Alejandra Barrales
La importancia del Estado de México
La candidatura de Alejandro Encinas para el Estado de México es todo un peligro para la clase política priista en la entidad, para la candidatura presidencial de Enrique Peña Nieto, pero es una oportunidad para que los mexiquenses vean un cambio real en su vida cotidiana con un nuevo gobierno.
Alejandro Encinas es uno de los cuadros de izquierda de avanzada, representa un liderazgo a nivel nacional, cuenta con una experiencia de gobierno en el Distrito Federal probada y reconocida por todos, no sólo por los correligionarios.
Pero la verdadera fortaleza de Alejandro va más allá de su persona, porque representa un eslabón entre las diferentes voces y expresiones de la izquierda, por ello la importancia de que el Partido de la Revolución Democrática haya decidido impulsar su candidatura, a la que se suman los partidos aliados, PT y Convergencia.
El peso político del Estado de México es muy importante con miras al 2012, primero porque los comicios son un año antes de las elecciones presidenciales y es la entidad con mayor número de votantes en todo el país. Tan solo con estos dos factores sabemos que los resultados de este proceso podrán darnos lecturas muy interesantes de lo que viene.
Pero es necesario que hagamos un pequeño repaso, recordemos que el PRI daba por hecho que se llevaría el “carro completo” en las pasadas elecciones del 2010. Se creían triunfadores en la totalidad de las gubernaturas en disputa y pensaban que el ánimo de la gente estaba de su lado para impulsarlos a la elección presidencial con el triunfo en la bolsa y no fue así.
Las alianzas electorales descarrilaron a los priístas y los derrotaron en los bastiones más importantes, donde sus cacicazgos eran un icono de los gobiernos del tricolor.
Los triunfos de las alianzas electorales en Oaxaca, Sinaloa y Puebla dejaron claro al priísmo que su retorno a la presidencia no era un trámite, que la gente estaba cansada de los abusos cometidos en estas entidades tan representativas. Que la población les daba la espalda, que no estaba ansiosa de su retorno y que Peña Nieto no sería presidente de México así nada más.
Una vez que se derrumbó su sueño entramos al 2011, ahora Enrique Peña y su gobierno serán juzgados en las urnas; ya ocurrió hace seis años con Arturo Montiel que estaba seguro de ser el candidato presidencial, que iba a enfrentar a Roberto Madrazo, pero al final no pudo, porque fue exhibido públicamente por su enriquecimiento inexplicable.
Peña Nieto dejará de ser gobernador a un año de las elecciones presidenciales, se le acabarán el escaparate, los recursos del gobierno del estado y esta situación la vamos a aderezar con el triunfo de la oposición en el Estado de México.
Son 40 municipios conurbados entre el Estado de México y el Distrito Federal, es precisamente esa población la que sabe la diferencia entre vivir de un lado y del otro.
Ellos son testigos entre lo que les ofrece un gobierno priista y lo que ocurre al cruzar la calle, lo que pude garantizarle un gobierno perredista.
Sólo se trata de comparar, porque el Distrito Federal es la entidad con mayores programas sociales en América Latina.
La gente del estado de México sabe que un gobierno de izquierda se preocupa porque los niños tengan uniformes y útiles garantizados, que haya becas para que los jóvenes no dejen de estudiar, que las mujeres que encabezan una familia cuentan con autoridades que las apoyan, que tienen mayor acceso a los servicios de salud, que hay comedores populares para garantizar la alimentación de los más necesitados.
Los ciudadanos mexiquenses no van a tener duda, porque la diferencia es palpable entre lo que les ha ofrecido un gobierno durante 80 años y lo que ha hecho la izquierda en el poder durante 13 años en el Distrito Federal.
Sígueme en Twitter: @Ale_BarralesM
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