domingo, febrero 19, 2012

Las puntadas no suplen el talento : María Teresa Jardí



Las puntadas no suplen el talento
María Teresa Jardí


Pocas veces, por no decir que ninguna, las puntadas suplen el talento mínimo necesario que se requiere para gobernar y a los que así funcionan no les suele durar mucho el gozo. Fox sabe que el cobre más temprano que tarde sale mostrando lo falsa que era la moneda que se quiso disfrazar de esperanza en la construcción de la más formal de las democracias. Aunque quizá, en un recién llegado, incluso como usurpador a la mexicana, se habría podido ver con buenos ojos el que a los gringos les pidiera, como opositor con una manta, que no introdujeran a México más armas. Pero con sesenta mil asesinados en una guerra genocida y enterados que estamos de que la CIA y la DEA son las introductoras de las armas, Plan Mérida de por medio, y con la venía del desgobierno de derecha que el PAN encabeza. Recién llegado Calderón quizá hubiera surtido el efecto de hacernos pensar, a los más lerdos, que no iba a ser tan abominablemente entreguista como sus antecesores. Pero luego de saber lo que sabemos y a punto de terminar su ejercicio genocida como cabeza del Poder Ejecutivo federal en medio de un desprestigio ni por Fox alcanzado, la manta de Calderón causa risa. Más allá de que la degradante ocurrencia ante un gobierno extranjero al que se le ha organizado aquí una guerra de exterminio de mexicanos pobres a nombre de una falsa batalla contra el negocio que mantiene a flote el sistema financiero del imperio asesino, no deja de remitir, la manta, a las peticiones del propio pueblo mexicano a que se les escuche y haga justicia, dirigidas a desgobernantes que también se deben morir de la risa, como deben estar haciendo los yanquis introductores con absoluta impunidad de las armas con las que a los mexicanos se asesina.
¿Por el amor a qué Dios le estará pidiendo, con una manta, el usurpador a la mexicana, que convierta en “buenos” a los yanquis para que ya no introduzcan más armas?
No habría sido más fácil y mucho menos ridículo exigir la salida inmediata de todos los elementos de todas las agencias de ¿inteligencia? que en México las introducen.


¿A qué dios se estará encomendando Calderón para que torne en bueno al gobierno yanqui? ¿Al dios en el que los yanquis creen que a ellos los creó por encima del resto de seres humanos del planeta? ¿Tendrá un dios propio Calderón? Que queda claro que nada tiene que ver con el Dios que mandó a su hijo a morir en la Tierra a nombre de todos los hombres por haber sido los mismos creados a su imagen y semejanza y por ende por ser cada uno de ellos un ser también divino. Un Dios que nada tiene que ver, como tampoco tiene nada que ver el dios del Cardenal Rivera, que llama a votar en época de veda de campañas electoreras, por aquellos que protejan la vida de los no nacidos, aunque luego se conviertan en genocidas de los ya nacidos. El Dios Padre, que junto al Dios Hijo y al Espíritu Santo componen la triada divina que la religión católica venera queda claro que no es el Dios de Calderón y queda igual de claro que tampoco es el Dios de Obama, con lo que la manta no pasa de ser más que otra puntada que no suple el talento que demanda el ejercicio de la política.
Si no estuvieran acompañadas por el silencio cómplice, del resto de la clase política, igual de graves serían las cada vez más claras intenciones de la infame usurpación panista de hacerse con el control del país en 2012 anulando las elecciones al precio de la guerra civil que en México se desataría.
Que se maten entre ellos, deben pensar los panistas, que en tiempos de veda igual son invitados a hacer propaganda política, por la radio y la telebasura, como Madero.

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