su antiguo jefe, porque en Salud está lo bueno de la pesca); pues da la imagen de actor galán y nos “mira directo a los ojos” para comprometerse con la creación de una Comisión Nacional contra la Corrupción (semejante –dijo– a la Comisión Nacional de Derechos Humanos); para, si funciona, denunciar a su tío Arturo Montiel, a Salinas, a los peñistas como Luis Videgaray, etc.
Demostrando ser un experto para la actuación, se las da de seguro (cuentan que Calderón le tiene preparado un moreirazo y que lo espía García Luna), pues las parciales y mañosas encuestas lo ponen arriba. Sin duda el PRI lleva ventaja; López Obrador viene de atrás y Josefina está atorada, como queriendo bajar al tercer lugar, pero arriba del candidato de la Gordillo quien inició su campaña… ¡buceando! Pero, con menos copete, supone que lleva la delantera, como ilusión encuestadora.

cepedaneri@prodigy.net.mx