lunes, enero 02, 2012

Cascada de víctimas políticas anuncia la crónica que se avecina...: María Teresa Jardí



María Teresa Jardí
Cascada de víctimas políticas anuncia la crónica que se avecina...



No sé si Moreira era o no del gusto del actual candidato priísta. Aunque es de suponer que sí, cuando Moreira ni siquiera permitió el fingimiento de una elección interna a pesar de ser tan obvios los enemigos que se agenciaba en su propio partido. Pero, además, por aquello de “la democracia” y de no hacer tan evidente el regreso del mismo PRI que fue sacado de Los Pinos, entre otras cosas porque se le empezaron a salir los no elegidos por el dedo inquisidor.
A pesar de que Moreira no haya sido ni siquiera capaz tampoco de empezar con el discurso al estilo del que a Colosio posiblemente le costara la vida, que del nuevo presidente del PRI cabía esperar simplemente por el hecho de saltar a la vista el Infierno que el PAN le deja a México como su única herencia de diez años de desgobiernos federales encabezados por la derecha que como fascista del todo se ha exhibido con Calderón usurpando y quien acaba convertido en genocida.
Cabía esperar. Pero por eso no estamos en el PRI, ni con el PRI, los que no estamos, porque nada de lo que cabe esperar se concretiza.
Queda claro que Peña Nieto debió, en aras de no convertirse él mismo en otra víctima, mantener a Moreira como Presidente del PRI.
Cualquier persona que siga mínimamente las cuestiones vinculadas al quehacer de los partidos políticos sabe de la propensión de la derecha panista a usar golpeadores cuando los necesita. En el pasado contra AMLO, de nuevo aparecieron atacando a Moreira, hasta que lograron convertirlo en la primera víctima de la que se anuncia como la cascada de víctimas que se cobrará en este año que pinta ser para millones de mexicanos otro año siniestro.


Ejemplo, además, lo de no haber retenido Peña Nieto a Moreira, de que la telebasura no da lo que el cerebro no tiene.
La segunda víctima de la falta de oficio político de Peña Nieto, incapaz de entender que en apoyar a Moreira se jugaba el futuro del PRI como partido político, es el alcalde de Michoacán. La primera, repito, pero no la última, tampoco la segunda, fue Moreira. Aunque sea claro también que ni cuando son asesinados sus compañeros de partido la preocupación les alcanza a los priístas al punto de exigir justicia. Ahí están los casos de Colosio y de Ruiz Massieu, entre tantos otros, como prueba de que a rey muerto, rey puesto, aunque el segundo sea cada vez un poco más tuerto.
Y al alcalde de Michoacán todo parece indicar que le seguirá el gobernador del estado donde Calderón ha decidido imponer a su hermana, para, convertido en su búnker personal ese estado, desde ahí continuar haciendo todo el mal que pueda al país que no merecía el desgobierno asesino llegado “haiga sido como haiga sido”.
A hacer el daño que pueda se dedicará Calderón, su pequeñez habla de un ser del todo resentido, mientras se lame las heridas dejadas por la “incomprensión” de un pueblo que lo abomina a pesar de “lo bien que él lo gobernó”. Stalin habría reaccionado igual de encontrarse en el lugar de Calderón.
Pero lo verdaderamente increíble, repito, es la exhibición de ausencia de oficio político de quien, según las encuestas, va arriba en las preferencias para llegar a ser el próximo presidente de la república. Preferencias ¿de quién? De sus amigos y familiares, puede ser.
Y también al PRD, con golpeadores, el PAN, le complica las cosas. Mañana les cuento.

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