jueves, octubre 13, 2011

La terca realidad : María Teresa Jardí



La terca realidad
María Teresa Jardí

No sé si a ustedes, pero intuyo que a la inmensa mayoría de mexicanos nos produce, además de ira, urticaria, escuchar los promocionales, mentirosos todos, con los que Calderón busca encubrir el fracaso rotundo de su gestión como gerente bien pagado, usurpador por elección, entreguista por decisión y genocida por vocación, al frente del Poder Ejecutivo.
Que si el padre ya le cumplió su sueño a la madre de tener una casita y al hijo o hija de tener un gatito. Una casa de cartón prensado para los pobres, que es de lo que están hechas las casas del fecalismo. Entrega de casas que sirven para que no parezcan más mentira, de lo que de suyo son los promocionales del usurpador entreguista, que marcó con sangre el destino de los mexicanos.
La realidad, terca que es, siempre acaba por imponerse por encima de la mentira.
Y lo mismo se puede decir de casi cualquier cosa de las que promociona el fecalismo usurpador como logro. El turismo se acabó. A menos que se trate de pirados que quieren venir a gozar en México un turismo en el que se enfrenta la posibilidad de perder la vida. Otra cosa son los pederastas, por supuesto, en eso sí es campeón el fecalismo que a México ha convertido en el país número uno en la trata de personas. No importa que el usurpador promocione el turismo. No importa que manden mil correos al respecto los mismos empleados que por twitter hacen saber, a nombre del espurio, lo bien que van las cosas. El mundo sabe que es falso y así como sólo empresarios no honrados buscan invertir, hoy, en México, el Seguro Popular es otra farsa.
Una mujer de clase media hace unos días pedía en la calle dinero para la quimioterapia de su hijo con cáncer. Hablamos unos minutos y me contó que el marido había perdido el empleo cuando el golpe a los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro y deprimido se había suicidado unos meses después de que cuarenta y cuatro mil familias fueran dejadas sin sustento por el usurpador pro yanqui que ahoga en sangre a los mexicanos que todavía no han sido ejecutados.


Mi hermana, mi única hermana mujer de hecho, acaba de tener un nuevo nieto. Su hija parió en el IMSS y el trato fue bueno. Pero al IMSS, como a todas las instituciones nacidas para brindar el servicio al derecho a la salud que al gobierno justifica, se les han quitado ya casi por completo todos los recursos. Y por eso las enfermedades vinculadas a la pobreza en México han ido regresando, una a una, todas, incluso las que realmente se habían ido no sólo por decreto.
Les comparto una carta que mi hermana le ha enviado a Calderón con relación al nacimiento de su nieto.
“Cuernavaca, Morelos, a 12 de octubre, de 2011
“Señor Calderón:
“El jueves 29 de septiembre nació en el IMSS de la ciudad de Cuernavaca mi nieto. El sábado 1° de octubre dieron de alta, a la madre y al bebé; no sin antes hacerme firmar a mí, como familiar: ‘que me entregaban vivos y sanos a mi hija y a mi nieto’. La piel se me erizó, ¿habría algo malo?, como es obvio, pensé de inmediato. Los dos están bien, por ahora. Pero le dijeron a mi hija que se presentase en su clínica para que el bebé recibiese las vacunas. Y ¡oh! ‘sorpresa’. No hay vacunas hasta dentro de un mes o mes y medio.
“Mi pregunta, señor Calderón, después de oírlo en la televisión diciendo ‘que su gobierno logró la mayor cobertura de salud en el país’, es la siguiente: ¿la cobertura se refiere a tener un papelito? ¿No sería lógico que en un país con tantos niños desnutridos, con deficiencias inmunológicas, las vacunas fuesen una prioridad? ¿O es que el presupuesto para vacunas se gastó en armas contra el crimen organizado? Porque de ser así, a las 50,000 supuestas muertes por su guerra, habría que sumar las que vendrán por menores sin protección inmunológica. Y además sin leche debido, también, al buen sistema del que presume.
“Le cuento. La primera cita para el menor recién nacido se da para de tres a cuatro semanas después de haber nacido, fecha en la que se le dará a la madre la leche, que el Seguro da a sus derechohabientes. ¿Y mientras a las madres les baja la leche, si les baja, qué le dan señor presidente?
“Ante la imposibilidad de publicar esta carta como desplegado público, porque no tengo el dinero para pagarlo, les pido a todos mis contactos, a los que también la envío, que a su vez la reenvíen a los suyos, multiplicándola, en la inteligencia de que tal vez así le llegue a usted señor Calderón, que es el destinatario, y de paso nos enteramos de cómo en realidad se maneja la política de salud en nuestro país. Esperando que me conteste. Nuri Jardí.”.

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