Entre brutos, también las mujeres somos más brutas : María Teresa Jardí

María Teresa Jardí
Entre brutos, también las mujeres somos más brutas

Siguiendo las enseñanzas de mi maestro de penal Arnulfo Martínez Lavalle, está visto que entre brutos, siempre serán más brutas las mujeres. Qué bárbara la panista Vázquez Mota, se nota que lo suyo no es la inteligencia, sólo le faltaba, a su desastrosa campaña, el haber añadido nada menos que al convertidor de las guarderías, que como servicio a las madres trabajadoras deben proporcionar las instituciones, en negocio de los familiares de las mafias políticas que desgobiernan al país a pesar de no haber llegado ganando la contienda por el voto ciudadano. Aunque fuera como llegó Hitler, pues. Pero no, ni eso. Como espurios a los que se les legalizará el fraude por un poder, el Judicial, que lo mismo vota a favor de la salida de encubridores de los pederastas que retiene presas a mujeres que convierte en rehenes políticas del desgobierno de derecha que acaba con el país propiciando que el Estado mexicano sea juzgado en la Corte de La Haya en una próxima entrega, dando respuesta a la demanda que a esa instancia le hará en el momento apropiado el gobierno de Francia.
Operada del cerebro ha sido la clase política mexicana cuando busca seguir acabando con el país, en aras del dinero que les deja la conversión, incluso, en achicharradores de infantes. La lana, el dinero, la pasta, las pelas, los pesos, los dólares, los euros... es lo único que cuenta para estos políticos. La grisura también como regla de su paso por la vida como su único recuerdo.
Que bárbara la clase política que no se quiere ni tomar ya la molestia de aplicarse a entender el sentir ciudadano. Aunque sea brevemente. Aunque sea a lo largo de su mentirosa campaña. Clase política que desprecia al pueblo pensando que es ella “la selecta”.

Una pena que vayan desapareciendo los mejores aunque sea porque fueron en vida seres pensantes que creyeron en la ley como reguladora de la vida pública. Una pena también la muerte del maestro Juventino Castro, al que no le perdonaba la derecha el elegir ser ante todo jurista. Al que sí le había perdonado “la izquierda” el haber trabajado con Morales Lechuga, cuando Salinas, porque lo “políticamente correcto” en este país también es renegar del pasado aunque no se reconozcan los errores cometidos en ese pasado. Pobre país. Nada es lo que debiera de ser. El debiera no existe, me dicen, pero qué triste, pienso, que es lo que queda.
Cuarenta y cuatro mil jefes de familia dejados sin empleo para entregar a la iniciativa privada la generación de la energía eléctrica. Otra crónica anunciada de la corrupción de la derecha panista destructora hasta de sus propias ofertas de campaña. El “presidente del empleo”, llegado como usurpador a ocupar el puesto como cabeza del, desarmado en su estructura ética, poder Ejecutivo, acabó con Luz y Fuerza para entregar a cambio de nada para la nación y de una limosna, en todo caso, más con la que engrosar su fortuna Calderón y sus compinches más cercanos, para entregar a empresas expulsadas de otros lugares por corruptas, los permisos para producción de la energía eléctrica. Y claro la CFE ya se atreve a amenazar con el corte de la luz si no se paga a tiempo el recibo a pesar de que no existen los contratos con ella celebrados para la entrega del servicio que prestaban los que fueron despojados cobardemente por la noche y con violencia de sus centros de trabajo. Una chulada el final del panismo como desgobierno a modo del gobierno yanqui por haber aceptado ser el de la limpia de pobres convirtiéndose en el de la usurpación genocida.