martes, octubre 18, 2011

Paso a pasito el golpismo militar y la barbarie delincuencial : Alvaro Cepeda Neri

Conjeturas 
Por Alvaro Cepeda Neri
Paso a pasito el golpismo militar y la barbarie delincuencial

Los nombramientos de militares en retiro o no, se multiplican, sin que pongan reparos los funcionarios civiles y mucho menos quienes en los poderes Legislativo y Judicial, se supone, hacen las veces de contrapesos al poder Ejecutivo Federal que ha nombrado en las dependencias a los uniformados de verde olivo y marinos (con sus uniformes de gala o de combate con el que se pasean, metralleta en mano, por calles y centros comerciales), en cargos donde no se necesita la formación en cuarteles, con todo y que sean médicos, abogados, ingenieros, etc. En la PGR, por ejemplo, su titular, que ha pactado con la cúpula de la Secretaría de la Defensa Nacional, ha designando a soldados con grado. Los desgobernadores, para quitarse responsabilidades, como en Veracruz el inepto de Javier Duarte, nombran a mandos militares.
Así el país, está en manos de tenientes, coroneles y generales que son ante todo soldados que saben que los civiles del PAN, del PRD y del PRI, ya no son útiles por ineficaces para tomar las decisiones necesarias ante los bárbaros del narcotráfico. Y hasta las policías federales y de las 32 descentralizaciones de nuestro endeble federalismo, han sido pilladas en complicidad con la delincuencia. Esto se debe a que desde el salinismo, pasando por el zedillismo, el foxismo y el calderonismo, descuidaron a las instituciones (y sus integrantes) encargadas de mantener a raya a quienes matan, secuestran, violan o envenenan con su droga, hasta llegar a la hoy desafiante rebelión contra los gobiernos y, claro, esas instituciones.


Todos los días nos enteramos de cómo los matones (e incluso paramilitares, es decir, quienes ante la ineficacia policiaca, toman la justicia por su propia mano), privan de la vida a ciudadanos, soldados, marinos y policías que cumplen con su deber. Y no obstante que las fuerzas del orden no dan cuartel, éstas son enfrentadas al tú por tú por sicarios que aprovechan su ventaja al actuar casi como guerrilleros. Ante esto, quienes tienen facultades para nombrar funcionarios, recurren a la milicia y con ello aumentan de tal forma que sea verdad o no, hay visos de golpismo militar. Y más si los próximos candidatos presidenciales no tienen un plan y programas para atacar ese problema nacional.
Vivimos en un cruce de caminos. Esto porque necesitamos seguir transitando civil y civilizadamente, dentro de un orden constitucional en el que una policía democrática (consultar el libro: Policía y sociedad democráticas, compilados los ensayos por José María Rico, en editorial Alianza), se encargue de ejecutar, como primera instancia, los ordenamientos que norman la conducta de los ciudadanos, para mantener una convivencia pacífica. El militarismo puede mantener ese orden, pero a un precio de convertir al país en un cuartel y es lo menos que queremos. Es la paz pública republicana y democrática, con un sistema policiaco apegado a la ley, la única opción contra las delincuencias. Con gobernantes honrados y que sepan conducir al Estado políticamente.

cepedaneri@prodigy.net.mx

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