martes, junio 07, 2011

¿Qué pensará? : María Teresa Jardí

¿Qué pensará?
María Teresa Jardí


El mismo domingo en que el Zócalo de la Ciudad de México se convierte en testigo, una vez más, del hartazgo que el PRIAN con su política neoliberal despierta, mientras AMLO lograba reunir a cientos de miles de personas. Aproximadamente a las 8 de la noche policías federales armados y a bordo de por lo menos 5 unidades, identificadas con los números 10573, 12427, 13748, 13943 y 13972, irrumpieron sin orden de cateo en el Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, institución dirigida por el Padre Oscar Enríquez, y la que participa activamente en el la convocatoria para la recepción de la Caravana por la Paz, que encabezada por el poeta Javier Sicilia estará en Ciudad Juárez los próximos 8, 9 y 10 de junio.
¿Qué pasará por la mente del que se sabe llegado como usurpador y quien ni se atreve a asomarse a una ventana sin que antes lo haga el batallón que lo cuida y sin el cual no se mueve, quizá, literalmente, ni para ir al baño?
¿Qué pensará el que se sabe despreciado por los muchos millones de mexicanos, que representados en los cientos de miles que en el Zócalo se visten de domingo para asistir a escuchar, en medio de lo que se convierte siempre en fiesta? La diferencia entre tener la razón y no tenerla es que cuando la razón se tiene todo se convierte en fiesta. ¿Qué pasará por la mente del usurpador cuando recibe el parte de que cientos de miles se han dado cita para escuchar a AMLO, entre otras cosas, enviando el saludo a los integrantes de la Caravana que hacia Ciudad Juárez se encamina encabezada por Javier Sicilia?


Nada bueno, por supuesto. A su demencia criminal es obvio que se suma el miedo de saberse retratado en el futuro, para él ya cercano, en “el carnicero” Ratko Mladic. Miedo al que se suma la ira, que transforma en odio, por saberse un gafe, a quien nada le sale bien. Odiado por el pueblo, que no lo eligió mayoritariamente, y al que le cobró asesinando a sus hijos, su llegada como ilegitimo, está escrito en los cielos que Calderón va a ser juzgado por genocidio. Y, quizá, de ahí parte la orden represora de ataque a la institución, que contra toda esperanza defiende los derechos humanos de los pobres en Ciudad Juárez.
“... Que se trató de policías federales fue confirmado tanto por numerosos testigos, así como con la información recibida del propio comandante de la Policía Federal en la ciudad. Los policías además hicieron múltiples destrozos en el interior del Centro. Se desconocen totalmente los motivos de una acción tan injustificada como indignante, si se trata de una provocación de los propios policías federales o de una amenaza directa del Gobierno Federal. El hecho produce un gran desconcierto pues enrarece gravemente el clima para la visita de la caravana...”, dice la denuncia que alarma al mundo.
¿Qué pensará quien elige la represión para suplir la elección sin sentido de erigirse como usurpador, cuando las cifras de los millones que siguen a AMLO le estallan en la cara diciéndole basta?

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