viernes, febrero 03, 2012

Emilio Álvarez Icaza L. : ¿Dónde están los 112 millones?



Emilio Álvarez Icaza L.
¿Dónde están los 112 millones?


Unos 50 metros antes de llegar al Teatro de la Ciudad los pudimos ver, nuevamente adentro, en las escaleras, en los pasillos y de manera abarrotada en el escenario estaban, decenas, centenas (si acaso miles) de zapatos, que representaban a los que ahora no están con nosotros y que están desaparecidos o a los miles de muertos, ¿50 mil?, ¿60 mil? que han perdido la vida en estos últimos cinco años en la originalmente llamada guerra contra el narco y la delincuencia.

Esta imagen, este mensaje, esta fuerza perneó de inicio a fin la presentación de la campaña “Ponte en los zapatos del otro” el pasado lunes. Una presentación extraordinaria que combinó sensibilidad,
creatividad, memoria, denuncia y esperanza en un teatro abarrotado que rompió en abrazos, llantos y alegrías.

El colectivo El Grito más Fuerte logró de manera extraordinaria su objetivo. Con maravillosa capacidad artística pudo no sólo transmitir y así hacer más fuerte la voz y el reclamo de las víctimas, sino que en una combinación de videos, música, testimonios, lecturas, cine a mano,
juego de luces y sombras construir un ambiente mágico de solidaridad.



Abordar el dolor humano es una labor compleja y difícil, por eso, más admirable es la forma respetuosa y sensible en que el colectivo lo hizo. Logró una narrativa a lo largo de todo el evento con una gran variedad de recursos artísticos (algunos realmente elementales y no por eso menos
poderosos y admirables) en la que se pudo transmitir el dolor y al mismo tiempo inyectar una fuerte dosis de energía para ponerse en los zapatos de los otros y juntos levantar una voz colectiva por la paz y la justicia.

Quienes pudimos presenciar este espectáculo, pues lamentablemente cientos de personas no lo pudieron hacer, ya que se agotaron los boletos, salimos no sólo maravillados, sino con la esperanza
fortalecida. Uno de los múltiples ejemplos de esto, fue cuando el cantante Juan Pablo Villa y el pintor Arturo López Barrera (alias El Tío) narraron una gran historia de cine a mano. El primero con su voz (a capella) y el segundo tan sólo dotado de un acetato, un proyector y unas plumas, hicieron un relato maravilloso de solidaridad, participación y comunidad. Sin duda, uno de los momentos mágicos del evento.

Una y otra ocasión aparecieron nombres de que quienes ahora no están entre nosotros, así como testimonios y pensamientos que en el marco de un gran manejo escenográfico dieron una gran fuerza al reclamo de justicia. Emergencia.MX aportó varios materiales videográficos en los
que se transmitió el caminar del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD). En la página del Movimiento (www.movimientoporlapaz.mx) se pueden ver y multiplicar por medio de las redes sociales estos materiales. En la página web emergenciamx.org también se podrán ver
estos y muchos otros materiales únicos sobre los movimientos sociales en México y el mundo.

En uno de los materiales mostrados, Julián Lebarón formula una reflexión que en buena parte sintetiza el sentido de esta campaña. Parafraseando a Julián, ante esta situación de impunidad, de injusticia y dolor, constantemente nos preguntamos ¿dónde está la justicia?, ¿dónde está la
autoridad?, ¿dónde están los gobiernos?, incluso hay quienes preguntan ¿dónde está Dios?, pero la pregunta pertinente, la pregunta que hay que hacerse es ¿dónde están los 112 millones de mexicanos que permiten que esto pase?, ¿dónde estamos nosotros para evitar que éstas y otras
situaciones que tanto nos duelen e indignan sigan sucediendo?

Por eso es tan importante ponerse en los zapatos del otro, porque aunque los delitos y las tragedias no las sufrimos todos, sí nos dañan y nos ponen en riesgo a todos. Más de 100 integrantes de la comunidad artística y cultural nos dan ahora el ejemplo, no sólo para hacer del grito de las víctimas un grito más fuerte, sino para hacer de México un lugar donde nuestros hijos e hijas vivan, jueguen y crezcan felices y en paz.

Defensor de los derechos humanos

No hay comentarios.:

Publicar un comentario