miércoles, febrero 15, 2012

Rogelio Ramirez de la O : El mundo perdiendo margen de maniobra


Rogelio Ramirez de la O
El mundo perdiendo margen de maniobra


A pesar de la aparente calma después de la negociación que la zona euro impuso a Grecia a cambio de un segundo rescate por 130 mil millones de euros, en la realidad las autoridades siguen perdiendo capacidad de maniobra. Esto es más obvio en Europa que en Estados Unidos. De
cualquier manera, la Reserva Federal estadounidense apenas hace dos semanas tuvo que comprometerse a extender el periodo en el que se compromete a mantener su tasa de interés entre cero y 0.25% hasta fines de 2014.

Además, inició un nuevo ejercicio, solicitando a los miembros de su Comité de Mercado Abierto que pronosticaran cada uno las tasas de interés que esperan en el futuro y dando a conocer los resultados. Lo que se advierte es un deseo de hacer creer a los mercados que las tasas de interés de largo plazo se mantendrán bajas por un periodo muy largo a fin de reducir el riesgo de que el mercado comience a presionar dichas tasas al alza.



Llevar la política monetaria a estos niveles de activismo, entre otros, revela que las autoridades cada vez tienen menos herramientas para asegurar la recuperación y que no creen que ésta pueda llegar por sí sola. Una consecuencia de estas acciones es el debilitamiento del dólar, lo que hace las exportaciones estadounidenses más competitivas.

El Banco Central Europeo (BCE) está aun más desesperado. Al estar legalmente impedido de financiar a los gobiernos directamente mediante compras de sus bonos soberanos, en diciembre pasado otorgó crédito a todos los bancos europeos que lo necesitaron por 489 mil millones de
euros a tres años con un interés de 1%. Y al mismo tiempo relajó las condiciones de calidad del colateral que los bancos le dieron a cambio, con lo que se ha convertido en comprador de papel chatarra.

Y hoy, aun después del acuerdo con Grecia, está preparando un segundo crédito contracolateral aun de menor calidad. El BCE sabe muy bien que los bancos que toman estos créditos renuevan con ellos los vencimientos de los bonos gubernamentales que tienen en su portafolios. Así, por
ejemplo, de los créditos otorgados en diciembre, la mitad fue para bancos españoles e italianos, quienes son requeridos por sus gobiernos para cuando menos mantener sus posiciones de bonos gubernamentales.

Tanto la Reserva Federal como el BCE están dando otro apretón más de tuerca a los instrumentos que tienen a su disposición para tan sólo seguir administrando esta crisis. La prueba de que esto no resuelve la crisis es que en la zona euro todos los créditos malos solo han cambiado de posición, pasando de los bancos al BCE.

En el verano estos créditos se transferirán al Mecanismo Europeo de Estabilización, respaldado por los gobiernos, quienes le pasarán la cuenta a los contribuyentes.

Es claro que estos dos bancos centrales estén tomando acciones sin precedente para tan sólo evitar una nueva explosión financiera, pero no hay que perder la perspectiva de que la situación estadounidense es mucho menos grave que la europea. No porque su deuda pública sea menor,
sino porque tiene muchos más recursos legales para seguir proveyendo liquidez. El BCE, en cambio, está operando en el borde de la legalidad. Pero sobre todo no tiene a su propio erario federal. Su credibilidad para seguir haciendo operaciones tan agresivas es mucho menor.

Con la continuación de esta crisis, México enfrenta mercados externos que crecerán muy poco o aun la zona euro que estará en recesión. Y probablemente sufrirá las presiones para que el peso se siga apreciando, dañando aun más al sector productivo.

rograo@gmail.com
Economista

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