¿Terminó la crisis?
Jaime Ornelas Delgado
En su artículo del 8 de enero pasado, titulado ¿El fin de la recesión? ¿Quién engaña a quién?”, Immanuel Wallerstein advierte: “los medios nos dicen que la crisis económica ya pasó, y que la economía–mundo está de regreso a su modo normal de crecimiento y ganancia”. La verdad, sin embargo, como sugiere la cabeza del artículo, ¿a quién pretenden engañar quienes hacen esa temeraria afirmación?
Las cosas incluso han empeorado, por lo menos en Europa. Veamos. Datos revisados de la oficina de estadísticas de la Unión Europea, Eurostat, y dados a conocer hace dos días, mostraron que el crecimiento económico de la zona del euro se desaceleró en el tercer trimestre más de lo esperado respecto a los tres meses anteriores.
Por ejemplo, el Producto Interno Bruto (PIB) del conjunto de esa zona monetaria, clave en la economía capitalista mundial, creció 0.3 por ciento en el tercer trimestre frente al periodo entre abril y junio, por debajo del anuncio original de 0.4 por ciento. Eurostat también confirmó que el consumo familiar, los gastos del gobierno y el comercio neto contribuyeron cada uno con apenas un 0.1 punto porcentual al resultado general.
Los inventarios fueron revisados también para mostrar un aporte de 0.1 punto porcentual, mientras que la inversión, que en el informe anterior aparecía sin impacto en el dato original, restó 0.1 punto a la tasa de expansión.
Al mismo tiempo, se confirmó que Alemania creció 0.7 por ciento en términos durante ese periodo, pero se revisó al alza la expansión para Italia a 0.3 por ciento desde el 0.2 por ciento. Algo similar sucedió con los datos para Holanda, donde la economía se mantuvo plana, por sobre la información preliminar de una contracción de 0.1 por ciento.
En tanto, Grecia tuvo una recesión de 1.3 por ciento y no de 1.1 por ciento reportado previamente, y Portugal creció 0.3 por ciento, por debajo del 0.4 por ciento anteriormente informado.
En la misma línea, el crecimiento de Francia fue de 0.3 por ciento y no de 0.4 por ciento, y el de Finlandia fue de sólo 0.5 por ciento frente al 1.3 por ciento reportado inicialmente.
La tasa de desempleo en la zona euro se mantuvo sin cambios en un 10.1 por ciento en noviembre.
El panorama es francamente desolador, aun más durante el “Seminario Perspectivas Económicas”, organizado por el ITAM; el socio de la firma Family Office, con sede en Nueva York, Jorge Suárez, advirtió que los programas de estímulos que se inyectan a la economía de Estados Unidos de América (EUA) no están dando los resultados esperados. Agregó que afirmar que podría darse una crisis en 2012 es una “posición pesimista de los más optimistas”.
El rector del ITAM, Arturo Fernández, manifestó, al referirse a la economía global, que si bien el paciente salió de terapia intensiva para que todo esté bajo control en 2011 existe demasiada tensión en Europa. Hay turbulencias en el camino, por lo que el crecimiento en EU no podrá pasar de entre 2 y 3 por ciento en los próximos cinco años.
En México, las cosas no son mejores. En su análisis sobre las perspectivas para 2011, el Grupo de Economistas Asociados indicó que la escasa inversión pública y privada y la falta de mecanismos para canalizar el ahorro en inversión, son las principales causas del magro crecimiento económico del país en los últimos años. Y hay algo peor, el director general de la consultoría, Ernesto Cervera, lamentó que México haya registrado un crecimiento de sólo 1.5 por ciento en promedio anual de manera consecutiva en los últimos 10 años.
Ese escaso crecimiento, por supuesto, se ha traducido en incapacidad para generar los 1.2 millones de empleos al año que requiere el país, que demandó 11 millones de empleos en los últimos 10 años, pero sólo se generaron siete y no todos en el sector formal.
La conclusión, no es difícil. En México debemos, pero ya, empezar a discutir cuál será el modelo económico que venga a reemplazar al neoliberalismo depredador.
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