Ni de tráfico de armas ni de “lavado” de dinero tiene información el gobierno calderonista : Félix Fuentes

En la Línea
Félix Fuentes

Ni de tráfico de armas ni de “lavado” de dinero tiene información el
gobierno calderonista

“No, no sabía nada el gobierno…”, dijo la vocera de Los Pinos, Alejandra Sota, sobre los millones de dólares lavados por la DEA en México. Y del operativo Rápido y Furioso, a través del cual entregaron miles de armas a los cárteles de México algunos funcionarios de Estados Unidos, el hoy
secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, afirmó en marzo pasado que nadie del régimen de Felipe Calderón estaba enterado del contrabando bélico.

O sea, de dos factores fundamentales sobre el crecimiento desmesurado del narcotráfico, con saldo de más de 50 mil muertos en el sexenio de Felipe Calderón, nadie de este gobierno ha tenido información.

El sentir general es que funcionarios calderonistas están en contubernio con sus homólogos de Estados Unidos, tanto en el negocio de las armas entregadas a las mafias del narcotráfico, como en el lavado de dinero bajo control de agentes de la DEA.

Es infantil, por decir lo menos, que ni la Secretaría de Seguridad Pública, ni la Procuraduría General de la República, ni los mandos del Ejército y la Marina sepan cómo llegan las armas a nuestro país para masacrar a tanta gente y cómo sale el dinero sucio para regresar como
blanca paloma.

Si las autoridades mexicanas niegan conocimiento de semejantes manejos, de escándalo internacional, así aceptarían su incapacidad en la conducción de sistemas de inteligencia y seguridad nacionales. Pero no es así. Lo que no saben se lo dicen agencias estadounidenses, como la CIA, el FBI y la DEA.


Es pública la información en dichos rubros y por eso llega a medios como el New York Times. Recordemos que el ex embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, afirmó el 11 de marzo del presente año que “las autoridades de México sí fueron notificadas de la operación Rápido y Furioso”. ¿O cómo creer que los pesados volúmenes de armas pasan la frontera y llegan a las mafias sin que nadie del gobierno lo sepa?

Sobre el lavado de dinero publicó a ocho columnas y en su primera página el New York Times que la Administración Federal Antidrogas de EU, la DEA, asesora y ayuda a los narcotraficantes en los traslados de millones de dólares relacionados con la venta de drogas. Es parte “del creciente
papel de Washington en la lucha contra los cárteles de México”, publicó.

El reportaje firmado por Ginger Thompson indica que agentes de la DEA, presunta protectora del cártel de El Chapo Guzmán, han manejado cargamentos de miles de dólares para su cruce fronterizo.

Afirma el rotativo que agentes mexicanos se hacen pasar por delincuentes y, acompañados de autoridades estadounidenses, recogen el dinero de traficantes en México y lo transportan en vuelos gubernamentales para depositarlo en cuentas bancarias de narcos de Estados Unidos. Luego, por medio de giros electrónicos, envían los dólares a compañías proveedoras
de bienes y servicios a los cárteles. En otros casos, apunta el New York Times, los mismos agentes de la DEA se encargan de recoger el dinero dentro de Estados Unidos y lo envían directamente a los cárteles de México.

De acuerdo con ese diario, el Departamento de Justicia ha autorizado a la DEA lavar hasta 10 mil millones de dólares procedentes de las ventas de drogas. Esto explica por qué los decomisos son mínimos debido a esos contubernios. El año pasado la DEA se ufanó de la captura de mil
millones de dólares en efectivo y bienes, mientras el gobierno de México decomisó 26 millones de billetes verdes, sumas ridículas si entre México y Estados Unidos fluyen de 18 mil a 39 mil millones de dólares al año, procedentes de ventas de drogas.

Pues de todo esto, del contrabando armamentista y el blanqueo de billetes verdes es ignorante el gobierno de Felipe Calderón, según el ex vocero Alejandro Poiré y la hoy vocera Alejandra Sota. ¿De plano creen que estamos como idiotas, chupándonos el dedo?

(Con esta entrega cierro este año mis comentarios y deseo a todos lo mejor para el 2012, que no será fácil. No puedo olvidar a mi crítico permanente, Peponazo, incapaz de refutarme una palabra de cuanto escribo, pero se vale del anonimato para hablar de “maiceadas” y otras
tonterías, a fin de justificar su presencia en las nóminas azules.

¡Felicidades, también!)