miércoles, septiembre 14, 2011

Guillermo Fabela Quiñones : Tan fácil que sería el futuro



Tan fácil que sería el futuro
Guillermo Fabela Quiñones
Apuntes


En un acto de madurez política, el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) entregó la plancha del Zócalo, luego de un acuerdo con el gobierno federal y el capitalino que ojalá sea respetado. Así se evitó una confrontación violenta en la que los trabajadores llevarían las de perder, pues además de la golpiza que les sería propinada para que levantaran su plantón, iniciado desde el 3 de marzo, la andanada en los medios electrónicos en su contra sería brutal, a fin de ponerlos ante la opinión pública como belicosos e irresponsables. Así queda demostrado que su único interés es la defensa de sus intereses gremiales, conculcados arbitrariamente por un gobierno de facto decidido a finiquitar los legítimos derechos de los trabajadores.
Ahora sólo cabe esperar que se respeten los acuerdos tomados en la Secretaría de Gobernación, con la presencia del titular del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, y del jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard Casaubon. Los electricistas sólo están pidiendo lo justo: la reinserción laboral de los trabajadores que no aceptaron ser liquidados, la toma de nota al comité ejecutivo encabezado por Martín Esparza, agilizar los procesos judiciales a los presos del sindicato y dar feliz término al asunto de las jubilaciones, cuotas sindicales y prestaciones pendientes.


No cabrían excusas para el incumplimiento de tales demandas. Con esta negociación exitosa, por ahora, se abren posibilidades para que el gobierno de facto resarza el tremendo daño que ocasionó al sector eléctrico, no sólo a los más de cuarenta mil trabajadores que lanzó al desempleo. Ya quedó plenamente demostrado que el motivo por el que se dio el golpe contra el SME, fue el de facilitar la privatización de los activos de la extinta Luz y Fuerza del Centro. Pero también que se ha abusado en grado extremo contra la clase trabajadora, situación errónea debido a la afectación del mercado interno, en un momento crítico por los graves problemas que enfrenta la economía mundial y en particular la de Estados Unidos.
Mucho menos se justificaría, en cuanto que la burocracia dorada contempla aumentos considerables en el presupuesto de egresos, en su exclusivo beneficio. Se propone un incremento de 10 por ciento en gasto corriente, mientras que la inversión productiva sufre recortes considerables: en Energía se contempla una reducción de 100 por ciento, en Agricultura de 72 por ciento, en Salud de 40.8 por ciento, y en Educación de 37 por ciento. He aquí una muestra de la tan cantada responsabilidad en el manejo de la economía por parte del ahora candidato de Felipe Calderón a la Presidencia de la República, Ernesto Cordero Arroyo.
En realidad, ningún país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), ha tenido un manejo tan irresponsable de la economía nacional como el que se ha tenido en México desde hace tres décadas, pero de manera muy obvia desde el año 2000 y sobre todo en la actual “administración”. Dicho organismo acaba de reportar que nuestro país ocupa el tercer lugar, entre las 34 naciones que lo integran, en número de población de 15 a 29 años que ni estudia ni trabaja, los llamados “ninis”, y el primero en lo que se refiere a mujeres en esa situación. Además, es el que tiene el gasto público más bajo en educación con respecto al Producto Interno Bruto (PIB): 24 por ciento, en tanto que en los demás países el promedio es de 43 por ciento.
Así que no está lejano el día, de continuar por la ruta trazada por Felipe Calderón, en que México ocupe el nada honroso primer lugar en población “nini” entre los países de la OCDE. Luego se espanta la oligarquía de que la violencia extrema se enseñoree del país, sin que haya visos de solución, a pesar de las baladronadas del inquilino de Los Pinos en contra de las bandas del crimen organizado. El organismo alerta sobre los riesgos de que los más de siete millones de “ninis” se conviertan en “analfabetas prácticos” y en “desempleados crónicos”, advertencia que de pasar a los hechos convertiría a México en una nación sin viabilidad de futuro.
No quieren entender, la oligarquía y la burocracia dorada, que a la larga hasta ellos mismos saldrían perjudicados, tanto por la agudización del déficit social a niveles inmanejables, como por la contracción económica debido al cierre de actividades productivas que afectarían más aún el mercado interno. Al parecer, tal posibilidad les tiene sin cuidado, lo importante para unos y otros es la ganancia inmediata, incluso a costa de hipotecar el futuro de los mexicanos. Esto lo sabe perfectamente Carlos Salinas de Gortari, el gurú de los neoliberales, por eso finalmente le sacó el bulto a debatir con Andrés Manuel López Obrador. Tan fácil que sería el futuro si la oligarquía y sus empleados burócratas, tuvieran más visión de la realidad y menos ambiciones ilegítimas.

(gmofavela2010@hotmail.com)

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