viernes, diciembre 16, 2011

La adicción a la sanidad : María Teresa Jardí



La adicción a la sanidad
Por María Teresa Jardí


Cuando hacemos conciencia de que todos los seres humanos somos susceptibles de convertirnos en adictos, casi se puede decir que a cualquier cosa, y cuando hacemos conciencia de que las adicciones se imponen como tales por los que al servicio del sistema capitalista se encuentran. De que se imponen de maneras sutiles y no tan sutiles: compra, gasta, posee, para ser, si quieres ser alguien... Aunque esa sea la forma que garantice el dejar de ser al perder incluso tus raíces.
Nos damos cuenta cabal de que se pueden revertir las adicciones impuestas con la prevención a las mismas. No se previene el consumo de la droga porque igual que se van convirtiendo en adictos a los jóvenes, desde niños, de manera programada, por los que mandan en México usurpando el poder, con prevención la sociedad se haría adicta a la sanidad, como se hace una sociedad sana adicta a la cultura a base de desarrollar el conocimiento y la creatividad desde el jardín de niños, de expandir las mentes, en lugar de cuadricularlas, como se ha venido haciendo en nuestro país, desde Echeverría al menos y ya con la derecha en el gobierno de manera del todo descarada.


La prevención a la adicción a las drogas, empezando por el funesto alcohol cuando se toma sin medida, está al alcance de la mano para la sociedad cuando la misma está sana. La mexicana está enferma. Nos han contaminado con un cáncer mortal que incluso tiene una vertiente funesta que es la de la envidia “a los que sí saben cómo hacerlo”, “a los que llegan y pueden”. ¿Pueden qué? Servir, para nada. Ser corruptos. Enterrada que ha sido por los desgobiernos la ética y convertida la corrupción en pilar del sistema.
La sociedad mexicana necesita recobrar neuronas de manera rauda. Entender que los que mandamos somos los ciudadanos. Que a los que nos gobiernan les pagamos para que nos sirvan. Empezar a pedir cuentas es un presupuesto del todo necesario. Está bien que los twitteros cuestionen la incultura de Peña Nieto. Pero no debemos permitir tampoco los que se perfilan en particular como senadores de la República y siendo muy cómodo lo de combatir la incultura de todos, nuestros problemas son muchos mayores, incluso que la monada que la telebasura quiere o no imponernos otra vez “haiga sido como haiga sido” en la Presidencia.
Amén de que las masacres como la de los 35 asesinados tirados en céntrica avenida veracruzana y la de los cadáveres de los 17 asimismo masacrados dejados en vehículos abandonados en el centro de Culiacán, Sinaloa, de las balaceras en calles de Monterrey y de Guadalajara, a las que ya se suman, al más puro estilo falangista español, los fusilados de cara a la pared, lo que es obvio que tienen que ver con la provocación de un clima de desestabilización política que se está creando desde el poder.
Lo de los narcos como culpables de todo. Inventos. ¿De quién? ¿De un miembro del PRI también resentido con Moreira? ¿Del panista usurpador que por igual contra Moreira a la yugular se le lanzara con sus porros? De un clima de desestabilización política. Y con todo, esto no es nuestro mayor problema, que es la cancelación de la soberanía y entrega a Washinghton de México como si fuera un rancho con las vacas, en que se nos ha convertido a los mexicanos, incluidas por parte de la derecha, hoy, panista. Pero tampoco sabemos qué habrán ofrecido los que al usurpador esperan sustituir en la Presidencia.

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