miércoles, noviembre 03, 2010

Guillermo Fabela Quiñones : ¿Más represión para vivir mejor?

¿Más represión para vivir mejor?
Apuntes
Guillermo Fabela Quiñones


Es un error lamentable de las comisiones de Defensa Nacional y de Presupuesto, haber autorizado un incremento de 15 mil millones de pesos a los 50 mil autorizados previamente a la Secretaría de la Defensa Nacional. Con dicho aumento se podrán instalar 18 nuevos batallones y contratar a 11 mil soldados para destinarlos a tareas de combate al narcotráfico. En cambio, para las actividades relacionadas con el campo se prevé una disminución de 14 mil millones de pesos, cuando es vital impulsar la productividad agropecuaria y así frenar el deterioro criminal de la vida en las comunidades campesinas. Es increíble que el Legislativo no asuma su papel de eficaz contrapeso a un Ejecutivo que actúa en contra de los intereses nacionales y del más elemental sentido común.

La mayoría integrada por el PRI y el PAN en la Cámara de Diputados, está sirviendo para que Felipe Calderón prosiga a pie firme el desmantelamiento del Estado mexicano. Se entiende que lo apoyen los miembros del partido blanquiazul, no que lo hagan los priístas, quienes pagarán su parte de culpa al ayudar a los panistas a cavar su tumba. Así como al iniciar el sexenio auxiliaron a Calderón para que pudiera echar a caminar el aparato gubernamental, ahora lo están apoyando para que se vaya directa y rápidamente al basurero de la historia, tal como sucedió con Vicente Fox, sin ponerse a reflexionar sobre las consecuencias de sus actos de travestismo político.
Lo que va a ocurrir en realidad es que el PRI cargue con el desprestigio que acompañará al desgobierno de Calderón, pues la ciudadanía está plenamente consciente de que han compartido decisiones estratégicas a lo largo del sexenio. Todo en aras de servir a los intereses más reaccionarios, cuya meta es posicionarse firmemente ahora que hay modo de hacerlo. Así queda comprobado que en el fondo son lo mismo ambos partidos, sin que influya la corriente progresista del PRI, cada vez más arrinconada y mediatizada. El proyecto de nación del PRI-PAN coincide plenamente, lo que hace más difícil la lucha de la sociedad mayoritaria por sacudirse el yugo de los negociantes disfrazados de políticos, a quienes encabeza Carlos Salinas de Gortari, cuya militancia en el partido tricolor no significa nada.
La ideología quedó arrumbada en el cuarto de las antigüedades, ahora lo que cuenta en realidad son los intereses, así ha quedado demostrado en estos últimos diez años, decisivos para el entronizamiento de la extrema derecha en la cúpula del sistema político. Es evidente que quieren ir hasta las últimas consecuencias en su labor destructiva del Estado, como lo demuestra la decisión de apoyar con toda firmeza la estrategia del Estado policial, cuando lo urgente y prioritario es revertirla, para dar entrada a las tareas relacionadas con la recomposición del tejido social, la única alternativa idónea para revertir un estado de cosas muy lamentable, que está llevando al país a una total bancarrota social.
Sin embargo, comienza a evidenciarse una fuerte contradicción que ya pesa en la toma de decisiones en la cúpula. La extrema violencia que se vive en el país está frenando una necesaria recuperación del mercado interno, como lo reconoció el secretario de Economía, Bruno Ferrari, y en especial la operación de las empresas establecidas en estados conflictivos. Según él, no está siendo afectada la entrada de capitales extranjeros, porque son inversiones a largo plazo. Pero sí dijo estar preocupado por lo que está sucediendo en el mercado interno. Obviamente, con la estrategia policial de lucha contra el crimen organizado, tal situación se habrá de complicar aún más, incluso si la elite empresarial hace causa común con el gobierno en esa lucha, como lo pidió el funcionario.
¿No sería más fácil cerrar filas para impulsar el desarrollo social? Los resultados serían más fácilmente conseguidos y se evitarían males mayores al país. Sin embargo, en su desmedida voracidad, la oligarquía sólo piensa en sus intereses, no en los de la sociedad, razón por la cual es impensable que la elite empresarial y la burocracia dorada hicieran causa común en favor de una urgente recomposición del tejido social. Ello a pesar de que el dirigente nacional de la Coparmex, Gerardo Gutiérrez Candiani, dijo estar convencido de que ha llegado a límites intolerables la violencia y la inseguridad en el país. Pero indicó que el remedio está en la cabal aplicación de la ley antisecuestro y en el mando policial único en los estados. Para nada se refirió al imperativo de cambiar el modelo económico que prohijó el desastre. Allá ellos.
(gmofavela2010@hotmail.com)

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