martes, febrero 14, 2012

La estrategia del miedo : Julián Andrade



La estrategia del miedo
Julián Andrade


A la crisis que se vive por el tema de la seguridad sólo le faltaba la confusión en el discurso. El presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, y el secretario de la Defensa, Guillermo Galván, hicieron la semana pasada afirmaciones que dan al traste con la idea de que las cosas van mejorando y descalifican muchas de las explicaciones que hemos venido escuchando en los últimos años.
Una de las tareas más intensas del gobierno federal había sido establecer un discurso en el que se ponderaran los avances en materia de seguridad pública. El secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, inclusive señaló que en 2011 se había llegado a la cúspide de la violencia criminal y que ya existía un claro descenso en el nivel de homicidios relacionados con la guerra entre bandas y por la propia estrategia al enfrentarlas.
El Sistema Nacional de Seguridad Pública también reportó una reducción de la criminalidad.
El Secretario de la Defensa, en cambio, tiene otra lectura de lo que está ocurriendo y advirtió que hay zonas del país donde los criminales rebasaron a las autoridades.


Para el general el tema no es ya de seguridad pública sino interior, lo que puede tener consecuencias muy graves.
A más de cinco años de iniciada una estrategia de confrontación directa con los narcotraficantes, el panorama luce sombrío.
El líder de los panistas, ya metido de lleno en el tema electoral, recordó que en donde gobiernan los priístas se han cometido el mayor número de homicidios y puso de ejemplo a Chihuahua, Veracruz, Tamaulipas, Coahuila y Durango.
Para Madero “mientras nuestro mandatario (Felipe Calderón) se está fajando para desterrar el cáncer heredado, hay muchas autoridades que siguen actuando irresponsablemente y pueden seguir tolerando estas acciones”.
El problema con estos argumentos es que descalifica una de las tesis centrales de los estrategas de la seguridad, quienes sostienen que hay violencia inusitada “porque ahora sí se combate a los criminales”.
¿En qué quedamos? ¿Se cometen homicidios porque no se actúa con responsabilidad?
Es justo en los estados fronterizos, al Norte del país, donde se implementaron operativos federales y estatales de gran calado. La cercanía con Estados Unidos los hace zonas naturales para el trasiego de las drogas.
Si la violencia es cosa “de los estados priístas” estamos en problemas y la estrategia debiera ser revisada de inmediato.
No es así, por supuesto, pero la agenda electoral está conduciendo a un discurso inusitado: como las cosas están peor que nunca, se debe evitar, por todos los medios, que los priístas retornen a Los Pinos.
La cantaleta no es nueva, lo grave es que se suman nuevos actores y que inclusive se sacrifiquen logros con tal de conseguir el objetivo electoral esperado.
Estamos ante una estrategia del miedo y por ello la coherencia discursiva puede estar dando paso a la propaganda, lo que no va a ser nada bueno ni para el país ni, paradójicamente, para el gobierno.

julian.andrade@razon.com.mx
Twitter: @jandradej

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