sábado, mayo 07, 2011

Rehacer el tejido social pasa por el rearme ético de las instituciones de la república : María Teresa Jardí

Rehacer el tejido social pasa por el rearme ético de las instituciones de la república
Por María Teresa Jardí


Sólo faltaba que Calderón no respetara la marcha por la paz con justicia y dignidad convocada por uno de los padres de los muchos hijos IMPUNEMENTE asesinados en México.
Calderón pudo elegir llegar como un gobernante legítimo. Habría bastado para ello que aceptara o, mejor aún, que se sumara a la exigencia de millones de ciudadanos y del otro candidato que se reivindicaba ganador, de contar voto por voto, casilla por casilla, lo que también para AMLO podía resultar en convertirlo en perdedor.
Felipe Calderón, en cambio, eligió convertirse en un gobernante ilegítimo y las facturas a pagar por eso han sido atroces para el país entero. El Estado está tocado de la cabeza a los pies y no se ve en el corto plazo la salida que el país merece. Y la que pasa por supuesto por la reconstrucción del tejido social que va a ser muy difícil de zurcir sin que queden las marcas. Pero a la par es necesario el que entendamos los ciudadanos los problemas que nos aquejan.
Por órdenes de un usurpador al Ejército nacional se ha llenado de desprestigio. Pero el desarme ético de todas las instituciones hace necesaria su presencia en las calles en tanto se crean las policías que todos los países tienen para no enfrentar con violencia lo que demanda ser enfrentado con inteligencia.

La presencia del Ejército nacional en la calle demanda un marco institucional del todo claro. Les recomiendo que vean la película canadiense “Invasiones Salvajes”, es el mandato que tendría que darse al Ejército nacional, de entrada, seguido de la carga de responsabilidad que el estar fuera de los cuarteles acompaña, a los que para enfrentar a ejércitos extranjeros se entrenan. Lo que nos acaba de ser recordado por la celebración de la gesta heroica de un cinco de mayo de hace ya dos siglos.
Un gobernador norteño le contaba a un periodista que los gobiernos encabezados por priístas no tenían ayuda efectiva del panista usurpador. Que uno de ellos, cuyo estado se encuentra en situación extrema, había pedido la llegada de soldados, de común acuerdo con el general respectivo. Lo que pasaba por el que el jefe de las fuerzas armadas por mandato constitucional, del Ejército nacional, lo autorizara. Por encima del favorito de Palacio, García Luna, ni el viento. Así no se puede, decía, el gobernador.
El cambio pasa por el hecho de que se vayan los que no sirven al pueblo. Zurcir el tejido social pasa necesariamente por el rearme de la estructura ética de unas cuantas instituciones, suficientes, para refundar la república mexicana. Reconstruir el tejido social sí pasa por la salida de Calderón del Ejecutivo que usurpa.

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